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-Hasta luego Cam. - Dije, cuando lo vi introducirse a su departamento.

Me giré a mirar a Grayson, quien seguía parado allí, de brazos cruzados y mirándome.

-¿Decidiste hacerle caso a Bri? - Bromeó.

-¿Que? - Pregunté confundida.

Grayson se separó de la puerta cuando yo me dirigí para abrirla.

-Si, eso de buscarte pareja. - Musitó.

-Solo salí a tomar un café con mi vecino para conocerlo mejor. - Expliqué. -Eso no tiene nada que ver con los planes macabros de Bri.

Él río.

-¿Con que son macabros? Se lo voy a decir, te acusaré. - Dijo divertido.

-No hace falta, ella lo sabe. - Abrí la puerta y Grayson se introdujo detrás de mi. -¿Sabes que Bri llega a las ocho, verdad? - Dije sarcástica.

-Lo sé, pero es que no tengo mucho que hacer y es mejor pasar el rato aquí mientras la espero.

-Bueno, es agradable tenerte aquí mientras esperas. - Dije.

-Gracias, que linda. - Dijo y en ese momento di gracias de encontrarme de espaldas seguro que todo el color se me subió al rostro. -Mañana saldremos todos, asi podrás conocer a mi hermano, Ethan, ¿lo recuerdas? - Dijo.

-Emm.. sí, estoy emocionada.

-Ethan también.

Así, planeamos lo que sería el día de mañana y estar a su lado lo encontraba cada vez mas cómodo y magnífico. El tenía ese raro poder para encantarme, dejarme sin el habla o adivinarme los pensamientos a veces; era simplemente sensacional y la mariposa se movía de felicidad, pero solo hasta que llegaba Bri, porqué luego, al verlos reírse el uno con el otro y llamarse "amor" está empezaba a incomodarse y me hacía salir de la escena cursi que no queríamos ver ni ella ni yo. Porqué empezaba a resultarme drásticamente incómoda.

[...]

-¡Bestia, arriba! - Bri tenia la costumbre de despertarme con golpes en la puerta, por eso era lindo que se fuera a trabajar.

Balbuceé entre la almohada y luego comprendí que los molestos golpes en la puerta no pararían hasta que Bri me viera con los ojos abiertos.
Me paré con pereza y abrí la puerta, Bri estaba en la cocina buscando algo en el refrigerador. Me miró.

-Ponte algo lindo, algo verde, a Ethan le gusta el verde. - Dijo.

-Estas loca. - Dije y me di la vuelta para vestirme.

-Si quieres gustarle a Ethan, escucha mis consejos. - Gritó desde la cocina.

-No quiero gustarle a Ethan, ¡ni siquiera lo conozco! - Me quejé, saliendo de nuevo de mi habitación; increíblemente asombrada del esfuerzo de Bri por emparejarme.

-Solo vístete, ¿quieres? Ellos llegarán en cualquier momento.

-Eres perversa. - La fulminé con la mirada.

-Pero así me quieres. - Me sacó la lengua y me vi obligada a reír.

-Tonta. - Dije riendo.

Me vestí con una blusa azul y con unos jeans entubados, solo por llevarle la contraría a Bri. A los pocos minutos, oí el timbre sonar y la mariposa empezó a moverse de un lado a otro cantando el nombre de Grayson.

Salí de mi habitación al oír el murmullo de las voces y allí junto al ángel de oro, reposaba otro. Era idéntico a Grayson, sin embargo su cabello era mas largo y oscuro, con algunos rizos juguetones que sobresalían de sus costados, su piel, casi la del color de su hermano, hacía lucir sus ojos verdes y cuando me sonrió, los pómulos se le elevaron notablemente.

-Hola. - Musité.

-Paula, él es Ethan. - Me dijo Bri, empujandome hacía el par de ángeles.

Estendí la mano para saludarlo y el respondió mi saludo.

-Hola. - Me dijo.

No estaba muy segura, pero sentía muy dentro de mi como dos partes; una atenta a Ethan, pero la otra, atenta a Grayson. Seguro la mariposa estaba dentro de la segunda.

-Bueno, ya se conocieron ¿a dónde vamos a ir? - Preguntó Bri.

-¿Quieren almorzar en...? - Dijo Grayson al fin y yo completamente me perdí en su voz.

Deje de escuchar la conversación que tenían los tres, de hecho, mis ojos estaban tercos y habían dejado a mis otros sentidos inactivos, ya que ellos se aferraban a mantener la vista en Grayson.

Los labios de los demás dejaron de moverse, luego me miraron.
¡Reacciona! Me ordenó una voz en mi cabeza. Entonces mis sentidos comenzaron a funcionar.

-Paula. - Dijo Bri pasando su mano por mi vista repetidas veces.

-¿Eh? - Dije terriblemente perdida.

-¿Que si quieres almorzar pizza? - Me preguntó.

-Amm.. sí. - Dije.

¿Cuanto tiempo me habían estado hablando?

-Vamos entonces. - Concluyó Grayson.

Nos dejaron pasar primero y luego, en la Hybrid de Grayson nos dirigimos a un local de pizza.

[...]

Nos sentamos en una mesa, Grayson y Bri en un lado y Ethan y yo en el otro.
Ambos enfrente de ambos.

-Pidamos la pizza típica, para que Paula pueda probarla. - Dijo Bri y Ethan y Grayson asintieron.

Luego de unos minutos la pizza estaba servida enfrente de nosotros, y el olor a queso y salsa desprendía en cada movimiento mínimo de la pizza. Me sirvieron dos rebanadas, que inmediatamente me comí, ya que sabia delicioso; mientras que intercambiábamos la típica información de los que recién se conocen.

Yo miraba a Grayson sólo cuando nadie me observaba a mí, evitando ser descubierta mientras lo apreciaba en cada gesto que hacía y cada palabra proveniente de sus labios. Él era hermoso a su propia manera y ni siquiera se daba cuenta de eso.

MANUAL DE LO PROHIBIDO ➳ gd   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora