My Little Kitten『 국민 ¦ Kookmin』

18;☆

Maratón 3/3

JungKook buscaba un lugar vacío para poderse estacionarse, normalmente en corea venden muchísima ropa y habían tienda tras tienda cercana, JiMin admiraba las hermosas calles de Busan, las casitas de colores vivos y fueras de estas habían mucha ropa de cualquier tipo de color que al híbrido le llamara su atención.

—¡Papi! -JiMin movió el brazo de JungKook insistentemente y y señaló por la ventanilla-. ¡Mire eso!

Una bonita sudadera azul cielo, con las palabras baby en color blanco en grande.

—Espera mi amor, tengo que buscar un lugar para poder dejar el auto —dice JungKook mirando hacia los lados para ver si alguien ya había desocupado algún lugar.

El rubio tenía su mejilla pegada al cristal de la puerta que estaba cerrada, y miraba con curiosidad cada prenda que habían en esos lugares, muchísima ropa llamaba la atención de JiMin.

—¡Papi ya quiero bajar! —chilló el híbrido desesperado.

JungKook vió como un carro iba de salida, agradeció internamente que por fin ya estuviera desocupado, si no su parte impaciente iba a arruinar la bonita sonrisa de JiMin al desesperarse e irse del lugar y regresar otro día.

Con cuidado avanzó para tomar el lugar, y un carro se estacionó frente a él golpeando ambos autos, JungKook maldijo al impacto que recibió.

—¡Cielo! ¿Estas bien? —preguntó el castaño al ver al híbrido espantado.

Después de unos segundos, JiMin salió de su transe.

—Amo, ¿Qué sucedió? —el rubio se abrazo así mismo y miraba hacia los lados.

JungKook bajo del auto para revisar quién era el estúpido que se atraviesa cuando el se iba a acomodar.

—¿Qué no te das cuenta que voy pasando? —gritó furioso JungKook.

El jóven del auto contrario salio del auto igual, era un joven de cabello azabache y sonrisa encantadora.

—Disculpa, no me fijé por donde iba, disculpame —dice el chico azabache.

JungKook pone sus manos en su cintura analizando lo sucedido, y pasaba su mano por su cara.

—La próxima vez ten cuidado, puedes lastimar a alguna mujer o un bebé —gruño el castaño molestó.

—Sí, disculpa lo siento no fue mi intención.

—¡Hoseokie! —la suave voz de JiMin hizo voltear a los dos mayores.

JiMin corrió a abrazar a el otro chico, quién correspondio su abrazo con cariño.

—¿JiMin?, wow —dice el azabache revolviendo los rubios cabellos de Park—. No te había visto antes, ya haz crecido.

JiMin se miró y sonrió ocultando sus hermosos ojitos, formando una fina línea y su sonrisa se formó una media luna.

—Amo ya no tenía tiempo para llevarme a clases de baile hyung, estaba ocupado —el menor hizo un puchero.

—JiMin, ¿Quién es él? —el castaño intervino la plática amistosa de ambos.

JungKook golpeaba su mejilla con su lengua, cruzado de brazos. JiMin ya sabía el motivo de que el castaño interrumpiera la plática, estaba celoso de el azabache y en la forma cariñosa que lo trataba.

—Hoseokie hyung, me enseñaba a bailar por las tardes -responde el híbrido.

—Bueno JiMin, me tengo que ir —Hoseok miró su reloj y volvió la mirada al híbrido—. Tengo que ir prácticar con tus demás compañeros, espero verte pronto otra vez pequeño.

El azabache se despidió del rubio y de JungKook quien no quitaba su mirada de él, Park al ver que su mayor se había ido y JungKook no dejaba de buscarlo con la mirada tomo a él castaño del brazo y lo jalo para adentrarse a la primer tienda que vió.

•

JiMin iba de la mano con JungKook quien sólo era jalado cuando el felino veía alguna ropa que le gustaba y le mostraba. JungKook decía que sí a todo lo que su pequeño deseara, quería consentirlo después de todo. Dinero le sobraba, y no tenía problemas si Park llevará ropa de más, le daría todo lo que quisiera.

—¡Amo mire! —JiMin mostró un bonito peluche de conejito blanco no muy grande—. ¿Lo puedo llevar conmigo?

—Todo lo que quieras mi amor, puedes tomarlo —Jeon contesto dulcemente, y le robo un beso de los rosados belfos de JiMin.

Las mejillas de JiMin ardía, y su corazón latía potentemente, se estaba enamorando de la preciosa sonrisa coqueta de JungKook, de su humor tan pesado, sus cariños, sus caricias y sobre todo la forma en que lo protegía.

Su corazón ya tenía un nombre marcado, solamente que no quiere aceptar que se estaba enamorando de JungKook.

JiMin busco alguna falda escolar para poder disfrutar con Jeon, buscaba en la ropa de mujer alguna bonita falda para poderla ocupar cuando JungKook quiera tomarlo nuevamente, tomo una falda rosada escolar, una hombliguera en rosado decía; ¿Who's your daddy? Y lo llevo al montón de ropa que había pedido.

Jeans, tenís, sudaderas, camisas manga larga, ropa interior muy cute, faldas, blusas de mujer, peluches muy tiernos y otras cosas.

—Papi, ya me quiero ir —murmuró JiMin jugando con sus deditos.

—Ya iré a pagar, iremos por un helado y a la casa —JungKook fue al mostrador para pagar toda la ropa.

Se oía solamente como sus productos pasaban por el código de barra y la pantalla mostraba cifras de dinero, sin importarle pago por todo lo que llevaría sin decir absolutamente nada.

—Disculpe, ¿Es su novio? —el joven muchacho que los atendió preguntó curioso al ver las orejas que salían de la cabeza de JiMin y su esponjosa cola.

—Es mi novio, por favor deje de mirarlo así —pidió amablemente JungKook y tomo las bolsas—. Vámonos mi amor.

JiMin ayudó a su amo a llevar sus cosas, pasaron por una heladería y JiMin pidió el cono más grande que había y con doble porción del helado de vainilla, pago nuevamente JungKook y buscaron su auto para regresar a casa.

•

JungKook miró como las calles de Busan eran alumbradas, la noche ya había llegado rápidamente, fue un día de compras para su pequeño, quien ahora dormía en el asiento, después de haberse subido al auto Morfeo abrazo a JiMin y lo arrullo para llevarlo a un profundo sueño.

JungKook llegó a su casa, y pidió ayuda a Hye y a las demás a llevar las cosas del Híbrido quién dormia como un hermoso bebé en sus brazos, Nayeon se durmió temprano por lo que pudo escuchar y no tuvo problema para subir las escaleras con Park en brazos.

Abrió la puerta de su habitación, y acomodo a JiMin en la suave cama, tomo la sudadera que traía puesta en la mañana cuando su celo le había alborotado, quitó las prendas para colocar la ropa cómoda, arropó al rubio con las sábanas gruesas para que no le pegará algún resfriado por el aire acondicionado y beso su frente dulcemente.

—Descansa mi amor —susurró JungKook para acostarse alado de Park.

JungKook a los pocos minutos igual cayó a brazos de Morfeo.