XX "Llamada".

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Thomas.

—¿Entonces?—Pregunté.

—¿Entonces qué?—Preguntó Kaya.

—¿Cuál es el plan?—Reiteré.

—¡Oh! Eso...—Se acercó a la mesa de su dormitorio—¿Recuerdas la primera vez qué pasó... eso?—Preguntó Kaya.

De sólo recordarlo, me causa náuseas.

—Sí...—Empecé a describir—Fue cuando "llegó" del trabajo. Tenía todo su traje desacomodado y tenía chupetones.

Ella se tocó la barbilla, pensando.

—¿No pasó algo más? ¿Algo que recuerdes que llevaba aparte de eso?—Preguntó.

Traté de recordar esa noche, sin embargo, me era difícil, pues parecía una laguna mental.

Kaya notó eso y siguió hablando.

—¿Un cabello? ¿Un olor?

Eso hizo que mi mente hiciera click. Recordé que había encontrado un horrendo olor a maracuyá impregnado en todo su cuerpo.

—Sí. Él tenía un olor a maracuyá impregnado.—Me dieron escalofríos al pronunciar tan sólo esa fruta.

Kaya se quedó pasmada, no se movió ni siquiera un centímetro.
Empezó a abrir su boca, como si fuera a decirme algo; mas ninguna palabra fue pronunciada. Hizo eso alrededor de unas tres veces, las cuales fueron lo mismo.
Parecía que un gato le había comido la lengua.

—Kaya—Hablé, seriamente—. ¿Tú sabes quién es?—Apoyé mis manos en la mesa.

—Y-Yo...—Por fin pudo pronunciar.

—Kaya.—Alcé un poco más mi voz.

—¿Seguro q-que no había ningún cabello...?

Traté de recordar. Bajé mi cabeza y cerré los ojos. Tal vez esto me ayude. Nada. No podía recordar más.

—¿Thomas?—Dijo una voz, la cual se sentía muy lejos.

—No recuerdo.—Una lágrima viajó por toda mi mejilla izquierda.

—No llores—Sus manos acunaron mi rostro, haciendo que, alzara la vista—. Vas ha hacer que yo llore también—Dijo, sonriendo.

Eso me hizo reír, pues Kaya jamás llora. Técnicamente su frase fue irónica.
Llevó sus manos hacia las mías y volvió ha hablar.

—Yo voy ha estar a tu lado. Voy ha buscar a ese hombre o mujer que se mete con Dylan, y les voy ha destruir la vida—Dijo, sonriéndome—. Pedazo por pedazo—Concluyó.

—Gracias, Ka--

Mi teléfono comenzó a sonar.

Me alejé de ella y caminé hacia la mesita de noche, buscando mi teléfono. Lo encontré y conteste sin fijarme quién era.

—Ho--

—¿Dónde estas?

Rápido supe que era Dylan. Miré hacia Kaya, moviendo mis labios pronunciando su nombre. Ella rodó los ojos y susurró.

Ponlo en alta voz.

Asentí y lo puse en alta voz.

—Hola para ti también, Dylan.—Respondí.

—Te hice una pregunta.—Dijo, fríamente.

Vi a Kaya y susurró.

Dile: "¿Cuál era?"— Asentí.

Not the only one » Dylmas. [AU].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora