Empieza el juego

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Todo era calma. Rutina.
Levantarse, entrenar, una mísera parte del día dedicada a diversión, alimentarnos, entrenar de nuevo y alguna reunión informativa.
Así dejábamos que pasasen los días.

Yo pasaba mi tiempo con Chopper, Franky y Brook, mayormente. Aunque mis pensamientos estaban siempre con ese imbécil uni-ojo de pelo verde.
¿Siendo sincera? Me quemaba por dentro el hecho de verle rodeado a todas horas por esa maldita víbora de Tashigi. Debo de admitir que me encantaba verle sudar en el entrenamiento; esos músculos que parecían de acero, esos brazos, esa espalda.... Esa piel que me había acariciado, que yo había lamido, saboreado, arañado....
Nico Robin, basta. Echa el freno, que pareces una gata en celo.
Nami estaba conmigo, apoyándome, aunque no paraba de insistir en que Zoro no tenía nada con esa chica.
Yo agradezco su apoyo, pero no sabe mentir. Habrá sido la mejor ladrona del país, pero mintiéndome no gana nada.

Mientras charlaba con Chopper sobre unas nuevas inyecciones que me había preparado, un soldado de la Marina se nos acercó y pidió a Chopper que nos dejase a solas.
Mi pobre chico puso una cara de tristeza que me partió el alma. Él cree que no importa, que es un estorbo y que no cuentan con él; pero no es cierto. Yo no seguiría aquí de no ser por este pequeñajo. Tiene más potencial que todos juntos, y vale su peso en oro. Mi pequeño es un MONSTRUO en todo lo que hace.

Viendo cómo Chopper se alejaba cabizbajo, giré mi cabeza y miré con desagrado al marine, que pareció darse cuenta del gesto y agachó la mirada.

-Disculpe la interrupción, -carraspeó- pero los señores Garp, Sabo y Mihawk me han hecho llamarla.
Le miré de manera incrédula.
-Debe reunirse con ellos en la tienda del Capitán Garp cuanto antes. Hay algo que necesitan comentarle.

-Gracias... -tartamudeé. ¿De qué se trataba esto?
Según se alejó el marine, me puse en pie y, tras sacudirme la nieve de la ropa, me encaminé hacia la tienda.

Era una "construcción" sencilla. De color blanca, amplia, y con el logo de la Marina a ambos lados de la tienda. Lo más especial que tenía era la "puerta", que poseía una cremallera que permitía aislar el interior del exterior.

-Cierre al pasar, Nico Robin. -La autoritaria voz de Mihawk me puso los pelos de la nuca de punta, poniéndome en máxima alerta al instante.

Una vez estuve dentro y la tienda cerrada, me giré para dedicarme a observar lo que me rodeaba.

Había una mesa con un gran mapa (lleno de anotaciones, chinchetas y marcas), extendido en ella, junto con varios libros y cartas abiertas.
En el interior no sólo estaban Garp, Mihawk y Sabo, el cuál me miraba sonriente y con un deje de disculpa en sus ojos. También se encontraba Trafalgar y Luffy.
Esto cada vez se estaba volviendo más extraño.

-Nico Robin, mi nieto, Trafalgar y usted van a realizar la misión de capturar a Doflamingo - Garp hablaba lenta, pero autoritariamente.
-Verás, Robin, - Sabo comprendía mi incredulidad ante esta situación- os hemos escogido a vosotros tres porque sois los que mejor os podríais adaptar. Necesitamos a alguien que se abra paso en la organización, a una persona realmente preparada por si las cosas salen mal y.... -miró de soslayo a Trafalgar, que estaba absolutamente serio- bueno, él tiene motivos personales.
-Lo que debes hacer, niña - Mihawk me observaba fijamente con sus ojos dorados- es introducirte en las entrañas de la organización que tiene Doflamingo. Para ello, te vas a presentar como una "venta". - Se giró para coger uno de los papeles que estaban sobre la mesa-. Al final era cierto que Doflamingo tiene unos negocios que tienen que ver con la trata de personas y contrabando de drogas. Tú te meterás ahí como una adicta que necesita de su mierda para poder sobrevivir, alegando ser capaz de cualquier cosa.
-Si todo sale bien, - Sabo intentaba tranquilizarme- lograrás estar dentro con muchísima facilidad, además de que tenemos un contacto allí. Una chica que se llama Baby 5 ha accedido a ayudarnos, porque Joker y su mercancía le arruinó la vida.
-Esto es muy grande, Nico Robin. No podemos permitirnos fallos.

Levanté ambas manos, indicándoles que parasen. Intentaba asimilar toda esa cantidad de información de golpe.
¿Trata de personas? ¿Eso implicaría que debería volver a prestarme como si de un juguete se tratase? Ciertamente, no me gustaría volver a repetir esa experiencia...
Pero esto no se trataba sólo de mí. Había cientos de personas a la merced de tipos como Joker. Si no hacíamos algo, nadie lo haría. Era la oportunidad perfecta.

-Está bien... Pero -levanté el dedo índice- pido una condición. Que el resto del equipo no esté enterado. Además, -me giré hacia Trafalgar- me gustaría saber por qué es un asunto personal.
La tienda enmudeció. Trafalgar me miró sorprendido y dolido, como si no esperase que nadie le fuese a pedir explicaciones.
-Entonces.... -Sabo hablaba despacio, mientras alzaba sus ojos para encontrarse con los míos- ¿Eso es un sí?
-Sólo si cumplís esas condiciones. También va por vosotros, chicos. -Señalé a Trafalgar y a Luffy- Sobretodo por ti, Luffy. Sé que Zoro es tu mano derecha.

Luffy agachó la cabeza y se crujió los nudillos. Una sonrisa asomó en su cara.
-Eso está hecho. Hay cosas que uno debe hacer solo. Además, - contestó mirándome a los ojos- no me gusta cómo se está comportando últimamente.

Asentí, aunque estaba sorprendida por la facilidad con la que había aceptado.

-De acuerdo. Entonces..... ¿Cuándo empezamos?

Fortune (Zorobin)  •ACABADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora