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Me encontraba en una posición entre la espada y la pared, no sentía ni la mas mínima atracción por Sehun, ese chico que en algún punto llegamos a congeniar en el pasado ni siquiera tenia ganas de verle a la cara. Tenia que hacer algo rápido, necesitaba mas tiempo.

Para mi buena suerte al dia siguiente cuando me presente en la empresa mi padre y Sehun estaban vueltos locos, alguien de los proveedores de la empresa les habia fallado haciendo que todo se descontrolara, tanto los envios, la organización y todo estaba patas arriba.

—¿Que sucede?— Le pregunte mientras me acercaba hacia donde mi padre y Sehun estaban frustrados que cuando Sehun me escucho y se giro a verme pude ver como la sangre me abandonaba el cuerpo.

—Demonios, uno de los proveedores tiene un desmadre en la compañia. Tendremos que acudir a Londres tu padre y yo—Dijo el mientras no dejaba de golpear el suelo con la punta de su zapato inquieto.

—Tendras que hacerte cargo de la compañia cariño—Mi padre se aproximó hacia donde estaba y dio un ligero beso en la coronilla de mi frente a lo que me quite rapido ante su acto.

—¿Cuanto tiempo?—Pregunté mientras miraba como ambos tomaban sus pertenencias y caminaban hacia el elevador.

—Un par de semanas...—Sehun se giro a verme— Tendremos que posponer la boda.

Ahora definitivamente la sangre regresaba a mi cuerpo, sentí como todos mis músculos se relajaban y mis ojos brillaron a lo que Sehun notó y se aproximó hasta estar a mi nivel y susurro para que mi padre no escuchara.

—Te salvas, solo por esta.— Se puso de nuevo en su compostura normal.—Llama al hotel y atrasa la ceremonia, lo vemos de regreso.

Mi padre se giro a verme una ultima vez antes de que ambos se retiraran por el ascensor.

—Olvide mencionártelo cariño pero hay varios pendientes, supongo que tu asistente podría ponerte al corriente. Por favor haz algo por esta compañía.—

Mis ojos se agrandaron lo suficiente como para salirse de mis orbitas, ¡A caso no es lo que vengo haciendo toda mi vida!.

La puerta se cerro dejándome abandonada en el pasillo de la entrada de nuestra empresa, estaba sola, sola, SOLA.

¿Y que iba a hacer? No podía hacer nada, sabia que tarde o temprano iban a regresar pero ¿que podía hacer yo para evitarlo? nada.

Durante el día pedí estar sola en mi oficina, oficina que mi padre me había arrebatado desde que regreso. Estaba ida, pensando pero no pensando en nada realmente. A mitad del día un texto entró en mi celular que indicaba que era la asistente de mi padre con varias tareas dentro de la empresa.

"Buenas tardes señoria Bae, su padre me ha indicado que usted tomara su puesto estas semanas por lo que me indico que la pusiera al corriente de las ultimas cosas que quedan por hacer mientras ellos están fuera. Me indico precisamente que se pusiera al contacto con uno de los empresarios que han estado apostando por la compañia, me comenta que tiene altas espectativas y que para su padre es importante que pueda cerrar un trato con esa persona."

La señorita Kim Hyun-ah siempre ha sido la asistente de mi padre desde tiempos memorizables, una jovencita de características peculiares principalmente por su estilo inigualable y atrevido para las oficinas, cargando siempre un labial carmín y su perfume bastante penetrador que probablemente traía a uno que otro de administración bastante atraído hacia ella, es muy hermosa pero lo ultimo que quiero es distracciones en la empresa pero mi padre insistió en traerla de vuelta como su asistente.

Tome mis cosas de mi anterior oficina y comencé a hacer el trabajo que había extrañado durante mucho tiempo, desde que mi padre y Sehun se encargaban de la empresa apenas y podía opinar de las decisiones. A mitad de todo decidí darme un descanso puesto que era bastante cansado intentar ponerme al tanto de todo lo que había sucedido, mandar correos, redactarlos, poner citas y ahora con el percance que había sucedido mi padre tenia fe en encontrar algún candidato o candidata para poder sobrellevar todo y las grandes perdidas que se aproximaban. 

Había ya pasado toda la tarde hasta que anocheció y me percate de eso ya que tuve un mensaje de alerta de mi hogar que alguien había intentado entrar a mi casa, me alarmé y la misma alarma alertó a los oficiales cercanos pero al ir a checar el vecindario y demás solo había sido un intento lo que me dejo bastante insegura así que por el hecho que mi supuesto prometido no estaba mejor tome mis pertenencias del escritorio y en camino a mi BMW estacionado en el sótano del edificio hice una rápida reservación en el hotel cerca de la torre de Seúl.

Ni siquiera regrese por mis pertenencias, no quería pasar a mi hogar sabiendo que hubiera alguien rodeándolo o cerca hoy en día hay muchas personas extrañas en el mundo. Al llegar al hotel me aproxime a la recepción y dar mis datos de entrada a mi habitación, un hombre de una fragancia peculiar se aproximó a la otra chica que atendía en la misma recepción e cruzo un par de palabras cortas con ella obviamente yo seguía en lo mio pero no pude evitar escuchar que su habitación seria la de a lado mío. Comento específicamente que no quería que le molestaran y siguió su camino. Miré de reojo por detrás del  rabillo de mi hombro y mire que su gran espalda y su traje impecable. 

Estaba demasiado cansada así que me dirigí a mi habitación, al llegar avente mis tacones al otro rincon del lugar y decidí darme un baño largo y con agua caliente, admiraba la higiene  pulcredad de ese hotel. Tome la bata del hotel y me aproximé a la cama para acostarme y descansar, cuando cerre finalmente los ojos un par de ruidos me despertaron. ¿Golpes? Me alerte, provenian de la habitación de enseguida, mire a ambos lados algo preocupada pero decidí ignorarlo y volver a dormirme a era demasiado tarde  estaba demasiado cansada. 

Entre sueños escuchaba una voz familiar  y despues de eso gemidos de una mujer, al parecer el hombre que estaba abajo en la recepción no estaba solo y vaya que tenía compañia. Perfecto ahora no podre descansar.


I Want You, Noona. ®J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora