Capítulo 1.3. ¿Cómo construyo la idea? La story-line

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El objetivo de la idea es delimitar, así que no tiene que haber nada más. La tensión dramática es cosa de vísceras. El esqueleto lo que nos tiene que dar es seguridad.

¿y qué creéis que es lo más importante saber?

Pues que la idea no lo es todo.

Pregunta, no seáis tramposos y contestad antes de seguir leyendo: ¿en qué se parece El Rey León a El padrino? Paraos a pensar un poco e id al esqueleto.

Mientras lo hacéis, os diré que la función de la idea es solo delimitar. Por eso, debe ser sencilla, porque no es más importante que la acción del personaje. De hecho, depende de ella.

Hay que empezar teniendo más o menos preparado el punto de partida y de llegada, pero eso no quiere decir que se modifique, lo que importa es el viaje. La magia del arte de contar es que nosotros solo prestamos nuestra capacidad para crear palabras de una historia muda pero viva. No podemos ahogarla en una idea cerrada.

Para no caer en el error de no encorsetar demasiado nuestra historia en reglas que sí se pueden romper, existe lo que se llama story-line, escritura guiada por la acción de los personajes. Lo que importa es lo que ellos hagan y hay que obedecerles. Si nos piden cambiar el final o el principio, se cambia.

¿Podemos no usar las story-lines?

Claro que no es necesario. Pero será más fácil que te pierdas por el camino. Tendemos a ser animales tercos que nos fijamos en una sola cosa y cuando intentamos centrarnos en conseguir una idea correcta que nos permita seguir avanzando para crear la historia, no limitamos y no nos permitimos tomar licencias, igual que no solemos saber identificar cuándo sí y cuando no.

La story-line es como una guía para saber si el cambio que estamos haciendo es necesario. Si ha sido la acción de los personajes lo que ha cambiado mi idea anterior y la ha transformado en otra cosa distinta, vamos en dirección correcta.

Lo hemos adelantado con anterioridad, pero la idea, aunque es el primer recurso que debemos crear, depende del tema y las tramas, así que nos encontramos frente a un material especialmente cambiable. No tengáis miedo de deshacer y modificar mil veces lo mismo cuando sintáis que os lo pide la story-line.

La respuesta a la pregunta de El Rey león y El padrino es que ambos tratan lo mismo: venganza. Pero las dos cuentan una historia de venganza de forma distinta.  ¿Os parecen poco originales? ¿Diríais que son copias? No. Porque es natural que el ser humano hable sobre ello, igual que sobre amor ¿en qué se parecen Romeo y Julieta y Match Point? Solo en que hablan sobre el amor.

¿Creéis que Woody Allen pensó que su historia iba a ser una mierda porque hablar de amor es un cliché y además, el genio de Shakespeare ya habló sobre ello tiempo atrás?

Menos comidas de tarro y crisis creativas y más story-lines.

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