Paraíso (Celestial 2#) ✔

01. EN

Diana.

Desperté en un suelo rocoso. Desde una altura considerable me miraba Azrael con ojos calmados, mientras silbaba una melodía que nunca antes había escuchado.

–¿Diana? –Una voz familiar hizo que todos mis sentidos se activaran.

Drew venía corriendo hacía mí con una mirada aliviada, mientras batía sus alas por la emoción. Me levanté rápidamente y corrí hacia él. Me alzó y envolvió en sus brazos mientras su mano revolvía mis rizos.

–Que susto, creí que Munkar y Nakir te traerian. No...Azrael –murmuró mirando con cierto recelo al chico emo. ¿Acaso Uriel le había contado de que él me acosaba?

–No importaba quien me trajera, el punto era llegar –dije mirando alrededor.

Todo parecía tan irreal.

Era un pueblo, que brillaba por los rayos del sol, rodeado de nubes y árboles por doquier, lo mas hermoso era que todo parecía estar cubierto de oro puro. Desde las calles hasta las bonitas casas.
Un enorme castillo se veía cerca y personas caminaban por todos lados. Nadie parecía notar que yo me había estrellado, como un pájaro, en el suelo.

–¿Es aquí? Quiero comida –dije sin aviso previo haciendo que Drew soltara una carcajada.

–Podrás comer después, primero debes hacer algo. –Tomó mi mano a lo que Azrael lo miró mal.

–¿Qué cosa? –pregunté moviendo mis pies cuando Drew comenzó a caminar en dirección hacia el castillo.

–Gabriel quiere verte. –Eso bastó para que me apresurara. Si quería hablar, yo iba a llegar rápido, para salir rápido y poder comer tranquila.

–Gracias –le dije a Azrael justo antes de perderlo de vista. Él se encogió de hombros mientras escondía una sonrisa.

–No hay de que, es mi trabajo. Nos vemos luego –susurró, haciendo que yo hiciera una mueca.

De verdad que no quería volver a verlo, menos si me iba a volver a acosar como antes.

Drew lo miró mal y me arrastró, aún más, lejos de él.

–Uff –solté aire aliviada.

Drew pasó una de sus alas por mi espalda, haciendo que yo riera para liberar la tensión enorme que tenía. -¿Siempre es tan callado? -pregunté mirando como las nubes se movían y el agua corría por un pequeño canal.

–Sí, así es siempre. Es muy tranquilo, excepto cuando Remiel anda cerca, por supuesto toda la paz se esfuma –dijo cuando comenzamos a subir los escalones que daban a la puerta del castillo. –Este es el Palacio.

Abrió la puerta de un empujón.

–Vaya –dije mirando los altos techos y grandes candelabros. Los pasillos tenían estatuas y pinturas por doquier, dándole un toque de la época medieval.

–Aquí viven los arcángeles y los ángeles con alto rango. –Comenzó a explicarme a medida avanzabamos hacia las escaleras.

–¿Azrael vive aquí? –pregunté con cierto interés. No es que él me cayera bien, solo tenía curiosidad.

–Si sigues así, le diré a Azafeth. –Sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el corazón, pero no respondí.

Al llegar arriba todo parecía un laberinto. Drew señaló con su dedo hacia el final de un pasillo.

–Ahí está el despacho de Gabriel, y al sentido contrario las habitaciones.

Asentí guardando toda la información para cuando quisiera escaparme o algo por el estilo.