Shaday sale de su casa corriendo para que su hermano no la deje.
—Deberías de tener un auto—dice Asher su hermano mientras ella sube al asiento de copiloto—Ah, cierto que lo tienes pero no sabes manejar—se ríe de su hermana.
—Ay, que risa—responde sarcásticamente Shaday—Sabes que me da miedo eso, ¿y si atropello a alguien?
—No seas tontita—su hermano le da un golpecito en la cabeza.
No responde y solo saca un libro de su mochila, empieza a leer mientras su hermano conduce hasta el instituto pero cada vez que lee frunce el ceño, entrecierra sus ojos y acerca el libro para ver mejor.
—Shaday—dice su hermano serio después de estacionar el auto a un lado de la carretera.
— ¿Por qué no avanzas?—pregunta Shaday con tono nervios, se remueve en su asiento y no mira a su hermano—Vamos a llegar tarde.
Asher agarra con una de sus manos la de su hermana que es con la que sostiene fuertemente el libro, con su otra mano agarra el rostro de Shaday haciendo que ella lo mire.
—Sabes que no está bien, que tu no estás bien—hace una pausa—Tienes que ver a un doctor.
Shaday cierra sus ojos conteniendo las lágrimas que quieren salir.
—Lo sé—abre sus ojos cristalizados—Pero es que tengo miedo.
—No debes de tenerlo yo estoy contigo, es por tu bien—dice mientras la atrae a él para abrazarla.
—Asher, pero es que mi vista a ido empeorando, me da miedo que los resultados sean negativos, puedo quedar ciega—las lágrimas recorren sus mejillas— ¿Y si es así?, no quiero aceptar esa realidad.
—No va a ser así, te lo prometo—dice su hermano acariciándole el cabello.
— ¿Lo prometes?—
—Lo hago—besa la coronilla de su hermana y vuelve hablar—En la tarde vamos a ir a el oftalmólogo, yo buscaré el mejor.
—Gracias—pronuncia Shaday en un murmuro.
—Eres mi melliza, siempre estaré ahí para ti—
Y con esa promesa llegan al instituto con diez minutos de retraso.
...
Shaday se dirige hacia la mesa donde siempre se sienta junto con sus dos mejores amigos cuando tienen clases libres.
Cuando ve hacia la mesa ya se encuentra a poca distancia de llegar pero en ella se encuentran Valeria y Alejandro riéndose.
Decide dejarlos solos, sabe que su apuesta es una de las mejores que ha hecho en su vida, que ellos luego se lo agradecerán.
Voltea para irse pero alguien choca con ella.
—Lo siento—dice el chico y ella lo mira.
—No importa Liam—dice sonriéndole pues es el mejor amigo de su hermano y por eso lo conoce.
—Hey, Shaday—la saluda Liam.
— ¿Y mi hermano?—pregunta mientras ambos empiezan a caminar hacia la salida.
—Lo vi hace rato pero dijo que iba a ver algo de un doctor—responde el chico.
—Oh, claro.
Los dos empiezan a caminar mientras conversan y terminan en los campos de futbol, el equipo de futbol está entrenando.
—Oye—llama Shaday a Liam y luego señala el campo—¿Tú no deberías estar allá entrenando?
—Si...—responde Liam—Pero estoy aquí contigo.
Shaday no dice nada, solo voltea hacia el chico que está a su lado y lo mira a los ojos. Liam lleva su mirada hacia el campo de futbol y lo demás pasa muy rápido.
Liam acerca sus labios de forma rápida a los de Shaday dejando una suave presión en ellos antes de salir corriendo hacia donde se encuentra el equipo de futbol quienes lo reciben chocando sus manos a modo de saludo.
Ella se queda parada sin moverse ni reaccionar, su vista no está fija en nada en específico, lentamente levanta su mano derecha y la lleva hasta su labio inferior el cual toca sin creer lo que sucedió.
¿Qué fue eso?
...
Valeria entra a la cafetería y ve en la mes que siempre se sienta a Alejandro. Se acerca hasta la mesa y se sienta.
—Hola inepto—saluda sacando un libro que compro recientemente.
—Hola tonta—le responde Alejandro que guarda su teléfono en el bolsillo de su pantalón.
Ninguno dice nada y Valeria empieza a leer su libro, cuando siente un beso en su mejilla y voltea hacia Alejandro.
— ¿Qué fue eso?—pregunta mirándolo a los ojos.
—Nada—dice él con una sonrisa inocente.
—Claro, te creeré—dice sarcásticamente.
—Andrea quiere que vuelvas a ir para jugar—informa Alejandro jugando con un mechón del cabello castaño oscuro de ella.
— ¿Sólo Andrea quiere que vuelva a ir?—pregunta con una sonrisa en su rostro Valeria y cierra su libro.
Alejandro hace cara de estar pensando y la vuelve a mirar.
—Tal vez otra persona también quiere que vayas— dice él con tono inocente y Valeria ríe.
—Si eres tonto—ahora los dos ríen.
Y así pasan el resto de sus horas libre, riendo entre ellos con malos chistes de Alejandro y respuestas sarcásticas de Valeria, al final se saltan su última clase por distraídos y él la termina llevando a su casa, como todos los días.
Un capítulo nuevo y belloooo.
Hay ta un hermoso beso, no se pueden quejar. JAJAJAJA soy malvada.
Me encanto el beso, es que fue tan AJSJSHDHDFHD.
Shaday y Valeria:
Me voy a leer así que hasta aquí dejo la nota y pues...
Chaitooo, Nos leemos pronto :*
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21 Días Para Amar ©
RomantizmAlejandro no cree en el amor. Valeria tampoco. Van a tener 21 días para demostrarle a Shaday, la mejor amiga de ambos que el amor no existe. Al ya odiarse por años creen que será muy fácil hacer esa apuesta, tienen todas la de ganar, bueno o eso pie...