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Narra miku

Kaito y yo entramos en mi casa, lo llevé al lugar donde se realizaría la cena, así es, sería en el patio, mi madre había preparado una gran cena para confirmar su matrimonio con el señor yukari, sin duda, iban a llegar invitados de ese señor y no se si una o un invitado de mikuo.
Ya habian llegado algunos de los invitados, cosa que llamo la atención de kaito.
Kaito- Miku.. ¿que sucede?, no me contaste nada acerca de una celebración-.

Miku- Pues... verás mi madre se casará y...-. Justo en el momento en el que le estaba explicando todo, sono el timbre de la puerta príncipal, mikuo bajó las escaleras diciendo que el atenderia fue entonces que pude notar un leve enojo en kaito.

Kaito- ¿que hace el aquí?-. Bufó molesto e incomodo al ver dicha cosa. Intenté calmarlo con mis palabras.

Miku- Eso es lo que iba a explicarte-. Suspire. -Mi madre, va a casarse con el padre de mikuo, la boda será en unos días, y si, vamos a vivir todos en esta casa-. Expliqué suspirando y mirando al suelo, no quería que el se enojara porque no podía hacer nada, quería la felicidad de mi madre, pero tampoco quería que Kaito y yo terminaramos por una cosa como esa.
Kaito sólo se mantuvo en silencio, pero de la forma en la que tomó mi mano me hizo sentir una gran seguridad que me estaba apoyando aunque ahora no era el momento de charlar.

Nos dirigimos a la mesa, justo en el momento en el que nos sentamos, ingresaron a la habitación mikuo y meiko, tanto Kaito como yo intentamos no prestar atención a sus presencias, charlamos y sonreimos como de costumbre, en cuanto ellos se mantuvieron a la distancia e hablaban de una forma bastante ceria. La cena empezó y todos los invitados tomaron asiento, el plato principal fue servido y todos comenzaron a cenar.

Pude ver como mi madre se puso de pie junto al señor yukari con una copa en su mano derecha y una cuchara en la izquierda, dio unos leves golpecitos haciendo que la misma sonara, atrayendo así la atención de todos. -Buenas noches, sean todos bienvenidos a mi humilde hogar, los hemos invitado a celebrar junto a nuestros hijos nuestro compromiso, así es, el señor yukari, y yo vamos a unirnos en sagrado matrimonio en un par de semanas-. Mencionó mi madre con una hermosa sonrisa.
De manera inmediata todos los invitados comenzaron a aplaudir, y se pudieron escuchar los gritos deseando lo mejor y diciendo Felicidades para el futuro matrimonio.

Narra mikuo....

Meiko y yo fuimos amigos desde pequeños, nunca tuvimos más que una simple amistad, pero, hace unos días me comentó que se sentía enamorada de Kaito, su amor no era correspondido, al igual que el amor que yo sentía por miku. Ideamos un plan en donde saldríamos victoriosos los dos, quizás así la relación que miku y Kaito tenían se acabaría de una buena vez por todas.

Las horas pasaban, todos estaban bastantes entretenidos en la fiesta, kaito por un lado se encontraba bebiendo alcohol, Claro un alcohol moderado, el reloj marcó las tres de la mañana y fue entonces donde decidimos acatar nuestro plan. Me habia encargado de alterar un poco las bebidas así el preciado Romeo se ponía un poco ebrio, claro está que esto funcionó de muy buena manera.

Meiko- Kaito, ¿Te sientes bien?-. Preguntó la joven de cabellos cortitos entrando en escena.

Kaito- S-si meiko, yo estoy bastante, bien-. Dijo de manera bastante cortada y poco entendible por las copas que traía encima.

Meiko- Ven conmigo-. Pude ver como tomó a Kaito y lo llevó a unos de los cuartos de arriba, una sonrisa se mostró en mi rostro, hice de cuenta que no vi absolutamente nada, claro está que si hablaba, me incriminarian.
Al cabo de unos minutos, llegó miku hasta mi, note una cara de preocupación en su rostro, el plan marchaba a la perfección.

Miku- Mikuo, ¿no viste a Kaito?, hace rato lo estoy buscando-. Preguntó preocupada.

Mikuo- No, no eh visto a kaito, ¿Y tu viste a meiko?, también la estoy buscando, y hace rato no la veo-. Mentí tocándome la nuca y haciendo de cuenta que buscaba algo.
Ignoro mi comentario y subió las escaleras, la pobre no sabía lo que le esperaba arriba, así que decidí acompañarla, en cuanto viera a su Romeo correría llorando a los brazos de su príncipe.

Narra miku....

Algo me decía que debía revisar arriba, era el único sitio que no había visto, al final de las escaleras hay un inmenso pasillo con algunos cuartos de invitados y baños, camine un poco por el pasillo, entré en cada cuarto buscando a Kaito, quizas se encontraba en un baño, pensaba, vi una puerta de un cuarto entre abierta, en ese momento mi corazón se paro. -¿Kaito?-. Entre preguntando dentro del cuarto.
Cuando mire adentro, no creí lo que vi, un enorme dolor invadió mi corazón, tanto que no lo soporte más, eché a kaito y Meiko de mi casa, les pedí que se marcharan de buena manera, y luego corrí a mi cuarto, no quise salir en toda la noche después de eso.

Narra meiko...

Entre Kaito y yo no había ocurrido nada del otro mundo, sólo lo desvestí así parecería que había ocurrido algo. Lo recoste en lo que parecía ser una cama desordenada, y me recoste al lado esperando a que Cenicienta llegara a la escena donde perdería su zapatilla de cristal. El libreto salió a la perfección, ella hizo que kaito despertara echandole en la cara un vaso de agua helada, yo por otro lado, me senté en la cama, mirando toda la escena y como nuestro plan daba frutos.

Narra kaito...

No entendía absolutamente nada, lo último que recordaba  era a miku bailando mientras yo tomaba un vaso de alchol, y ahora despertaba en una escena donde yo me encontraba sin ropa alguna al igual que Meiko a mi lado y miku salir corriendo una vez más del cuarto. -Miku, No, espera por favor-. Suplique volviendo a vestirme lo más rápido que pude, pero justo cuando la vi meterse en su habitación mikuo se paró en medio de mi camino.

Mikuo- ¿A donde crees que vas?-. Preguntó poniéndose en medio. -Miku te pidió que te retires de esta casa, tu y meiko deben irse de manera inmediata, o de lo contrario tendrán graves problemas-. Exclamó de manera amenazante.

Kaito- Déjame ver a miku maldita sea-. Maldeci, intentando quitarlo. Pero recibí un empujón de su parte que me hizo retroceder por lo menos tres pasos.

Mikuo- Ya te dije que te marcharas, ¿quieres que llame a seguridad?-. Preguntó nuevamente de manera amenazadora el peliaqua.

Una Vida A Tu Lado - Kaimi (Mikuxkaito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora