Día 12

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No tendría lógica que este sea el día 12 si continúa donde quedo el día 11, pero... Si tiene lógica pues todo ocurre después de las 12:00pm, es decir, ya es otro día.


— ¿Qué ve...—Alejandro no puede terminar de hablar porque Valeria lo agarra del cuello de su camisa acercándolo a ella para después unir sus labios en un beso.

Alejandro no se mueve, pero tampoco detiene el beso. Valeria se aleja con la respiración agitada.

— Estás borracha—afirma Alejandro al sentir el aliento lleno de alcohol de la chica que lo acaba de besar.

En el rostro de Valeria crece una sonrisa inocente y niega repetidas veces con la cabeza, Alejandro nota la palidez en su rostro y las finas gotas de sudor frío que bajas por los costados de su rostro.

— Es mejor que nos vayamos—dice él agarrándola del codo para empezar a salir, Valeria no dice nada ni pone oposición. Pero al parecer la rubia que bailaba con Alejandro si tiene algo que decir.

— ¿Te vas?—dice con voz chillona hacia Alejandro—Pero si nos estábamos divirtiendo.

Alejandro voltea a verla.

— Si, me voy—dijo cortante y dispuesto a seguir con su camino, pero la rubia no se iba a rendir.

— ¡Me cambias por esa chiquilla!—exclamó en un chillido que hizo que Valeria se tapara sus oídos con las manos e hiciera una mueca de repulsión.

La rubia se agarra al brazo de Alejandro con intenciones de que vuelvan a bailar.

— Ya, Catlyn —dice el chico con tono de molestia, se suelta del agarre de Catlyn y empieza a caminar dejando atrás a la rubia soltando cualquier cosa con su voz chillona.

Valeria se deja guiar por Alejandro sin ningún problema, ni siquiera dice una palabra, parece como si no prestara atención a nada y solo estuviera en su propio mundo, aunque algo si se podía decir; estaba mareada.

El chico pasa entre la multitud de personas dando empujones y algún que otro pisotón no intencional, al llegar a la entrada de la casa Valeria se tambalea pero no dice nada, bajan los escalones que los hacen llegar al jardín delantero sin mucha dificultad, pero a mitad de camino hacia el auto que no se encuentra muy lejos Valeria habla.

— Creo—dice con dificultad y tambaleándose— Creo que... Que voy a vomitar—alcanza a decir rápidamente.

Valeria se agacha cerca de un arbusto y comienzan las arcadas, Alejandro recoge su cabello con una de sus manos y con la otra le da leves palmaditas en la espalda mientras le susurra palabras.

— Ay—bufa Valeria mientras se sienta en el césped y cierra los ojos fuertemente.

— Será mejor que nos vayamos—dice Alejandro después de unos minutos, se levanta y ayuda a Valeria a hacerlo— ¿Te sientes bien?

— Mejor—es la única palabra que dice Valeria.

Se encaminan hacia el auto, Alejandro sujetando a Valeria por la cintura para que no caiga. Llegan hasta el auto y Valeria sube con ayuda de él.

— Llévame a mi casa—pronuncia Valeria después de que el chico le pusiera el cinturón de seguridad.

— ¿Quieres que tus padres te vean así?—pregunta él.

21 Días Para Amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora