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Narra kaito

Después de tanto pude volver a besar a miku, al declararme pude sentir como los nervios corrían por mi cuerpo. Pensé que me rechazaría.
El tacto de sus suaves labios junto a los míos, no pude resistirme más y quise tenerla un poco más junto a mi, luche contra todas mis fuerzas para no tocarla. Quería rodear su cintura con mis brazos, quería hacerla sentir protegida.
Díos me sentía totalmente enamorado de ella y disfrutaba de cada beso o cada sonrisa que recibía de ella.
Estuvimos basándonos por lo menos cinco minutos, hasta que ella corto el beso.

Kaito- entonces...  ¿se supone que tenemos algo?-. Pregunté algo avergonzado.

Miku- ¿Por que me lo preguntas a mi?, yo nunca eh tenido novio, no entiendo de estas cosas-.

Kaito- ¿Estas segura que quieres ser mi novia?-.

Miku- Te quiero pero, creo que sería mejor asi como dices, estar en algo hasta que estemos seguros que queremos estar juntos-. Me dedicó una sonrisa en cuanto termino de decirlo.

Kaito- como quieras, ah cierto, ¿Te gustaría ir conmigo a el festival?-. Pregunté de manera anciosa poniendo mis brazos en medio de ambos.

Miku- ¿Humn? ¿cual festival?-.

Kaito- Es cierto, no solías salir de tu casa, y menos en festivales-. Puse mi mano derecha en mi mentón. -veras, todos los años hay un festival por la primavera, donde los arboles de durazno florecen y las flores caen como hoy, el festival es en dos días y dura todo el dia, ¿te gustaría ir conmigo?-.

Miku- Claro, ¿a que hora?-. Pregunto anciosa.

Kaito- A las siete ¿te parece bien?-.

Miku- ¡Claro!-.

Nos pusimos de pie y caminamos, durante el recorrido a casa estuvimos hablando del Festival. Le conté absolutamente todo lo que ocurría en un festival de esos, y era totalmente cierto que me sentía enamorado de ella, así que sería realmente especial pedírselo justo en el momento de los fuegos artificiales.
Es cierto, le compraría un lindo collar con nuestros nombres en símbolo de nuestra Unión como pareja.
Una vez deje a miku en su casa, tome rumbo a una tienda que no quedaba muy lejos para tratar de conseguir ese objeto tan especial que buscaba para pedirle que fuera mi novia mañana. Pero necesitaba ayuda, asi que ¿quien mejor que Len el galán para ayudarme a elegir el indicado?. Así es le dije que a Len que tenía una urgencia y necesitaba verlo de inmediato.

Len- ¡Ya llegué! ¿¡Kaito donde estás!?-. Gritaba como un desalmado en pleno centro comercial, debo admitir que en cuanto lo vi llegar y gritar como idiota quise esconderme, Kaitooo!-. le pedía a la tierra que me tragara. Pero bueno es el amigo que elegí. 

Kaito- Aquí estoy, deja de gritar como tonto-. Le dije saliendo de atrás suyo. El rubio dio un grito haciendose para un costado.

Len- Me asustaste-. Bufó molesto.

Kaito- Quien te manda a gritar como loco en el centro comercial-. Reclame molesto por como actuó. -Bueno ese no es el punto-. Dije sacudiendo mi cabeza para tratar de olvidar el mal rato en cierto modo. -Te traje aquí porque quien mejor que Len el mujeriego para ayudarme a consquitar por completo a miku, sí mi pequeño así es, ayúdame a comprarle algo para pedirle que sea mi novia-.

Len- Claro claro, espera ¿Que? ¿me acabas de decir mujeriego?-. El rubio se cruzó de brazos y reclamó molesto. -esos tiempos ya pasaron para mí ¡No soy un mujeriego!-. Se calló y miró a unas tiendas de ropa que habian por ahí. -¿Ya pensaste en que podías regalarle?-.

Kaito- No, no tengo nada en mente, por eso eh pedido de tu ayuda, ¿alguna idea?-.

Len- Ven, si no sabes será mejor que comencemos a buscar que darle-. Comenzó a caminar y yo le seguí por detrás, no entendía a donde se dirigía pero le seguía el paso para ver si me daba alguna idea. -¿Qué te parece una bufanda?-.

Kaito- Nah, es algo simple, además no podía escribirle en una bufanda una pregunta como ¿quieres ser mi novia?-.

Len- Y pues, ¿Que es lo que le gusta?-. Me preguntó mientras aún caminaba. -¿Es alérgica a lo dulce?-.

Kaito- Hummn...  qué yo lo sepa no, no es alérgica a lo dulce-.

Len- ¿Y por qué no solo se lo pides y ya?-. Pregunto en forma de queja mientras caminábamos por los pasillos del centro comercial.

Kaito- Porque miku nunca a tenido novio y no se, me gustaría ser un poco mas detallista con ella y que se emocione en cuanto se lo pida-.

Len- Ya, Ya Romeo, mira, podrías regalarle una pulsera quizás-. Dijo interrumpiendo mi caminata y señalando con el dedo índice una tienda.

Kaito- Buena idea, realmente eres bueno en estás cosas pequeño-.

Le compré una pequeña pulsera, de un azul marino precioso que tenía grabada la pregunta de "¿te gustaría ser mi novia?", era sin duda alguna la mejor idea que me podrían haber dado o pensado.
Después de despedirme de Len al cabo de comprar unas cosas que me pidió ayuda, por lo visto iría al Festival como yo, me encontraba caminando a casa, el regalo que se encontraba en una pequeña caja decidí guardarlo o mejor dicho "esconderlo" en uno de mis bolsillos, seguramente mi padre debía estarme esperando y conociendolo, intentaría impedirme el que miku y yo seamos pareja, eso era lo único que me faltaba, que mi padre se me pusiera en contra.

Abrí la puerta e ingresé a mi casa, habían luces apagadas, al parecer no se encontraba en casa o eso es lo que yo creía.

-¿Se podría saber donde estuviste todo el dia?, llegué y quería hablar algo muy importante contigo pero no estabas-.

Kaito- Sí con importante te refieres a salir con Meiko, déjame decirte desde ya que no-. Bufé molesto buscando la llave de mi cuarto en el cajón de la cocina.

-Hijo, mira, Meiko es una chica de... nose, un muy buen nivel, y tu, mi querido hijo, eres un chico bastante afortunado que la tiene muriendo a sus pies-. Trato de convencerme con sus palabras e hacerme entrar en su juego sucio.

Kaito- No me interesa su empresa, mucho menos todas sus tierras y demás cosas que tiene bajo su poder, padre, me enamoré y no de una chica con tantos poderíos como Meiko pero eso no es lo que importa, hay cosas mucho más importantes que una simple vida llena de lujos-. Traté de expresarle lo que sentía por miku pero como me lo esperaba no iba a entenderlo.

-¿Enamorado? Jajajaja, hijo esas cosas no existen, el amor no existe, lo único que deberia gustarte es el dinero, lo mucho que podrías comprar, las tierras que podrías tener, imagina todo ese poder sobre tus manos. Porfavor, no te pongas de sentimental como tu madre, ¿Amor? JA, es lo mas gracioso que eh podido escuchar-. Se burló de mí como me lo esperaba, pero no se lo permití, me puse de frente y dije en un tono molesto.

Kaito- Quizás, yo sea más como mi madre que sabe amar, pero pobre de ella, eligió amar al tipo mas asqueroso de este mundo-. Recalqué molesto por su comentario tan absurdo. Mi padre caminó hasta donde yo estaba, levantó lo mas alto que pudo su mano derecha e impacto su mano contra mi mejilla derecha.

Una Vida A Tu Lado - Kaimi (Mikuxkaito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora