36

136 8 2
                                    

Dos meses después....

Mikuo pov

Me encontraba caminando por el extenso pasillo de lo que ahora llamaba hogar, hasta cruzar por la puerta de la habitación de miku la cual no se abría desde hace un tiempo.

La misma solo se abría para ingresar sirvientes con comida o para hacer la limpieza del lugar, pero por la misma hacía rato que miku no salía.

                 *toc toc*

Toque esperando una respuesta, pero nadie contestó.
No me di por vencido y seguí insistiendo. Hasta que escuché una voz preguntar del otro lado "¿quién es?".

-Soy mikuo, ¿Puedo pasar?-. Pregunté calmadamente tomando el pomo de la puerta esperando una respuesta positiva, y si así fuera negativa la misma, no me detendría al entrar.
La madre de miku y mi padre se habían ido de luna de miel, a las Bahamas no sabíamos con exactitud cuando volverían pero como ya éramos grandes como para cuidarnos solos o bueno yo lo era...

-Pasa...-.

Para serles sincero esperaba una respuesta negativa pero bueno, gire el objeto en mi mano y luego empuje la puerta. Entré en una habitación cubierta de oscuridad, con algunos casi diminutos rayos de sol queriendo entrar entre esas cortinas azules que colgaban de cuatro grandes ventanas al rededor de una silueta inmensa de una cama de gran tamaño.

Al intentar acercarme comencé a tropezarme con algunas cosas tiradas sobre la alfombra para luego caerme y al intentar agarrarme de algo para evitar que mi cuerpo toque el piso me sujeté de una charola cayendo no tan solo al piso si no llevándome la misma conmigo.

-Trata de no romper nada-.

-Si me hicieras el favor de abrir esas cortinas me permitirías ver y así no rompería nada-. Contesté un poco molesto poniéndome de pie y sujetandome de una mesa me guíe hasta una pared y luego a una gran cuerda que colgaba.
Supuse que esto serviría para las cortinas asi qué tiré de la misma.

Y si así fue, las grandes cortinas que cubrían aquellas grandes ventanas comenzaron abrirse una por una de par en par.
La luz solar que tanto quería entrar se metió de forma fugaz para así iluminar la habitación lo más rápido posible. Debo admitir que por poco quedo ciego.

-¿Mucho mejor no?-. Pregunté para darme la vuelta y encontrarme a miku acostada en su cama con sus cabellos sueltos y una de sus manos cubriendo sus ojos.

-¿Qué es lo que quieres mikuo?, cierra las cortinas no me dejas ver-. Mencionó un poco molesta sentándose en su cama y destapando sus ojos lentamente.

-Solamente quería saber como estabas, hace rato que no sales de este chiquero, pensé que te gustaba ir a la escuela-. Dije sentándome en un borde de la cama.
Ella sin embargo me ignoró y se recostó de costado dándome la espalda. -¿Aún estas triste porque meiko y kaito se van a casar?-. Pregunté acercandome más a ella, toqué su hombro con suavidad y me tomé la libertad de hablarla. -Sé que quieres mucho a kaito, y que quizás te duela el echo que esté por tener un hijo con otra mujer...    pero no te imaginas como me duele a mi el echo que algo que es mío vaya a terminar en otras manos-. Me acosté a su lado pero tal parece que esa frase esa última frase llamó su atención más de lo que yo pensaba.

-A ¿qué te refieres con que algo que es tuyo pasará a otras manos?-. Se dio la vuelta para observarme atentamente en busca de respuestas. -¿Que es lo que quieres decir?-.

-Hay algo de lo que no te e dicho miku, un secreto que me está matando. Pero ya no puedo más, guardar este secreto solo impedirá mi felicidad y la tuya...-.

Una Vida A Tu Lado - Kaimi (Mikuxkaito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora