Paraíso (Celestial 2#) ✔

26. SEKSOGTYVE

Capítulo especial, porque aparecen Lola y Shawn, y sé que ustedes lo disfrutarán tanto como yo cuando lo escribí.

<3

(**)

La manera en que despertó Lola no fue la mejor y ni hablar de Shawn, su mejor amigo que dormía plácidamente, como una roca, a su lado. Apenas comenzaba su día y supo que no acabaría tan bien como anhelaba.

Ella bostezó y empujó al chico con fastidio al ver que tenía dos de sus dedos metidos en su oreja.

—Oye, ¿y eso por qué fue? —preguntó él, desde el suelo, sobando su cabeza con dolor.

Después de que su mejor amiga, Diana Trace, muriera en un accidente de auto con su padre, Fred Hale, unos dos años atrás, ambos habían decidido compartir su propio apartamento. La idea al principio no les agradó, pero al final llegaron a la conclusión de que alguna vez en su vida debían avanzar.

No podían quedarse, para siempre, llorando por la muerte de su amiga. Por mucho que la añoranza fuera más fuerte que cualquier otro sentimiento, en el fondo quería recordar los momentos buenos que pasaron juntos.

—Tenías tus dedos en mi oreja, idiota —soltó ella levantándose de la cama y pisando los dedos del chico en el acto.

Él chillo de dolor, —¡Maldición, Lola! Cielos, eres igual de odiosa que mi prima Anha.

Lola rodó los ojos y lo ignoró mientras caminaba al baño.

—Tu prima tiene carácter, no como tú. No sé siquiera como es que son familia.

El chico cerró y abrió la boca, pero de ella no salió nada. Tenía cero argumentos y sabía que perdería contra su amiga.

—Ahora mueve tu trasero, debemos irnos.

El moreno miró confundido a su amiga.

—¿A dónde?

Lola le lanzó una almohada.

—Íbamos a salir con Yoo y Stacy, tarado.

Shawn se levantó rápidamente, —No sabía que era hoy.

—¡Tú fuiste quien escogió el día! —gritó molesta su amiga.

Buscó su ropa en el armario y se dirigió al baño. Hizo todo lo que debía hacer, rápido, y salió tratando de peinar sus rizos. Lola lo miró con amargura y le apuntó con su dedo.

—Más te vale que al menos recuerdes a dónde vamos, o sino te golpeare tan duro que regresaras volando a México.

Ella se bañó y cuándo salió vio que Shawn ya estaba listo. No dudo en tomar su bolso y agarrar al chico del brazo para salir del piso.

—Que te muevas, Shawn.

Él se rio a medida bajaban las escaleras del edificio y salían a la calurosa mañana que les brindaba la ciudad de Phoenix, Arizona.

Vivir en el desierto tenía sus pro y contras. Para ambos no había nada a su favor, por lo en cuanto iniciaran las vacaciones Shawn se iría con su familia a México y Lola se iría de vuelta a Los Ángeles.

—Ya que hablaste de Anha, ¿cómo está? —preguntó Lola.

Su amigo junto sus cejas y tardó un poco en contestar su pregunta.

—Mamá es quien la visita más con la abuela. Mi tía no ha querido verla desde que la internaron.

Lola hizo una mueca de disgusto. No entendía porque sus propios padres la metieron en ese psiquiátrico, si ni iban a verla tampoco. Le pareció algo bastante cruel y poco tolerable.