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Luego, una bella chica se asomó detrás de aquellos grandes almacenes y me miró con sus grandes ojos pardos. Su piel palida, mostraba las pecas esparcidas por su joven rostro. Su cabello alisado y con un color castaño platinado. Me sonrió, con sus labios rosados pintados con brillo.

-Hola. -Me dijo, amable.

-Hola.

-¿Hablas español verdad? - Preguntó.

Asentí con la cabeza sólo una vez.

-Genial, entonces ¿en qué puedo ayudarte? - Me regalo una sonrisa bastante extensa.

-Bueno yo.. quiero revelar algunas fotos. - Dije.

-Oh, claro, sólo ¿podrías esperarme un poquito? Tengo problemas allá atrás con esa tonta máquina de fotocopiado. - Hizo una mueca.

-Claro. - Reí.

Se perdió de mi vista en aquella densa oscuridad detras de los almacenes de los que antes había salido pero aún podía escuchar con claridad los ruidos que hacía la máquina.

-Eres americana, ¿verdad? - Preguntó.

-Eh si. - Intenté adivinar el lugar exacto del que provenía su voz, elevando mi cabeza sólo un poco para poder ver algo. -¿También tu?

-No, pero me encanta el continente, ¿De dónde vienes?

-California.

-¿Enserio? - Saltó de pronto del lado contrario al que se había metido y me hizo pegar un brinco.

-Si. - Sonreí.

-¡Qué emoción! Siempre he qurdido ir a América, pero aún me falta mucho por vivir aquí así que. - Se encogió de hombros. -Me llamo Valerie, nombre americano, lo sé. - Rió. -Por cierto, dime Vale. - Me extendió la mano.

-Un gusto Vale, soy Paula.

-¡Que lindo nombre! - Sonrió.

-Gracias Vale.

Aquella linda chica hizo que el tiempo que esperaba para que mis fotografías fuesen reveladas, se me pasará volando; platicaba conmigo y me hacía sentir como si me conociera desde hace años, además el entusiasmo que aplicaba en cada palabra me hacía sentir cómoda y familiarizada. Bri era casi igual.

-¿Quién es el chico lindo de las fotografías? - Me preguntó, mientras sacaba las fotos del ácido cianhídrico y los colgaba en el lazo con cuidado. -¿Un modelo?

-No. - Reí.

-¿Y lo tomaste como modelo?

-No exactamente. - Musité.

-Pues sale en la mayoría de las fotografías. - Levantó sus cejas. -Y muy guapo, déjame decirte.

-¿Insunas algo? - Entrecerré mis ojos en ella.

-No, para nada. - Negó con su cabeza.

-Fue accidental que mi lente captara su rostro, nada más. - Expliqué.

-Está bien, yo no dije nada, pero ¿por que no sale tu amiga? - Acusó indirectamente.

-Ese día sólo íbamos yo y el. - Murmure.

Vale abrió sus ojos y acusadores se posaron sobre mí, con cierta expresión de emoción.

-No es lo que piensas. - Dije torpemente. -Bri no pudo llevarme y ofreció a Grayson, es todo.

-¿Bri? ¿Grayson?

-Oh, mi amiga y su novio.

Me dio una sonrisa cómplice que no entendí.

-Pero es bastante guapo, ¿no? - Insistió.

-La verdad, si que lo es.

Sus ojos se posaron discretos sobre mi y pude notar su sonrisa en aquel cuarto oscuro en el que estábamos revelando las fotos. Pero no dijo nada.

Había sido increíble haber hablado con Vale, era el primer día que la conocía y me trataba como si fuéramos amigas de toda la vida, algo que por supuesto, me agradó completamente.

Decidí comer afuera, algún restaurante pequeño y no tan extravagante como al que Grayson me había llevado el día anterior, además de que no tenía el capital monetario para pagarme algo así.

[...]

Cuando llegue al departamento, vi algo que me resultó extrañamente perturbador; abrí la puerta justo en el momento equivocado, quizá si me hubiera tardado hubiera sido mejor que llegar en el instante justo en el que Grayson y Bri estaban teniendo sexo en los sillones.
Algo golpeo cerca de mi corazón y la mariposa enloqueció en su pequeña jaula.

-¡Perdón! - Musité incomoda cuando sus miradas se posaron sobre mí.

-Paula. - Dijo Bri cubriendo su cuerpo junto con el de Grayson en una sábana de terciopelo rojo. -¿Dónde has estado todo el dia, bestia?

Me reí.

-Matando el tiempo. -Dije. -Sin ti aquí es muy aburrido. - Bufe. -Iré a mi habitación, así ustedes terminan sus cosas. - Dije torpemente.

-Está bien, sólo nos vestiremos y nos cuentas todo lo que has hecho. - Sonrió y yo asentí.

[...]

-Paula puedes venir. - Grito Bri desde la cocina.

Respire hondo y salí de mi habitación con el sobre de fotografías en mis manos.

-Asi qué, ¿te fuiste a vagar por las calles de Venecia? - Abrió sus ojos.

-No tuve mas opciones.

-¿Qué hay en el sobre? - Observó el grueso sobre amarillo que sujetaba fuertemente en mi mano, en donde Vale me había entregado las fotos que había revelado.

No tenía problema alguno en hacerle saber que eran las fotos que había tomado ayer, el problema era que no sabía como explicarle que el rostro de su novio aparecía en la mayoría, tampoco sabía porqué tenía miedo de eso.

-Bueno, nada importante, fotografías. - Levanté los hombros, nerviosa.

-¿De las que tomaste ayer?

-Así es.

-¡Quiero verlas! - Dijo entusiasmada.

Por instinto sujete el sobre con mas fuerza en mi mano, produciendo arruguitas en el papel y haciéndolo crujir, mientras mis ojos se abrían como platos.

-No son muy buenas Bri. - Dije nerviosa.

-Como no van a ser buenas si eres una excelente fotógrafa, anda quiero verlas. - Sonrió dándome confianza.

Lleve el sobre indirectamente a mi espalda, resguardándolo. ¿Qué me costaba darle el sobre y explicarle que el rostro de perfecto de su novio se había fugado en unas cuantas fotos? ¿Qué malo había en eso?

-Emmm.. mañana, mañana te las muestro, estoy muy cansada hoy, además, aún tengo que eliminar bastantes, hay muchas que no me gustan. - Expliqué nerviosa.

-Hay algo ahí que no quieres que vea, ¿cierto? - Se cruzó de brazos.

Las manos comenzaron a sudarme y el corazón a latir más rápido de lo normal.
No sabía porqué me sentía como el culpable de un delito en el momento que es interrogado y a punto de ser descubierto.

-Si, claro que lo hay, fotos horrendas que no quieres ver. Dame un minuto, las ordenó y te las muestro, ¿esta bien? - Musité torpemente.

MANUAL DE LO PROHIBIDO ➳ gd   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora