Fortune (Zorobin) •ACABADA•

Llámame Doffy.

Baby 5 me sacó de esa sala, desde la cuál ese tal Buffalo me miraba con ansias.
Parece ser que no me libro de los tipos babosos y asquerosos ni con agua caliente. Son peores que las ratas.

Mientras me arrastraba por pasillos y escaleras, a cada cuál más extravagante que el anterior, comencé a notar un cambio en el ambiente. Todo se había vuelto más sofisticado, más... "rico".
Ahora ya no había desconchones en las paredes, ni telas u objetos raídos; ahora la pintura era chillona y estaba todo en perfecto estado, además de muebles ostentosos que decoraban los corredores.

Baby 5 me llevó hasta una habitación, a la cuál me hizo entrar con rapidez. Me empujó hacia la cama y cerró la puerta. Una vez dentro, se paseó por la estancia nerviosa, comprobando que no había nadie.

-De acuerdo. Esta es la planta de Joker. -Comenzó a morderse un pellejo del dedo, denotando ansiedad; mono incluso, diría yo. Se parecía a Sanji cuando no fumaba.- Se supone que ahora vas a ir a verle, para que él sepa qué tipo de clienta serás, y cuánto te puede sacar. Esta es la peor parte para todos, ¿me entiendes? Si la cagas aquí, se nos cae todo encima. De verdad espero que no me jodas.

Asentí lentamente con la cabeza. Sabía cómo estaba la situación, y que iba a ser sometida a un escrutinio; no era tonta, aunque ese debía ser el papel a interpretar. Una corderita indefensa presentándose ante el gran lobo, pidiendo un poco de clemencia para sobrellevar el día a día.

-¿Cómo entraste aquí? -Era una duda que había tenido desde que contactamos con ella. -Me refiero... No tienes aspecto de ser una mala chica, ¿por qué estás metida en este mundo?
-¿Por qué te dejabas follar por Crocodile, eh? -Baby 5 sacó las uñas. Me sorprendió la pregunta. -Por lo que todos nos metemos en este tipo de mierdas, por necesidad... o porque nos han mentido.

No contesté. Me había dejado sin palabras; era un tema que debía ir sacando ella, no hostigarla yo.

-Me enamoré. Un chaval me dijo que me quería, y yo le creí. Todo precioso, todo bonito, todo perfecto... -Apartó la mirada. Su voz fue bajando de intensidad hasta convertirse en un mero susurro. -Yo le quería, ¿sabes? Confiaba en él como nunca antes había hecho en cualquier otra persona. Habría dado mi vida por él si hubiese sido necesario... Un día me dijo que me necesitaba, que mi ayuda era totalmente indispensable para un asunto que le había surgido. ¿Qué iba a decirle yo, si le amaba? -Apretó las manos hasta convertirlas en puños, poniendo sus nudillos blancos. -Me tiré de cabeza a la boca del lobo, sin saber que me estaba metiendo en el maldito infierno.

Yo observaba en silencio, viendo la lucha interna que tenía Baby 5 con sus propios sentimientos. Acabó sentándose a mi lado, en la cama.

-Había hecho tratos con quien no debía, intentando vender unas armas como algo que no eran... ¿Cómo engañas al rey del mundillo en su propio juego? Joker le pilló con esa mierda de "mercancía", y exigió un pago. Dinero que él no tenía, y que yo debía prestarle. Comenzó con dinero, sí; aunque de todo lo que yo le daba, la mitad se lo fundía en mierdas que se metía. Al jefe se le inflaron los cojones y le amenazó; ¿qué se le ocurrió a mi chico? Pagar en carnes. Un día me pidió que le acompañase a una reunión que había concertado con Joker, que me necesitaba allí, "de apoyo" me dijo... Cuando llegamos, encontré al hombre más extravagante que he podido ver en mi vida, sentado con su abrigo de plumas y mirándome tras sus gafas de sol, con una sonrisa que helaría el mismísimo infierno.
Aún me encojo cuando le tengo delante.
Me miró, asintió y le dijo a mi "novio" que "trato hecho". Entonces el muy patán me cogió de los hombros y me deseó buena suerte. "Adiós, nena. Gracias por esto." Esas fueron sus últimas palabras. Desde ese momento, pasé a ser parte de la familia de enganchados. Digamos que yo cataba las sustancias que se iban a distribuir; era un paladar limpio, con cero experiencia y cero pinchazos en vena; ¿dónde iba a encontrar Joker a alguien como yo, que se entregase de manera voluntaria? Ahí me enganché, y así estoy ahora. -Se calló durante unos segundos, dándome tiempo para asimilar toda la información que había soltado de corrido. -¿Está satisfecha ya tu curiosidad?