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Bae Joo Hyun tenia un conflicto mental demasiado grande, y con nombre y apellido.

Jeon Jungkook.

Ese joven de ojos grandes y encantadores, su personalidad de un niño pequeño pero de un hombre en la cama. Aquel chico que tenia todo su mundo de cabeza con solo una mirada y que no podía apartar de su mente. 

— Noona, creo que deberíamos ir al supermercado— Dijo el mientras ponía stop a su videojuego favorito mientras ella seguía repasando los archivos que se había traído del trabajo y ahora reposaban sobre la mesa del comedor.

— ¿Super mercado?— Pronuncio ella sin dejar de mirar los papeles ningún segundo. Jungkook se giro a verla desde el sillón.

— Así es, Noona no tienes nada comestible en casa y siempre terminamos pidiendo comida chatarra— Dijo el mirándola, hasta que ella cedió mirándole de vuelta.

— Pensé que no te molestaba la comida chatarra kook— Dijo ella con en ceño fruncido.

— Y no me desagrada en lo absoluto pero no creo que sea saludable para los dos— Dijo mirándola con esos grandes ojos que la tenían loca.

— De acuerdo, vayamos al super mercado— Dijo ella dejando sus lentes para la vista cansada sobre la mesa y poniéndose de pie para aproximarse a la puerta y calzarse sus zapatos con Jungkook detrás de ella.

Unos momentos y semáforos mas tarde ambos se encontraban en el super mercado mas cerca. Jungkook se encargaba de poner toda las cosas en el carrito mientras ella miraba su celular sin prestarle mucho atención a lo que el echaba sobre este. 

— No no no, estas mal.Dijiste que vendríamos para conseguir comida saludable— Dijo ella al ver toda la comida chatarra que Jungkook había echado sobre el carrito de compras.

— Yo no dije exactamente eso, adema es mi cereal favorito Noona, y aun falta el helado— Dijo el haciendo pucheros.

— ¿Helado? No tienes suficiente con todo eso— Dijo señalado las caja de galletas y snacks que había dentro del carro.

— Nou— Dijo sonriendo como un pequeño niño inocente que para Bae se le dificulto mucho no ceder ante el.

— De acuerdo— Dijo ella ladeando los ojos.

— Ademas te conviene Noona, quizá si compramos helados podamos comerlo juntos, sobre alguna parte de nuestro cuerpo— Dijo en el oído de ella en un susurro debido a que estaban en un lugar publico. Las chispas dentro de su estomago se dispersaron y sus mejillas enrojecieron.

Siguieron con las compras y Jungkook miro de mala manera cuando ella tomo una botella de vino y la hizo devolverla. Bae se había vuelto una dependiente del alcohol gracias a que le ayudaba a dormir y relajarse pero ahora que Jungkook estaba con ella, ya no lo necesitaba. 

Una de las chicas de la tienda no dejaba de mirar a Jungkook en todo momento y el nunca se percato de ella pero Bae si, hasta que la chica se acerco a ellos.

— Hola, ¿Esta todo bien? ¿Necesita ayuda?— Pregunto de una manera cantarina y chillona que hizo que a Bae le dolieran los oídos y la cabeza. Jungkook ni siquiera se percato de la manera en como ella movía su cabello constantemente y masticaba el chicle con olor a cereza.

—Creo que no hemos encontrado el pasillo de ramen— Dijo Jungkook de lo mas inocente posible,  la chica abrió sus ojos de par en par y tomo el brazo de Jungkook, fue ahí cuando Joo Hyun casi se atragantaba con su propia saliva.

— Yo te puedo ayudar, ven es por aquí— Dijo la chica quien aun sostenía el brazo de Jungkook. 

—Vamos Noona—Dijo Jungkook tomando el carrito mientras los tres se encaminaron por el pasillo de ramen.

—Tu mamá es muy linda— Dijo la chica sin dejar de mirar a Jungkook mientras parpadeaba coquetamente.

—No soy su madre—Dijo Joo entre cerrando los ojos, enojada y Jungkook  lo presintió.

— Gracias por tu ayuda— Dijo el cortando la comunicación con la chica rubia.

— De nada guapo— Dijo y ella siguió caminando como si fuera una pasarela.

— Que extraña, ¿Entonces de res o de pollo?— Pregunto Jungkook tiernamente sin percatarse de que Bae estaba con los brazos cruzados y echando humo por las orejas— ¿Noona, estas bien?

— ¿Mamá?¡No me veo tan vieja!— Dijo ella cruzándose de brazos.

— Claro que no Noona, no le hagas caso— Dijo el rindiéndose y preparándose mentalmente.

— ¿Guapo? Dios esa chica casi se te abría de piernas aquí mismo en el pasillo de lácteos y carnes frias— Dijo ella aun molesta, evitaba a toda costa verle.

— ¿Noona esta celosa?— Pregunto con una dulce voz mientras se acercaba a ella e intentaba tomar sus brazos y buscando su mirada.

-Claro que no-Dijo ella sin querer verle de nuevo.

— No tienes por que estarlo Noona quien termina entre las sabanas eres tu— Dijo Jungkook con tan sutileza y siguió andando como si nada mientras la dejaba sin habla entre el pasillo de lácteos y carnes frías. 

Esa noche Bae solo tenia en su cabeza resonando una y otra vez las palabras de la chica, mas que simplemente el hecho de que le llamara mayor sino que era cierto ¿Que era de aquel chico? No era su madre eso era obvio, pero ¿que era? ¿Su pareja? por favor.

A la mañana siguiente, después de una noche de "Te enseñare por que no debes de ponerte celosa Noona" ambos se encontraban subiendo por el elevador a la planta alta, fue cuando las puertas se abrieron y Bae noto aquella figura masculina que en su vida se imaginaria que volvería a encontrarse.

— Oh, aquí esta— Dijo girándose hasta estar enfrente de ella. 

— Se, ¿Sehun?¿Que haces aquí?— Pregunto ella cuando por fin tuvo el valor de poder caminar y hablarle.

— ¿Crees que me había olvidado del amor de mi vida?— Dijo el. Y en ese momento no solo a ella se quedo en Shock sino también el chico que estaba detrás de ella mas que confundido.



I Want You, Noona. ®J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora