31 | El rechazo de un rompimiento

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*Narra Camila*

Me encontraba en la cafetería con mis amigas, algo estresada. Y bueno, para ser sincera, el estrés no era especialmente por mis asuntos...

Lo qué pasa, es que Laurel rompió con Aarón, o bueno, Aarón rompió con ella, o bueno... bah. Su relación terminó, fin. Además, sentía a Alondra muy alejada de nosotras, ya que siempre estaba pensando en algo y nos ignoraba, y ¡Ah! Alicia quiere matar a él chico de ojos verdes por lo de Laurel.

Y las acabarla, hoy tengo una cita.

Hace mucho no tengo una... cuando estaba con Félix, evitábamos salir para no causar problemas...

—Quiero matar al imbécil.—

—Ya no tiene caso Alicia, no desperdicies tu tiempo con él— Laurel trató de calmarla, pero no hubo efecto alguno. Sin embargo, ella estaba muy desanimada.

Y yo también lo estaría si me hicieran eso...

—¡Les juro que si lo veo, lo mato—

— yo te ayudo a hacerlo.— Karolina se tronó los dedos con malicia.

—Yo entierro el cuerpo.— soltó Amara con una sonrisa maquiavélica.

—pido castrarlo.— agregó Alondra.

—Bueno, en ese caso yo las cubro.— Mencionó Paola con una sonrisa.

Un escalofrío me recorrió entera, aunque me empecé a reír. Hay veces que estas locas se pasan de malvadas. Y da algo de miedo...

Y estuvimos hablando de las formar que podíamos torturar a Aarón sin ser descubiertas. Aunque en realidad sólo escuché, me sentí como una asesina de primera.

Y eso que es Lunes...

***

Estaba con las chicas observando cómo entrenaban, escuchando música y tarareando.

En eso veo que llega el amigo de Alondra, así que rápidamente me quito los cascos de los audífonos

¿Cómo era que se llamaba? Rayos, me choca olvidar los nombres de las personas...

—Hola Camila.—me saludó, y levanté una ceja con sorpresa.

—Hola.—saludé tímida.

—¿Sabes dónde está Alondra?— Ah... ahora todo es lógico.

—Entrenando—

—oh... okay, gracias, nos vemos luego— levanta una mano en signo de despedida y se va.

Eso fue... mmm... ¿Raro? Jejeje... un segundo, ahora que lo pienso, ¿No será él la causa de los profundos pensamientos de Alondra...?

Me quedo sentada, tratando de no pensar más en los asuntos de mi amiga. Así que mejor sigo esperando a que las chicas terminarán su entrenamiento.

Todo iba perfectamente, hasta que se me ocurre observar a mis alrededores. Es entonces cuando mi vista se queda trabada en alguien.

¿Qué hace el aquí?

Rápidamente me levanto y empiezo a guardar las pocas cosas que saqué de mi mochila, pero es entonces cuando noto que él ya me a localizado.

Rayos, rayos, rayos, rayos...

—¡Camila!—intenta llamar mi atención, y logró ver cómo se acerca dando grandes zancadas.

¡No!

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