3 | ¿Y tú quién demonios eres? ✅

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*Narra Laurel*

Me encontraba tranquila esperando el camión, leyendo sin ningúna molestia. A lo lejos pude notar a Alicia hablando por teléfono, parecía preocupada, preferí dejarla hablar porque por su cara sé que es algo importante y privado. Me concentré en lo mío, pero ni pasaron dos minutos y un chico de ojos color verde estaba parado enfrente mío.

Me le quede viendo como tonta. Dios míos, ¿Por qué es tan guapo? No, ¡Guapo es poco!

— Emm... esto... ¿Se te ofrece algo?—pregunté nerviosa, como si él pudiera escuchar mis pensamientos.

No era normal que un chico me prestara atención. Es decir, solo soy una perdedora más en este mundo como para que él se fijara en mí. De una u otra forma me emocionaba.

— Solo quería...— no terminó de hablar ya que Alicia lo interrumpió. ¿Cuando rayos terminó su llamada?

— Hola, Laurel.— me saludó alegremente, cosa que se me hizo raro ya que anteriormente estaba preocupada por algo.

— Yo... ah... Hola.— contesté algo incómoda.

— ¿Ya no te molestaron?— me preguntó, al parecer refiriéndose al chico de manera indirecta. Trague en seco al escuchar eso, seguro que él también piensa que se refiere a él.

— ¡N-No! — le contesté rápidamente, ya que el chico no tenía que ser juzgado mal.

— Espera, ¿Tú eres la chica que enfrentó a Valentina?— Esta vez el chico se dirigió a Alicia, levantando una ceja.

Eso por alguna razón me molestó. Nunca había tenido la atención de alguien, y ella va y lo arruina. ¡El chico no parecía ser malo! No fui capaz de decir algo al respecto, solo me calle.

— Eh... si, ¿Algún problema?— contestó ella algo cortante.

Al parecer no le agradaba aquel chico...

— No, digo, ella se lo merecía, nadie la había puesto en su lugar hasta que llegaste.— contestó siendo amable. Eso me hizo respetarlo un poco. Alicia lo está tratando mal pero parece inmune a sus palabras.

— Laurel, ya me tengo que ir...— ¿Así de rápido se va? ¡¿Para qué vino en un principio?!

— Emm... Bueno, nos vemos mañana.— le respondí. Sonriéndole de manera falsa. A decir verdad, no estaba entendiendo nada.

Ella asintió con la cabeza y se retiró, el problema es que me quedé con aquel chico, que no sabía quién era. Y me arrepentí de haber pensado que era mejor que yo tuviera atención. En mi interior, le gritaba a Alicia que volviera y no me dejara sola. Pero Agh, eso no pasó.

De pronto fui consciente de mis pensamientos anteriores, y una bola de remordimiento me llenó entera. Alicia me ayuda desde antes de siquiera conocerme, ¿Y le pago con estos pensamientos egoístas? ¡Soy tonta! ¡De eso estoy segura!

El seguía mirándome, podía sentirlo, pero no quise decir nada. Doy un respingo cuando él me toca el brazo, causando una especie de electricidad en mi cuerpo, y me quedé paralizada, no sabía que hacer... ¿Quién es este chico? ¿Me hará algo? Antes no me parecía malo... pero ahora mis pensamientos no son claros. Mi mente se invadía de preguntas, provocando mis nervios.

— ¿Tú eres Laurel?— preguntó el chico. ¿Cómo sabe mi nombre?

— Emm... S-Si.— contesté algo nerviosa.

— pues un gusto Laurel, yo soy Aaron.— me dedico una sonrisa y me tendió su mano. Dude un momento de su "amabilidad"

— ah... mucho gusto — le dije y estreche su mano con duda. Esto era demasiado formal y eso incomoda aún más.

Chaparras al Ataque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora