ESPOSOS CON DERECHOS;️ K. Namjoon ✔

CAPÍTULO 16

Despierto y lo primero que logro percibir es un brazo rodeando mi cintura desde atrás y una pierna sobre las mías que me encarcelan y no me permiten movimiento alguno sobre mi cama.

Y recuerdo.

Namjoon anoche, o mejor dicho en la madrugada, vino a mi cuarto para dormir conmigo porque supuestamente no podía dormir. Estuvimos hablando durante varios minutos y en media de la conversación dijo... ¡Oh, Dios, en dónde me estoy metiendo!

"Yo quiero que tú seas esa persona en quien me pueda apoyar", fueron las palabras exactas que salieron de su boca esta madrugada. Y yo qué podía hacer. No fui capaz de responderle con un no, es más, tampoco estoy segura de haber querido dar esa respuesta, todo porque quiero ayudarlo y así terminar lo que nos queda de matrimonio de buena manera y por fin decirnos adiós definitivamente como le hice prometer luego de haber tenido sexo en el baño en la fiesta de los Oh.

Sé que quizás eso puede sonar muy cruel, pero tampoco pienso mantenerme siempre a su lado ya sea como conocidos que alguna vez fueron esposos o con amigos con el mismo pasado que la anterior opción. Y no lo digo porque crea que eso será incómodo, más bien es porque luego de eso espero empezar desde cero y seguir con mi vida casi al igual que como estaba antes de conocer a Namjoon. Y digo casi ya que tampoco quiero seguir con mis relaciones de sólo sexo sin compromiso, quizás ya sea hora de tomar un poco más las cosas en serio y en un futuro volver a casarme, obviamente espero que esa vez sí sea por amor y no por conveniencia.

Estiro mi brazo hasta alcanzar la mesa de noche y levanto mi teléfono para poder observar la hora y veo que dentro de una hora y media debo ir a trabajar. Ya que aún son las cinco y treinta de la mañana la luz del sol no se logra filtrar por ninguna de las oscuras cortinas y no quedan más que pocos minutos para que el amanecer comience.

Tomo el objeto y lo acerco un poco más a mí para enviar un mensaje al secretario Kim y luego de regresar el teléfono a su posición original, hago amago de quitar el brazo y la pierna de Namjoon que están sobre mi cuerpo y de levantarme. Sin embargo, como si fuese una reacción automática, éste se pega más contra mí hasta casi el punto de quedar sobre mi cuerpo.

Como puedo, logro girarme para buscar la manera de despegarlo de mí, pero luego de darme la vuelta lo primero que mis ojos logran observar son sus oscuros orbes. Parpadeo un par de veces por el asombro que me causa el verlo despierto y observo con rapidez sus ojos hinchados y entrecerrados, su mejilla aplastada contra la almohada, sus labios un poco resecos, su cabello oscuro desaliñado y su ceño levemente fruncido.

—Qué bueno que estás despierto... —susurro con voz ronca —¿Podrías soltarme? Necesito tomar una ducha. —justifico y su ceño se pronuncia aún más. Namjoon observa su brazo y su pierna sobre mi cuerpo con lentitud y pereza y luego vuelve sus ojos hacia mí con la misma expresión de sueño.

—¿A dónde vas? —susurra de vuelta.

—Debo ir a trabajar. —contesto a su pregunta.

—¿Y qué pasa si yo no quiero que vayas?

—No se trata de si tú quieres o no. Es mi trabajo, el que me da un sueldo para vivir, y si no voy puedo tener problema con mis jefes y perder el puesto. —Namjoon chasquea la lengua seguido de un bufido y de poner los ojos en blanco y yo me frustro al ver que no hace ademán de querer soltarme.

—¿Sueldo para vivir, dices?... Hasta donde yo sé tú ni tocas ese dinero porque soy yo quien te da para vivir, para tus caprichos, para tus vacaciones y todo lo que se te pase por la cabeza que necesite de dinero para poderlo hacer. —replica ante mi argumento. Yo repito su acción de chasquear la lengua y hago un intento de usar la fuerza para apartarlo de mí, pero termina siendo en vano.