CAPÍTULO 3

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Okay. Acepto que mentí cuando dije que desde hace unos meses sólo me acostaba con Yoongi, pero supongo que ya se han dado cuenta de eso dada la situación en la que actualmente me encuentro con Namjoon.

Quizás es un poco egoísta de mi parte el que esta madrugada le negué a Nam la oportunidad de deshacerse de su calentura —que yo intencionalmente impedí que se le enfriara la temperatura con una sesión de sexo con la peliroja— usando mi cuerpo como descarga y que ahora yo esté prácticamente obligándolo a ayudarme con el dolor que se ha acentado en mi feminidad.

Pero eso no es pecado... creo. Además, de paso le estoy poniendo de regalo una mejor sesión de sexo que la que hubiera tenido con aquella peliroja. Debería estar agradecido, aunque de alguna manera yo también debería estarlo.

Sonrío cuando logro arrancarle un gemido de lo más profundo de la garganta a Namjoon cuando vuelvo a moverme sobre él, presionando aún más mi húmeda intimidad con su miembro y sumando mis manos al juego. Me dejo deleitar por sus gemidos y las expresiones de su rostro, simples reacciones ocasionadas por mi mano —que se ha colado dentro de sus pantalones— alrededor de su miembro dando suaves pero firmes caricias de arriba a abajo.

—¿Ya te vas a dar por vencido, cariño? —susurro sobre su oído sin dejar de acariciar su miembro y muerdo el lóbulo de su oreja para luego alejarme y mirarlo a los ojos.

Una risita irónica se escapa de sus labios y al instante me sobresalto cuando siento que sus manos chocan contra mi trasero y lo aprietan.

—A ver quién se rinde primero —susurra contra la piel de mi cuello, erizando mi piel con tan sólo sentir su aliento sobre la misma. Su mano se estampa contra una de mis nalgas, cerca, muy cerca de mi intimidad, causando que mi centro se empape aún más y mi intimidad comience a palpitar reclamando atención. Trato de mantener un fuerte gemido en mi garganta, pero cuando quiero morder mi labio inferior ya es muy tarde, y como consecuencia una sonrisa egocéntrica aparece en su rostro.

Con la mano que no mantengo ocupada en su miembro comienzo a deshacerme de su camisa, botón por botón de una manera parsimoniosa. Cuando me deshago de la prenda él toma su turno y se deshace de mi camisa, dejando libre mis pechos a causa de que Yoongi minutos atrás se encargó del sostén —y de otras cosas más—.

Una de sus manos deja libre mi nalga izquierda y en su lugar toma uno de mis senos, comenzando a acariciar el pezón. Observo con lujuria a uno de sus dedos ser dirigido a su boca y, luego de humedecerlo con su saliva, lo vuelve a dirigir a mi pezón, provocándome una deliciosa sensación que me hace abrir los labios para jadear.

Inconscientemente mis caderas comienzan a moverse más rápido en busca de mi propia satisfacción y liberación. Me siento en peligro de perder este juego y es ese pensamiento el que me hace quitar durante unos segundos mi mano del interior de su pantalón para deshacerme del mismo y posteriormente de su ropa interior oscura, dejando en total libertad su miembro y el resto de su cuerpo.

Como parte de una mínima venganza por hacerme casi perder en el juego que yo misma comencé, agarro fuertemente su miembro y comienzo un vaivén extremadamente lento, turturador y desesperante para la desgracia de Namjoon.

Un gruñido cargado de frustración se escapa de sus labios y sé que en su interior está luchando consigo mismo para no pedirme piedad por él y su pene, pero en cuanto ve que sólo muevo mi mano por el tronco y no le doy atención a su glande, se da por vencido.

—Maldición, Soohae, más rápido —gruñe en lo que parece ser una súplica y no puedo evitar sonreír cuando sus ojos se entrecierran disfrutando del ritmo más veloz que ha tomado mi mano ante sus palabras y varios gemidos se escapan de sus labios.

ESPOSOS CON DERECHOS;️ K. Namjoon ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora