Baby Boy! ©

*Capítulo 21

Mis piernas flaquean un poco cuando intento levantarme, pero Nathan me ayuda antes de caer. Harry tiene a Theo aún en sus brazos. Le agradezco al hombre que me sostiene y caminamos juntos hasta el doctor que está atendiendo a mi padre.

—Somos nosotros, Doctor. ¿Cómo está nuestro padre? ¿Todo está bien? —la mirada del señor no parecía buena. Más bien, tenía un semblante triste.

—El señor Jones tiene una lesión traumática en la cabeza, producto del accidente que ha sufrido. Tuvimos que actuar rápido para preservar su vida y la función cerebral. —explica—. Le hemos realizado una tomografía para poder determinar la gravedad de su lesión. —Se acerca hasta mi hermano mayor, y con sumo cuidado le dice—: hemos entrado al señor en un coma inducido con el objetivo de reducir su consumo de oxígeno como de energía. Buscamos proteger el cerebro del paciente, para que así tenga tiempo suficiente de recuperarse de las lesiones, evitando dolor y facilitándonos la aplicación de otros tratamientos.

Un sollozo colectivo se escucha en toda la estancia, y mi madre se echa a llorar en los brazos de Michael y, este último la recibe con lágrimas en los ojos. Harry se aleja con el Doctor y ambos se aferran a una conversación de la cual no escuchamos nada. Nathan se acerca hasta mí y me brinda un casto beso la frente con el único objetivo de calmarme. Toma mis mejillas entre sus manos, y noto como poco a poco va limpiando mis lágrimas. Ni siquiera había notado mis propios quejidos. Theo me mira, sin entender qué está ocurriendo a su alrededor y al notar cómo estoy llorando, también comienza a gritar. Intento calmarlo con algunos mimos y palabras tranquilizadoras. El Doctor se marcha y Harry se acerca hasta nosotros.

—Dice que estará en cuidados intensivos y solo se puede quedar una persona con él, aunque en la sala de espera. —menciona—. El doctor Hamilton me ha dicho que no sabe cuánto tiempo papá estará en coma, y que todo depende de su pronta recuperación—. Suelta un suspiro, y se lleva las manos hasta la cabeza. Su cuerpo empieza a temblar y su cara se torna roja. Pronto sé que mi hermano está llorando. Verlo ahora en ese estado, me rompe el corazón—. Hay una gran posibilidad de que papá no pueda caminar cuando despierte.

— ¡Dios mío! —exclamo, horrorizada con la situación, y montones de lágrimas salieron sin parar. Todos estábamos conmocionados; tristes por aquella noticia tan devastadora para la familia. Nathan me abrazó aún más fuerte y me daba uno que otro comentario para hacerme sentir mejor. Se lo agradecía. Sé que él no tenía la obligación de estar aquí presente conmigo, pero aquí estaba. Esto valía mucho para mí.

Harry se acercó, se notaba tan triste como yo, y sus ojos estaba rojos por los sollozos contenido. Theo se removió incómodo y metió su cabecita en el hueco de mi cuello, abrazándome con sus manitas. Le di un beso.

—Te amo, mami. —dice mi angelito con tristeza. Le sonrío. Era el único capaz de hacerme sentir tranquila en una situación como esta.

—Yo también te amo, mi pequeño. —sobo su lacio cabello color chocolate y le doy un beso en la mejilla.

—Todo estará bien. Ya verás. —Asentí ante las palabras de Nathan.

Mike abraza a mi madre, y no sé cuánto tiempo pasa hasta que se separan. Alisha está abrazada a sus hijos y solloza en silencio. En verdad ella quería mucho a mi padre. Mamá habla en susurros con Michael, y luego sus grandes ojos grises se cruzan con los míos. Desvío la mirada.

— ¿Te quedarás con él entonces, mamá? —preguntó Harry, con sus ojos tristes y llenos de lágrimas.

Mamá asintió tímida.

—Todo estará bien. —me susurra nuevamente. Asiento, correspondiendo el abrazo que ahora me ofrecía.

Me despedí de mis hermanos y Alisha, al igual que de mis dos hermosos sobrinos, y le dije que me avisara cualquier novedad. Harry hizo lo mismo y ambos comenzamos a recoger para irnos; sin embargo, antes de poder marcharme, mi madre tomó mi mano y me miró con ojos suplicante.