Capítulo 5: Una protagonista sin talento.

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Ethan.

Pateé la puerta de la oficina de Matt con todas mis fuerzas, intentando derribarla. Se abrió de golpe, y ahí estaba, Mathew Davis, con cara de panda por no haber dormido en dos semanas llenas de alcohol, con toda la oficina hecha un desastre por los papeles flotantes y con expresión nerviosa al ver mi magnífica entrada.

Tiró su mochila delatando que recién llegó al lugar y se puso en posición listo para huir por algún hueco.

—¡¡MATT, Estuviste... desaparecido... una semana...!! —comencé a gritar mientras caminaba hacia él. Él comenzó a temblar y a intentar huir lejos de mi presencia, pero claro, yo cerré todas las salidas minutos antes—. ¡Lo que fue medio mes con todo el universo literario pausado!

Grité molesto ardiendo en llamas y con un palo de escoba para sacarlo como rata de sus mentiras.

—¡Discúlpame, discúlpame, discúlpame, discúlpame! —comenzó a arrodillarse intentando evitar mis golpes. Podía ser el escritor, pero sabía cuando hacía algo mal o me molestaba.

—¡¿Estás consciente de que aunque pause las historias se nota en sus rostros cuando envejecen?! ¡Aparte no me avisaste cuando llegaste y actualizaste cosas sin mi consentimiento! —lo levanté aún más enfadado, y él cubrió su rostro.

—¡Sabes que estaba ocupado!

Se zafó de mi agarre y tomó asiento rápidamente en su escritorio. Suspiró por mis regaños.

—¡Te mudaste en una semana y media, tenías media semana para activarte! ¡Pero no, la diva decidió flojear y andar de atizador hasta que pasaran dos semanas! —bufé golpeando el escritorio. Dió un brinco del susto –atizador: persona que como y bebe con fruición y a menudo en exceso– ¡Eres un desgraciado camastrón!

Persona hipócrita–.

¡¿Eh?! ¡Deja de hablar como anciano y dilo bien a mi cara, idiota insensible! —quiso fingir que sabía esa palabra.

—¡¿Estás consciente de que les hiciste perder medio mes de vida a tus protagonistas por no estar pendiente de ellos?! ¡¿Si quiera sabes lo que se siente detener a alguien por tu irresponsabilidad, maldito inmaduro?!

Intenté hacerlo entrar en razón, pero me arrepentí al verle fruncir el ceño y rechinar los dientes como si lo hubiera herido gravemente. ¿Ahora por qué se molestó?

—¡Ve a narrar la historia La chica que me enseñó lo que realmente me importa y ya! —ordenó molesto, azotando sus manos contra el escritorio y reparando de pie—. ¡Fin de la discusión!

Se acercó para sacarme del lugar.

—Oye, oye, oye —comenzó a empujarme—. ¿Qué hiciste con Líquidos transparentes y la La tonta comedia de amor que estaba a punto de salir? —se detuvo un momento. Si piel palideció ante mi pregunta.

—Los eliminé —sonrió echándome por la puerta con gran rapidez.

—¡¿Eh?!

~•~•~•~

Las luces en el teatro iluminaban el escenario con claridad, una escena impactante. Las butacas rojas y cafés eran suficientes para todos los alumnos. La presentación de las brujas de Salem les daría esos puntos extras que necesitaban los de la clase F-5 para salir de su miseria y no reprobar nuevamente. Tuvimos que correr el rumor de que Evelyn terminó en esa clase porque siempre tenía nervios la "nerd" al presentar un examen.

—Hey, Ethan, ¿me ayudarás con el área musical para la obra? Soy la peor de la asignatura de música —destacó Evelyn haciéndome señas. No me di cuenta de cuando llegamos al escenario para practicar.

El narrador que se enamoró de la protagonista. {FINALIZADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora