JungKook es muy conocido en Busan por sus empresas internacionales, el castaño le dejan a cuidar a un hermoso gatito con pelaje color miel.
Vaya sorpresa que se llevo a ver aquel precioso híbrido, convertirse enfrente de sus ojos. El pequeño JiMin s...
JiMin después aquel acto sexual, vió como el castaño recuperaba la normalidad en su respiración, cerró sus ojitos simulando dormir, JungKook al ver su reparación tranquila quitó un mechón de su rubio cabello que cubria su vista, dejo un beso en su frente y se levantó para ir al baño, al no sentir el peso en el colchón JiMin chillo en voz baja como una colegiala con su primer beso, su celo llegó y eso significaba una cosa.
La sorpresa que se llevará JungKook cuando vea el híbrido, su rosada entrada dolía cada que se movia y al escuchar pasos cerca cerró nuevamente sus ojos.
Ya quiero ver tu reacción papi. Pensó JiMin con una sonrisa formada en su rostro.
JungKook paso sus brazos por la cintura de el híbrido pegandolo más hacia su anatomía para poder descansar, Morfeo recibió a la pareja en sus brazos para dejarlos caer en un profundo sueño.
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Los molestosos rayos del sol alumbraban en el perfecto rostro de Jeon, coloco su brazo en sus ojos para evitar los rayos del sol y seguir descansando, pero al parecer no lograba conciliar el sueño nuevamente, volteó para ver el hermoso rostro de el rubio quién tenía una mano en su pecho mientras su carita se encontraba pacificamente disfrutando su sueño.
El castaño se acercó un poco más al rostro de JiMin, observando la carita de JiMin era más delgada y un poco más madura, sus brazos ahora eran más largos, la pierna que estaba desnuda del felino era perfecta pero larga, parecía que las piernas de JiMin se notaban así por horas de dedicación al gimnasio, pero no es así.
¿Su JiMin había crecido?
Golpes suaves en la puerta se escucharon haciendo voltear al mayor y esperar a que hablara, sí era su hermana no le contestaría, pero era la voz su empleada, Hye.
—Señor, —Hye volvió a golpear la puerta suavemente—. Buenos días, la señorita Jeon lo espera abajo para desayunar.
—Bajo en un momento, gracias —contestó JungKook analizando a JiMin.
El castaño levanto la sábana que cubría el precioso cuerpo de Park, y se encontro el tierno y pequeño cuerpo de aquel niño híbrido, en un cuerpo creado por los dioses griegos, la perfecta y blanca cara de JiMin fue esculpida por los mismisimos dioses con delicadeza y tanto cuidado, era jodidamente hermoso, paso suavemente su mano por todo el cuerpo de JiMin haciendo que el híbrido arrugara un poco su carita, el castaño cubrió nuevamente a JiMin con las sábanas y lo dejo descansar.
JungKook se dió una ducha y se puso un traje bien planchado por sus empleadas, perfumado y bien peinado para ir a desayunar con su hermana, rogaba a algún dios que JiMin al despertar volviera a su forma gatuna.
Jeon bajo las escaleras y se acercó al comedor donde su comida ya estaría servido, hizo aún lado su silla y se sentó para poder desayunar, a su lado estaba Nayeon mirándolo fijamente, demasiado de cerca sí se puede decir.
—¡Buenos días Kookie! —canturreó Nayeon con una sonrisa—. ¿Es posible que el mismísimo JungKook se despierte tarde?
JungKook digustaba su comida en silencio, y sonreía al escuchar a su hermana.
—Buenos días Nayeon, —sonrió—. ¿Qué horas son?
—Veinte para las doce —respondió la menor.
JungKook se atragantó con la comida, y miró el reloj de su comedor. Se había despertado muy tarde, y eso no iba con el.
—Ayer llegué muy cansado del trabajo, —respondió dándole un sorbo a su café—. Porque existen personas que se la viven trabajando para tener una mejor calidad de vida.
Nayeon cerró levemente sus ojos indignada, e hizo un puchero.
—Te hace falta muuucho amor, hermano eres muy aburrido —respondió.
JungKook no dijo nada, terminando su desayuno y ver como una de sus empleadas se llevaban los platos sucios y los vasos sin ningún líquido o alguna fruta, la azabache aprovecho y se acercó a su mayor.
—Es mi imaginación o, ¿Escuche el crujir de la cama ayer? —preguntó curiosamente.
JungKook miró a su pequeña hermana, y trato de disimular sus nervios para no levantar sospechas, no es que no quisiera presentar a JiMin, pero en estos momentos se encontraría en su cama desnudo durmiendo plácidamente.
—Es tú falta de sueño por estar viendo vídeos o leyendo libros de chicos homosexuales a altas horas de la madrugada, deberías bajar.
Nayeon interrumpió a su hermano, y negó.
—¡Claro que no es eso! —exclamó la chico—. Yo sé que no es eso JungKook, ¡Yo sé que tienes a alguien en tu cuarto!
JungKook se avergonzó, Nayeon gritaba a los cuatro vientos lo que discutían tal vez sus empledas tendrán que chismear hoy.
—¡Atrapame Kook! —dice Nayeon levantándose de su lugar e ir corriendo.
El castaño reaccionó e intento tomar de la muñeca a su hermana, pero ya era tarde ya iba subiendo a toda prisa las escaleras, hizo aún lado la silla e ir tras su hermana quién futuramente tendría un buen regaño por parte de JungKook y algún castigo, llegó rápidamente a la planta alta, y se acercó a prisa a su cuarto.
—¡Oh dios! ¡¿Es enserio JungKook?! —la voz de Nayeon se escuchó.
JungKook miró por el umbral de su puerta, rezando por no ser descubierto.
Oh pobre Nayeon lo que te espera.
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