Una vez que tenemos claros los dos puntos básicos que se encuentran durante el segundo acto de la historia, el más largo y complejo, vamos a seguir avanzando en nuestra estructura.
Ahora es momento de retomar los nudos de acción, los elementos que harán única nuestra historia.
¿Qué son los nudos de acción?
Distensiones dramáticas. Una historia no debería ser lineal, al menos inconscientemente, debe ser una montaña rusa de emociones, con subidas y bajadas, de esta forma, se engacha al lector para seguir viéndola hasta el final. Los nudos de acción son estas subidas y bajadas.
¿Qué tipos de nudos de acción existen?
1-Las peripecias
Son mudanzas de fortuna. Complican un poquito más la existencia de los personajes, para darle sal a la vida. Estas, a su vez, tienen dos tipos:
1-Peripecias estructurales: lo lógica del drama las pide. No hay historia sin ellas. El segundo punto de giro pertenece a este grupo porque afecta a la propia estructura.
2-Peripecias opcionales: como bien su nombre indica, no hace falta colocarlas todas en una historia, se pueden repetir y combinar, se sitúan por el medio de las estructurales pero el tener tanta flexibilidad las convierte en el mejor material para malear nuestra historia hasta convertirla en algo único.
Midpoint: tal y como hemos dicho, es la primera peripecia opcional a la que se suele recurrir.
Secuencia elaborada: escenas que comparten un mismo eje narrativo. Es más utilizada en cine pero eso no implica que en la literatura no se las puede añadir dependiendo del tipo de narración que se utilice, aunque no la recomendamos para un libro, porque quedaría rara si no se tiene muy claro cómo utilizarla.
Barreras: las hay de dos tipos.
-Obstáculos: son colocados por azar, una dificultas involuntaria que no permite al protagonista continuar con su objetivo.
-Contraintención: todas las acciones del antagonista para que el protagonista no pueda completar su objetivo.
Complicaciones: los problemas que el propio protagonista se genera a sí mismo. Suele ser un tandem que se denomina anticipación y cumplimiento, pero eso son detalles mucho más avanzados de los que ahora no toca hablar.
Revés: es una peripecia más intensa que las demás. Mientras las otras se pueden colocar cuanto se quiera, el uso de esta es más limitado. Un revés suele ir hacia el final, entre el segundo punto de giro y el clímax: cuando más cerca está el protagonista de llegar a su meta, se lo quitan, obligándole a dar el último empujón.
Se diferencia de un punto de giro porque el revés no tiene proyección, como el detonante del primer acto.
2-Agniciones
Una palabra que tiene su origen en el griego y que ya Aristóteles definió como el paso de la ignorancia al conocimiento, siempre emocional, causada por la buena o mala fortuna y con consecuencias.
Una agnición provoca que el personaje cambie de conducta o tome decisiones que de normal no haría. Es darle motivos a los personajes para que hagan algo.
Suelen relacionar con la identidad y para Aristóteles, la agnición más eficiente es la que viene acompañada de una peripecia, porque cambia la historia y cambia en el personaje. Ambos nudos combinados suelen encontrarse en el clímax.
Existen dos tipos según la situación de la historia:
1-Agniciones que afectan al personaje y al espectador: se busca la sorpresa, por lo que suele suceder ya al final. En Sexto sentido ni el protagonista ni el espectador sabe que Bruce Willis está muerto.
2-Agniciones que solo afectan al personaje: para crear tensión. El lector sabe que no tiene que ir o hacer algo pero el personaje no, así que el lector se pone de los nervios porque sabe que no tiene que abrir esa puerta o que su pareja le está engañando.
Por otro lado, también existe, más allá de esto, lo que Aristóteles definió como agniciones por señales. Sin falta de acción o de diálogo, el personaje y los lectores se dan cuenta de algo. Se le llama descubrimiento dramático.
Por ejemplo, en la película Donnie Darko, cando se revela que Frank el conejo tiene una cicatriz en el ojo, uno se da cuenta de que Donnie se encuentra en un bucle espacio temporal porque ya tiene la pistola en la mano y para salvarle la vida en la chica, tiene que disparar al conejo. Solo mostrando la cicatriz y la pistola el espectador se da cuenta a la par que el protagonista y se crea una sorpresa generalizada porque acaban de ofrecer la última pieza del puzle para entender la historia al completo.
¿Problema?
Puede que no todo el mundo lo entienda. Si la intención es como en Donnie Darko, confundir al espectador y dejarle pensando aun después de que finalice la película, entonces este es el mejor recurso.
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El arte de contar historias
Non-FictionTanto si quieres aprender a escribir desde cero, como dar el paso de historias planas a unas mucho más profundas y maduras que poder considerar de calidad o simplemente, descubrir si había cosas que desconocías, te invitamos a que leas y hables con...