CAPITULO 41
—Bonita, considerando que la eligió él—murmure mientras caminábamos a la casa.
—El tiempo lo ha cambiado—comento deteniéndose en la puerta—. Tenga cuidado con lo que dice o hace.
—Ando muy cabreada—mire a mi alrededor—. Así que mejor dale el consejo a él.
Isaac no dijo nada, solo me guio por la gran y hermosa entrada hasta que llegamos a lo que sería la sala de estar. La recorrí con curiosidad fingida mientras Isaac desaparecía por una puerta continua.
Como un acto reflejo me abrace a mí misma y sentí el metal frio y duro debajo de mi axila, sostenido por mi brasier. Cuando vuelves a una ciudad en la que causaste tanto desastre, lo mínimo que puedes hacer es desconfiar.
—Melissa—gire y mire a Isaac—. Por favor, sígueme.
Fui guiada por el hasta que llegamos a una puerta de madera y ahí me abandono, el mensaje era claro, Alexander estaba ahí adentro y yo tenía que entrar por mi cuenta.
Seguramente él me debe odiar mucho, demasiado. Tal vez me quiera matar o me puede perdonar todo, considerando que lo hice por la vida de nuestro hijo, aunque claro me inclino más por la primero opción.
Sin mucha vuelta, deje mi bolso acomodado contra la pared al lado de la puerta y entre. No detuve mis pasos ni deje de ver todo con disimulación, mientras tomaba asiento en un sillón frente al escritorio.
Sobre mis pestañas vi como aquellos ojos no se apartaban de mí, el odio era palpable en la habitación. No dije nada al igual que él y lo único que paso a continuación fue que lo vi moverse para luego escuchar el sonido de vasos, pronto tuve un vaso con Whiskey frente a mí.
—Volviste—su voz sonó forzada, antes de tomarse de un trago el contenido del vaso en su mano.
—Sabes porque lo hice—tome el vaso—. Así que no te ilusiones—sonreí antes de tomar todo de una vez, el calor en mi garganta no se hizo esperar.
— ¿Para qué me haría ilusiones contigo? —rio amargamente—. Lo ultimo que quiero es tenerte cerca—apreté mis labios.
—No se nota—sonreí—. No cuando estas tras mi culo.
—No te confundas—rio—. Te has llevado algo contigo, algo que quiero y es lo único que necesito que ti.
—Pareciera que estamos hablando de una cosa—murmure con amargura.
—Me dijiste que no me apartarías del todo—paso su mano por su cabello, aquí vamos—. Joder he esperado cuatro años por algo, ¿Sabes lo que es eso? ¡ME APARTASTE DE MI HIJO! —su puño choco contra el escritorio.
ESTÁS LEYENDO
Una Madre En La Mafia
ChickLitUna mujer, que por miedo a no tener a quien amaba junto a ella, oculto su verdadera identidad. Hace cuatro años , Alexander abandono en un descampado a la mujer que le rompió el corazón, quien le oculto quien era y se burlo de él. Ahora en la actua...