Capítulo 8: El cliché se está poniendo raro.

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Ethan.

—Odio mi vida. La detesto.

Se quejó una vez más, el tipo de cabello blanco y ojos agotados, lanzando su manuscrito a la basura. Estaba muy frustrado por todos los errores en él. No había tenido tiempo para ponerse al corriente con sus historias, las dejó prometiendo mucho para el siguiente capítulo, pero no tuvo tiempo para subir nada. Me dejó tres semanas en este mundo, con todo pausado, conmigo vagando con los demás ayudantes por una ciudad fantasma, y ahora que volvió no podía escribir nada.

¿Debería asesinarlo? No me conviene... aún.

—¿Debo preguntar la razón por la qué...? —volteé a ver su escritorio. Tenía los ojos llorosos. ¡Por un ser omnipotente, era un joven que parecía anciano, ¿y estaba llorando?! Aún seguía siendo un adolescente, un puberto—. ¿Estás frustrado por la exportación de Parahell? Te dije que no debías comenzar a escribir libros complicados para el entendimiento y con una narrativa complicada... El lugar del que hablas en la historia ni si quiera es posible.

Hizo una mueca amarga. Supuse que estaba molesto porque alguien le dijera las cosas como son y más cuando alguien perfecto como yo se lo recalcaba sin piedad.

—¡Claro que existe, genio! —se levantó de golpe azotando la palma de sus manos contra el escritorio— ¡Es un mundo diferente el de ustedes! ¡El mío es real, y este lugar existe ahí! Todos éramos sólo inteligencias vagando en medio de la nada, hasta que sucedió lo que conocemos como "Big Bang" o a lo que yo llamo "Luz". Nos fue conferida una meta, de progresar y entrenar hasta tener la capacidad de llegar a lo que conocemos como "La vida". Ese lugar es la pre-existencia, un lugar en el que nadie existe, en el que se preparan para existir. Al que he llamado Nonato, y la sede de progresión Parahell.

Explicó casi terminando sin aire. Suspiré al escuchar todas sus pavadas.

En serio... si iba a ser tan largo mejor no le hubiera preguntado.

—¿Y qué? ¿Me sacaste de ese lugar o algo parecido? —comencé a reír. Él me vió como si me estuviera burlando de algo importante. Debería haberme callado—. ¿Matt?

Frunció su ceño y caminó hasta mí con un aura oscura y tenebrosa. No, no, no, no, no, para eso, podemos hablarlo. Esta no es la solución. Rodeó mi cuerpo con sus brazos y me tiró por la ventana de a lado, aventando también mi pluma robótica y el instrumento nube.

—¡VE A HACER TU CENSURA TRABAJO! —gritó a todo pulmón.

Y lo dice un maltrabaja... –Persona perezosa, haragana–.

—¡HEY! —le grité desde abajo, acomodando el pedazo de rama enterrado en mi hombro. Los transeúntes se espantaron por la escena, pero el portero del edificio lo vió muy normal. Él se asomó como si fuera Rapunzel, pero su cabello blanco y ojos azules eran más hermosos—. ¡¿Near es heterosexual u homosexual?! ¡Los lectores tienen esa duda!

—¡ES BISEXUAL! —gritó volviendo adentro, azotando la ventana.

N/T: Sí, Matt, sigue negando su verdadera naturaleza.

~•~•~•~

Evelyn.

Todas las mañanas veo por mi ventana al señor sol. ¡Doy gracias a Matt, por dejarme narrar! Y si me buscas, recuerden que yo ya no estoy, pues me he ido a Marte a suicidar.

Me levanté con un brinco alegre, esperando verme como una chica hermosa y cliché que despierta por lo rayos de sol como la más bella del planeta, con una sonrisa que dejaba impactado al mundo, una mirada... que hipnotizaba a quien sea. ¿Cómo se deletrea hipnotiza?

El narrador que se enamoró de la protagonista. {FINALIZADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora