My Little Kitten『 국민 ¦ Kookmin』

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Después de la ropa que escogió el híbrido, tenía una sonrisa que nadie se la podía quitar. Se veía realmente contento al tener ropa muy bonita.

La joven qué nos atendió, sólo miraba hacía la dirección del castaño, decidió tomarle de la mano para dejarle en claro, que alguna oportunidad el mayor. No tendría, realmente. No le interesaba nadie. La gente miraba raro al joven empresario más conocido y apuesto. Con un "Monstruo" según ellos, y los observaban demasiado sin disimular su odio. El castaño sólo caminaba con el gatito sin importar las miradas.

—Señor, n-nos están mirando mucho —murmuró el híbrido con las orejitas abajo, y movía su esponjosa cola inquietamente cabiz bajo.

—Tranquilo, camina conmigo.

El castaño abrazo posesivamente al híbrido, quien se ruborizaba al sentir como Jeon lo abrazaba protectoramente.

El híbrido al sentir la calidez y seguridad que le provocaba el castaño, recordaba a su dueño. Al chico que lo sacó del infierno donde vivía anteriormente, realmente extrañaba sus abrazos, sus mimos y sus besitos. La atención de JaeBum siempre la tenía el híbrido, a pesar de conocer y convivir con más híbridos y más bonitos que el, aunque el le juraba que tenía ojos, sólo para su hermoso mínimo. Recordaba la sonrisa reconfortante que tenía Im, sus ojitos que cuando sonreía se convertían en una hermosa línea, se le ponían rojas las mejillas con sólo recordar su nombre.

—¿Gatito? —preguntó el castaño preocupado, al ver que llevaba un buen rato ido.

—Eh, perdón —murmuró el rubio al reaccionar, preguntándose ¿Cuánto tiempo se quedó pensando?—. ¿D-decía algo?

—¿Qué si quieres comer pizza, hamburguesa o pollo frito? —sonrió el castaño.

—Lo que sea está bien señor —murmuró, pero el castaño logró escuchar.

—Cariño, no me digas señor. Tengo 24 años y me haces sentir completamente viejo, dime JungKook —con una mano, la acercó hacía la mejilla del híbrido.

JiMin en estos momentos era la persona más hermosa que Jeon haya visto en su maldita vida, la cosa más hermosa y con mejillas regordetas, era el arte más precioso creado por los mismísimos dioses, un hermoso angelito sin alas, tenía un aura tan inocente que lo hacía lucir precioso y jodidamente placentero y excitante para el castaño. Era un sentimiento de placer, no sexualmente. Si no sentimentalmente, en lo más profundo de su corazón, era agradable la sensación que provocaba rubio al castaño.

—L-lo siento, S-señ.. digo, JungKookie —tartamudeo el pequeño JiMin, nervioso al ver como Jeon tenía su mirada sobre él, sólo en él.

—Iré por hamburguesas entonces.

JungKook se levantó y fue por dos hamburguesas para el híbrido y él, el mayor está tan cegado en la atracción y ternura que le provoca el híbrido, que el cumple todo sus caprichos, cuando él ni siquiera se cumplía los suyos.

El castaño ordenó las hamburguesas, encendió su móvil en lo que le daban sus alimentos, y tenía mensajes de Im.

JB:

Jeon, ¿Cómo está JiMin?

Me:

¡Im! ¿¡PORQUE NO ME DIJISTE QUE JIMIN PODRÍA CONVERTIRSE EN HUMANO!?

JB:

Oh eso, es que sabría que te ibas a dar cuenta. Y si te decía no me creerías.

Me:

Bueno, creo que si te entiendo. Está bien, salimos a comer y a comprarle ropa como me lo pediste.

JB:

Perfecto, sólo. Cuidado bien al salir, las personas son ignorantes y tienden a humillar a los híbridos. JiMin toma en cuenta mucho las opiniones de los demás. Te dejó, Yugyeom, Jackson NamJoon ChanYeol y Yongguk me están hablando, nos vemos.

El castaño no contestó, y el joven que lo atendió con una linda sonrisa, le entrego su orden. El castaño agradeció, y fue con JiMin, quien estaba con la cabeza baja y llorando en silencio. Y frente a él en una silla, una chica. Se le hacía conocida, Pero no la reconocía bien.

—Mi amor —la voz chillona de la mujer fastidio al castaño en esos momento.

Oh joder, ¿Por qué tú? 

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