Tu Reina. La Reina Slayer [Los Errores Del Cazador: I]

Punto muerto.

El grupo de Slayers seguía corriendo, la respiración se les dificultaba, el barro los hacía caer y la lluvia les tapaba la vista.

Y después de unos minutos corriendo, todos pararon en seco.

—¿Por qué... abandonamos a Sousuke?— preguntó Heartfilia al borde de las lágrimas.

¿Por qué habían salido corriendo?¿Por qué no se habían quedado a respaldarlo?

Un Slayer nunca huye de una batalla, nunca, a pesar de que la derrota sea inminente. Lo tenían bien marcado, era un instinto de todo Slayer correr hacia la batalla...

Entonces... ¿Por qué habían huido?

—T-Tú...— balbuceó Gray, dirigiendo su mirada hacia el camino del que venían, estaba en shock...pero también ardía en furia— ¡MALDITO SOUSUKE!

Y corrió de regreso, a una velocidad aún mayor de la que había usado para huir.

Los demás lo siguieron... Con excepción de uno.

Rogue.

Pues podría identificar esa maldita peste a kilómetros de distancia.

—Deimos...— soltó en un gruñido.

¿Acaso usó magia para hacerlos huir? ¿O fue Sousuke el que lo hizo?

No lo podía saber... No confiaba en ninguno.

—¿Tanto lo odias?

Escuchó que una voz le preguntó y se sorprendió al ver a Momo.

—¿Qué haces aquí?— le preguntó y el otro rodó los ojos.

—No se contesta a una pregunta con otra pregunta.

—¿Y quién te dice que quiero responder?

Ambos quedaron en un punto muerto, un punto en el que recordaban lo que habían pasado con el contrario y se irritaban más con el contrario por eso.

—No puedo perder mi tiempo contigo— murmuró Momo de repente y de un momento a otro desapareció a la vez que un rayo caía.

Rogue no sabía cómo reaccionar, ese encuentro había sido un poco raro.

Pero entonces, decidió seguir a los demás.

Y así, se encontró corriendo hacia el sitio del que había huido despavorido.

Sousuke por el contrario se encontraba tirado a los pies de un árbol, derrotado.

Estaba cansado a pesar de que Deimos lo hubiera sanado. Creía que se debía a que el cazador aún no recordaba bien como usar su magia y por obvias razones no podría sanarlo totalmente.

Estaba feliz por que pudo verlo después de tanto tiempo, pero... se sentía incómodo, porque no sabía si el cazador podría intuir lo que pasaba con sus sentimientos.