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—¡Hola! – Ethan me sonrió, haciendo notar sus pómulos rojos.

—Que bueno que llegaste. – Dije y lo tomé de la mano para sentarlo conmigo.

—Cuentame, ¿qué pasa?

—Bueno, tengo un muy grave problema.

Sus cejas se levantaron al mismo tiempo que abría su boca en un gesto de sorpresa pero luego pasó a ser un ceño fruncido.

—¿Qué tipo de problema? ¿Qué es?

—Bueno, ¿queres que te lo diga sin tantos rodeos? – Pregunté, a lo mejor así era más fácil para mí.

Ethan asintió.

—Creo que me gusta Grayson. – Dije, casi hablando entre dientes, consumida por la vergüenza.

—¡¿Qué te gusta quién?!  – Sus ojos marrones se abrieron al igual que su boca.

—No me hagas repetirlo. – Lo miré mal.

—¿Estás enamorada de Grayson? – Preguntó.

—No, enamorada no. – Negué. —Sólo, me gusta... mucho. – Admití, avergonzada.

—Dios. – Dijo, despeinando su pelo. —Ahora somos compañeros del mismo dolor. – Bromeó.

—Ethan, no estoy enamorada de Grayson. – Volví a especificar.

—No por ahora.

Le fruncí el ceño y él rió.

—Vamos, cuentame como pasó. – Me acarició la pierna cariñosamente.

—Bueno. – Suspiré. —Creo que fue desde que lo ví. Mira, yo no creo en el amor a primera vista, pero cuando vi a Grayson, me atrajo al instante. Tu hermano es muy lindo.

—Ya escuché eso. – Musitó Ethan.

—Bueno, tú no te quedas atrás. – Admití.

—Gracias. Continúa.

—Él no me dijo que era novio de Bri, y Bri tampoco me mencionó que tenía uno, así que mís pensamientos volaron libremente y entonces chocaron contra una dura pared cuando me enteré de que ellos eran novios.

—¿Cómo te enteraste?

—Escuché a Bri decirle "amor" y luego besarlo.

—Oh. – Musitó y quiso fingir que no le importó pero fue notable que le dolió. Capte entonces que debía guardarme comentarios como ese.

—Luego Bri me contó que eran novios y yo comencé a convivir con Gray, ya sabes, mientras espera a que Bri llegué del trabajo y eso, después... – Ethan me interrumpió.

—Espera, espera. ¿Cómo que convives con Gray mientras espera a que Bri llegue?

—Si, bueno, Bri llega a las ocho y Grayson va a las siete al departamento.

—¿Porqué hace eso? – Preguntó, confundido.

—Dice que es agradable estar ahí. – Me encogí de hombros.

—Continúa, continúa. – Me alentó a seguir.

—Bueno, comencé a convivir con él, llevarnos bien es fácil, es agradable y divertido, pero mientras más convivíamos, empecé a sentir cosas por él.

—¿Cosas?

—Si, ya sabes, ese tipo de cosas. – Me encogí de hombros.

—¿El cosquilleo en el estómago, la sonrisa de idiota en la cara, el latir inoportuno del corazón y las ridículas ganas de verle la cara a cada instante de cada día?

—Eso... mismo.

—¿Esas ganas de ser Bri, esos molestos pinchazos en tu corazón cuando los ves besándose, riendo y hablando?

—Si. – Musité.

—Querida mía. – Me miró fijamente. —Lamento confirmarte que estás enamorada. – Me acarició la barbilla.

—¡¿Que?¡ – Grité.

—¿Por qué no? – Preguntó, tranquilo.

—¡Porque es el novio de mi mejor amiga! No debo, no puedo. – Negué con la cabeza.

—Uno no decide de quien enamorarse. – Suspiró. —Y si no, mirame a mí, no debo ni puedo estar enamorado de Bri, sin embargo, lo estoy. – Se encogió de hombros.

—¿Por qué lo tomas con tanta calma?

—Porqué no voy a ponerme a llorar. ¿Qué más puedo hacer si no es aceptar y vivir con eso? Aunque me duela.

—Y mucho. – Admití, ahora caía en la cuenta del porqué es que lo entendía desde un principio.

—Ahora sé por qué nunca me juzgaste. – Dijo, adivinando mi pensamiento.

—¿Y que vamos a hacer ahora? – Pregunté.

—Tratar de separarlos y hacer que Grayson te ame y Bri me ame a mí. – Dijo.

—¿Que? – Lo miré.

—Sabes que eso fue sarcasmo, ¿verdad? No vamos a hacer nada, no podemos hacer nada. – Suspiró.

—Por un segundo lo creí.  – Susurré, cruzándome de brazos.

"Y me gustó" completó una voz en mi cabeza.

—¿Te digo algo? – Dije.

—Dime. – Me miró.

—Creo que Grayson se... – Me daba vergüenza decir eso, porque seguro Ethan pensaría que estaba loca.

—Se... ¿que? – Preguntó.

—Se pone un poco celoso cuando me ve con Cameron. – Terminé diciendo.

—¿Cameron Dallas?

—Ajá.

—¿Porqué se pondría celoso? – Preguntó.

—No sé. Pero he visto que cada vez que estoy con Cam de la mano y le doy un beso en la mejilla o que Cam me dice cumplidos, Grayson no parece muy contento. – Admití.

—¿Te gusta Cam? – Preguntó y me hizo recordar cuando Grayson me preguntó lo mismo.

—Es lindo, pero lo prefiero como amigo.

—Entonces, ¿usas a Cam para darle celos a Grayson? – Preguntó, curioso.

Lo primero que pensé en decir fue "No" pero después lo pensé mejor, decir "No" sería completamente falso, porque conciente o inconciente, yo hacia eso para ver el ceño fruncido en la cara de Graysony luego sentirme bien al saber, o mejor dicho, creer, que yo le robaba algún tipo de sentimiento de inquietud.

Ethan interpretó mi silencio.

—Pau, eso no se hace. – Me regañó.

—La mayoría del tiempo no lo hago a propósito. – Susurré.

—Y Gray no tiene porque ponerse celoso. Esto está muy raro. – Musitó.

Yo sólo me deje caer en el respaldo del banco, suspirando. No quería hacerme ilusiones, no debía.

MANUAL DE LO PROHIBIDO ➳ gd   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora