Día 3

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Alejandro buscó a Valeria otra vez.

Los dos llegaron juntos al instituto y muchas miradas se posaron ellos agarrados de las manos, ya se corría el rumor de que eran novios.

Valeria entró a su clase como todos los días y se sentó a esperar a su profesor mientras hablaba con sus compañeras.

La puerta del salón se abrió y todos voltearon, Alejandro entró con pasos rápidos y se dirigió a Valeria la cual lo miraba como si estuviera loco.

—Se me había olvidado decirte—todos los que estaban en el salón pusieron su atención en ellos—Mis padres te invitaron a cena mañana en casa—Valeria iba a negarse pero el siguió hablando—Y no acepto un no como respuesta.

Y sin más, salió del salón dejándola estupefacta.

Los demás que estaban en el salón siguieron con sus cosas pero sus compañeras chillaron de emoción cuando el chico salió.

—Pero es tan bello—dijo una de ellas, Tessa.

—Que suerte tienes de que sea tu novio—siguió otra, Amanda.

—Si...—respondió Valeria.

Sus compañeras siguieron hablando de ella y Alejandro hasta que el profesor se hizo presente en el salón.

...

Valeria sale de su salón después de dos largas clases.

Camina por el pasillo con su mente en otro lado, en el chico que la invitó a cenar.

Algo golpea su hombro haciendo su equilibrio falle y casi caiga, casi.

Unas manos la sostienen por la cintura, abre sus ojos y se encuentra de frente con un chico del equipo de futbol, lo sabe por su chaqueta, los dos están muy cerca uno de otro. Ella pone sus manos en pecho del chico se empuja y se aleja, así se siente mejor.

—Lo siento, fue sin querer es que estaba distraído—dice el chico.

—No importa yo también tuve la culpa igual—responde acomodando su mochila en su hombro.

—Bueno, después nos vemos, Valeria ¿verdad?—pregunta mientras camina de para atrás.

—Eh, si, y tú Jason ¿cierto?—

—Si el mismo—responde con una sonrisa, como iba caminando para atrás tropieza pero no cae.

Valeria se ríe y cubre su boca con su mano, él la mira sacude su mano como forma de despedida y ella lo imita. Le agradó Jason.

...

Entra a la biblioteca y se encuentra con Alejandro en la recepción.

—Hey—lo saluda y deja su mochila donde está la bibliotecaria quien lo agarra y lo guarda.

—Hola—responde el saludo el chico.

La bibliotecaria le da las instrucciones a cada uno y empiezan a cumplir con su sanción.

Alejandro está por un lado acomodando las mesas y todo lo hay en ella, Valeria arregla los libros y los coloca en cada estante.

Ella agarra uno de los libros que le llamo la atención y lo abre para ojearlo.

—Es muy bueno—dice Alejandro detrás de ella sorpendiéndola—Deberías leerlo, te lo recomiendo.

—Está bien, lo haré—el chico se acerca más a ella haciendo que retroceda hasta que su espalda choca con uno de los estantes—Lo haré como deberíamos de estar haciendo lo que nos manda...

Su frases se corta al momento que el chico la acorrala apoyando uno de sus brazos en el estante y el otro en la cintura de ella, su respiración se corta momentáneamente y levanta su vista hacia los ojos de él.

—Deberíamos, o tal vez no—dice el chico.

Los ojos de Valeria bajan de a sus labios mientras el pronuncia las palabras lentamente, sus labios se ven carnosos y suaves, se queda más tiempo del que debería observando sus labios hasta que el chico forma una sonrisa ladeada en ellos.

— ¿Qué veías?—pregunta con burla.

Ella lo empujan con fuerza haciendo que se separen y lo mira con odio.

—Nada—responde secamente—Mejor sigue haciendo lo que te tocó.

Alejandro la mira con burla pero no dice nada y se va con esa sonrisa hasta las mesas de la biblioteca.

"¿Qué estaba haciendo?" se pregunta Valeria.

...

Alejandro estaciona el auto enfrente de la casa de Valeria, la sonrisa burlona aún sigue en su rostro.

—Gracias por traerme—dice Valeria que se a aguantado de todo el camino de darle un golpe para borrar esa sonrisa de él.

—No es nada, mañana también paso por ti—la sonrisa se extiende más y Valeria abre la puerta del auto pero se asuma por la ventana—Sin reproches ya sabes.

—Claro sin reproches—rueda sus ojos—Quita esa sonrisa o te pego.

—Ya, ya, sin agresividad—levanta sus manos de forma exagerada y ella vuelve a rodar los ojos—Hasta mañana niña tonta.

—Hasta mañana inepto—

Valeria empieza a caminar hacia la entrada de su casa mientras Alejandro la ve y recuerda algo.

—Oye—grita y ella voltea—No te olvide de la cena.

Y sin esperar respuesta como ya estaba acostumbrándose, se va.



Maratón 2/3

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Maratón 2/3

Camila Mendes como Valeria

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21 Días Para Amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora