Me metí corriendo en el baño, antes de que él pudiese ver las lágrimas que amenazaban con salir.
¿Acaso lo que acabábamos de compartir no había sido especial para él? Ha sido la primera vez que me entrego de forma voluntaria, sin nadie que me obligue o me viole. ¿Y para él ha sido un simple polvo más? ¿Acaso va a dejar de echarme en cara que me considera una puta?Me siento en el suelo del baño, abrazando mis rodillas, permitiendo que mis lágrimas caigan.
Nunca aprendo. Siempre que creo que algo va a ir bien, se tuerce. La felicidad no está hecha para mí. En mi vida hay dos opciones: salir siempre herida y con el corazón roto, o hacer daño a las personas que quiero.Tengo que admitirlo; pensé que Zoro era distinto, que de verdad "había algo", que tanto él como yo habíamos sentido esa química que fluía entre nosotros.
Pero todo era mentira. Simplemente estás tan falta de cariño que lo encuentras en el mínimo gesto. Siempre tan ilusa.Me puse en pie, me desnudé y me metí en la bañera, para darme una ducha rápida; no quería que quedasen sobre mi cuerpo restos de lo que acababa de ocurrir.
El agua hizo su función, eliminando todos los rastros, y logrando que me calmase.Según acabé, me sequé y me puse la camiseta de Torao, además de una muda que siempre guardaba en el armario del baño.
Me miré al espejo del lavabo y sólo pude confirmar lo que me suponía; ojos hinchados, mejillas hundidas, mirada perdida.... Destrozada. De nuevo. Pero esta vez lo había permitido yo por gusto.
Tomé un par de respiraciones hondas y abrí la puerta.
Zoro estaba ya vestido, sentado sobre mi colchón, un colchón con las sábanas desechas, recordándome lo que había permitido que sucediese.No iba a arreglar nada ignorándolo, así que me enfrenté a él.
-Puedes irte. Creo que ya has obtenido lo que querías. -le señalé la puerta.- No puedo decir que haya sido un placer.Zoro no se movió ni un ápice. Su mirada estaba perdida, agachada, centrada en sus manos entrelazadas.
-Lo que ha sucedido ha sido un error...
Me rompí, literalmente. Mi corazón se paró durante unos segundos, volviendo a latir con un dolor sordo que llenaba todo mi pecho. ¿Esto es lo que se siente al estar enamorada y que te rompan el corazón?
Me dispuse a darme la vuelta, para ir a por mi libro, a cumplir el plan principal que tenía para hoy, e intentar ahogar mis penas entre las letras que escondían la historia.
Antes de poder iniciar mi marcha, Zoro me agarró de la muñeca. Le miré, pero seguía con la cabeza gacha.-No me refiero a lo que hemos hecho. Jamás lo consideraría un error. -Alzó sus ojos y me miró fijamente.- Me refiero a lo último que te he dicho. Lo siento mucho, Robin. No quiero que lo vuelvas a pasar mal. Y no se me dan precisamente bien las palabras, ni las disculpas.... pero sí sé cuándo la he cagado, y bien. Tal vez en otra ocasión, o con otra persona, lo habría dejado pasar.... Pero no contigo.
No quería ilusionarme. No pensaba ilusionarme.
-Sabes que me he acostado con una enorme cantidad de hombres. Siempre va a perseguirme ese hecho. - Ahora fui yo la que apartó la mirada.- Tengo más que claro que para todo el mundo soy una maldita puta aprovechada....
-Nunca vuelvas a decir eso. -Zoro se había incorporado de golpe, y se hallaba agarrando mi cara entre sus manos.- Aquí ninguno piensa eso. Lo que de verdad creemos es que has tenido una vida muy dura, desde el primer momento, y has hecho todo lo necesario para sobrevivir y salir adelante. Sabemos que te has sacrificado y que siempre has intentado ayudar a los demás, a pesar de poder salir tú dañada. -Mis lágrimas habían comenzado a correr por mis mejillas; lágrimas que él limpiaba con sus pulgares.- Si hay algo que sí que sentimos hacia ti no es asco, si no respeto y admiración, además de gratitud. Eres la mujer más increíble que he conocido nunca, Robin. Eres preciosa, fuerte, valiente, astuta.... Eres y tienes todo lo que cualquier persona desearía. Nos tienes a todos a tus pies. Así que, por favor, no nos consideres como a los hijos de puta de tu pasado, porque ya no estás sola.Colapsé. Mis rodillas fallaron y caí al suelo, llorando a mares. De verdad que quería creerlo.... Pero es como... Si a una persona que ha vivido siempre con complejos y de la cuál siempre se han reído, le piden que se crea que es perfecta tal y como es. Es difícil, muy difícil.
Zoro se arrodilló junto a mí y me atrajo a su pecho. Me permití llorar sobre su hombro, dejando salir parte de todo el dolor que llevaba acumulando más de 20 años.
-Desahógate, pequeña... Aquí me tienes. -Sus manos acariciaban mi pelo húmedo, lentamente.- A mí siempre me vas a tener.
Cuando conseguí que los sollozos cesasen en su mayoría, logré articular palabra; más precisamente, la frase que me moría por soltar:
-Zoro.... ¿Qué se supone que somos? -me mordí el labio según dejé salir las palabras de mi boca. Tenía un montón de sentimientos encontrados en mi pecho; esperanza, fe, ilusión... Pero a la vez estaban sus contrarios, recordándome que las cosas nunca salen bien del todo.
-No lo sé, Robin...Vale, esa respuesta sí que no me la esperaba.
-Eso significa que no ha significado nada para ti.... Que he sido una chica más a la cuál el gran Roronoa se ha pasado por la piedra, una de tantas.
-No te equivoques, Robin. Que no sepa qué nombre ponerle a esto no implica que hayas sido una más. Para mí, has sido la última.
-Qué pasa, ¿acaso te vas a dedicar a guardar un voto de castidad?
-No. Sólo que no me imagino estando con otra mujer que no seas tú.Vale, me conformo. Mi fierecilla interna ronronea del gusto.
-Entonces.... -tal vez estaba forzando un poco las cosas; pero ya se sabe, quién no apuesta, no gana. -¿Me vas a ser "fiel"?
-Yo nunca rompo mi palabra, Robin. -un silencio cómodo se instaló entre ambos. - ¿Tú harás lo mismo?Ahí estaba el quid de la cuestión....
-Yo sólo he podido pensar en ti, Zoro. Si me he tenido que encamar con alguien últimamente ha sido por OBLIGACIÓN, no por gusto.
-Lo sé, pequeña..... Pero eso se acabó. Bueno, técnicamente aún no, pero ya sabes a qué me refiero. - Se separó un poco de mí y me miró a los ojos.- Ahora... ¿Qué tal si me demuestras cómo mueves ese bendito culo, sólo para mí?Sonreí sinceramente, por primera vez en mucho tiempo. Ahora no era trabajo, era puro placer.
-Prepárate, Roronoa. -dije, mientras me ponía en pie y agarraba el dobladillo de mi camiseta.- Estás mayor, y no quiero que te pete la patata.
Que empiece el show.
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Fortune (Zorobin) •ACABADA•
FanfictionAquí no hay barcos ni grandes tesoros. Aquí hay barrios peligrosos y un "club", el llamado "The New World", donde cada día ocurre algo nuevo. No deberían de enanorarse dos personas metidas en el mundo del narcotráfico; una bailarina "apta para todo"...