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Y ahí me encontraba, a la mitad de la nada y a la mitad de todo.

— Por lo que veo, tu si me haz olvidado. Vamos Bae no vendrás a saludarme de una manera educada — Dijo aquel Joven con su apuesto traje que le quedaba jodidamente a la perfección.

— ¿Que haces aquí?— Mi voz apenas se escucho en el pasillo pero estaba mas que segura que todos se habían callado solo para ver mi reacción.

— Vino para hablar conmigo— Dijo un hombre mayor saliendo de mi oficina.

— Ok ¿Tu que haces aquí? — Dije ahora subiendo de tono de voz.

— Lo mejor es que entremos a la oficina para hablar mejor— Y sabia correctamente a quien se refería, al chico de dientes de ratón que estaba detrás de mi sosteniendo unos papeles pegados a su pecho.

Tiempo después de una charla super larga e incomoda donde literalmente en cada palabra, cada cosa que salia de sus bocas hacia que todo mi estomago se estrujaba , la bilis me subía a la garganta y todo en mi cabeza daba vueltas.

— Necesito tiempo — Fue lo único que logre finalmente hablar.

— No hay mucho tiempo, tienes dos días — Dijo aquel hombre que no lograba entender.

Salí de aquella oficina casi tropezándome con mis propios pies, necesitaba aire, o una pistola. Cualquiera de los dos.

Sabia, podía sentir su mirada atravesadome la espalda pero nunca me gire a verle, no en estos momentos y no quería que me siguiera, así que a paso rápido crucé las oficinas y me apresuré al ascensor. Y le vi, antes de que las puertas cerraran. Su mirada lo dijo todo, una mirada de cachorrito confundido y sus labios apenas pronuncio 'Noona' cuando las puertas se cerraron.

Aire, aire, necesito aire. Y aun teniendo todo el aire y oxigeno del mundo, sentía como me faltaba en mis pulmones. No era suficiente. Nada era suficiente.

Camine, corrí al primer taxi y le indique al río han. Al estar ahí por fin sentí que mis piernas flaqueaban. ¿Como me sucedía todo esto a mi? ¿por que ahora, cuando las cosas estaban yendo casi bien?

Mis manos fueron de mi cara a mi cabello, desesperada por querer arrancarlo de toda la rabia y sentimientos encontrados que tenia en ese momento. No puede pasarme esto a mi.

"Tenemos que hablar, cariño"

"¿Que sucede papá, que haces aquí?"

"Hace mucho tiempo cariño cometí varios errores de los cuales me arrepiento profundamente..."

¿Errores? Estaba apunto de dejarme en quiebra si no hago lo que quieren que haga. Estoy entre la espada y la pared. Y no solo eso, todo mi esfuerzo, mi trabajo duro, esas horas de sueño que no volverían, mis estudios, mi lucha insaciable de salir adelante, todo, todo lo he dado por esta empresa. Mi vida está en esta compañía y... solo por sus errores los cuales yo tengo que pagar.

Caigo, caigo de rodillas apenas me sujeto del barandal y cierro los ojos. Quiero desaparecer.

Esa tarde me la paso en el río, sola. 

Para mas noche regresaré  a casa y encontrarme con la persona que menos quería toparme. Jungkook.

Esta en el suelo de la puerta principal, tiene llave. No entiendo que hace aquí afuera.

— Noona— Dice en un hilo de voz y sus hermosos ojos grandes se expanden una vez mas y su cara de angustia cambia con solo verme.

— ¿Que haces aquí jungkook?— Mi voz suena ronca y seca, tanto que se asusta ante mi tono.

— yo, yo me he quedado a esperarla. Estaba preocupado por que no sabia de usted y no contestaba mis llamadas. — claro, el siempre tan atento.

— no es nada, vayamos adentro ¿quieres?— dije y apenas podía caminar por el peso, pero era otro tipo de peso que cargaba encima y que no quería lidiar con el en este momento.

Entramos y mientras el se terminaba de quitar sus zapatos me gire para jalarlo hacia mi y besarle, desesperadamente. Sus labios rápidamente se apoderaron de los míos, justo como me gustaba. Mis manos viajaban desde su cuello para acercarle mas a mi, por su pecho fuerte y su marcado abdomen que pedía a gritos ser tocado por dentro de la camisa y así lo hice. Gruño en respuesta. Mis manos estaban frías, su piel caliente.

El por otro lado me acorralo en el pasillo de la entrada, sus manos me recorrían entera, y no quería que pararan. Sus manos se guiaron hasta mi falda de tubo buscando el cierre.

— noona ¿a que viene esto?— Su voz se escuchaba tan excitante, un jadeo salió de mi boca al escucharle.

Y tenia razón, hace un tiempo cuando quería huir del estrés del trabajo acudió a Jungkook y ahora, lo estaba haciendo de nuevo. Me estaba convirtiendo en una coodependiente de el y eso no estaba bien, no ahora  y no nunca.

Menos con lo que sucedería dentro de un día.




I Want You, Noona. ®J.JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora