Tyler: Yo no me metí con él.

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Tyler.

—Dyl...—Gemí cuando sentí sus labios besando mi cuello.

Habíamos salido durante semanas y todo resultaba de maravilla. Creo que al fin encontré mi amor verdadero.

Llegamos después de una cita... la cita más bella del universo.
Habíamos ido a cenar a un restaurante un tanto lujoso, después fuimos al cine. Vimos una película dramática basada en los años donde las torres gemelas fueron parte de un atentado. Creo que se llama "Francotirador".

Mi chico se la pasó haciendo bromas. Nos sacaron del cine porque no se callaba. Él le dijo algo al hombre sobre que ella lo corrió igual de su corazón. La sala estalló en risas.
Simplemente perfecto...

Llegamos al coche y empezó a sonar una canción:

"I wanna be yours; Arctic Monkeys".

Todo estaba yendo de maravilla. Ojalá esta velada durara para siempre.

Sentí la ansiedad de besarlo, no podía más con esto. Me acerqué a él, lentamente; ansiando el saber cómo sabrían sus labios. Él también vio mis intenciones y se acercó a mi.
              Nos besamos.
No voy a negar que no me gustó, pues ha sido una de las mejores (o la mejor) decisión que he tomado.

El beso se profundizó y decidimos empezar a sobrepasarnos.
Me alejé de él y hablé.

—¿Dyl...?—Dije, jadeando.

—¿Si?—Respondió de igual manera.

—Vamos a tu casa.—Dije sin titubeos.

Él se lo pensó un poco (bastante).

—¿Y si vamos a la tuya?

—Pero si yo vivo en un campus y comparto habitación con...

—Tengo una idea.—Y como por arte de magia, se alejó y encendió su camioneta negra.

El viaje no fue largo, y paró en un lugar obscuro.

—¿Qué pasa?—Pregunté, observando el lugar.

—Siempre quise hacerlo en el auto—Empezó. Tocó mi entre pierna—, ¿A ti no?—Siguió.

Yo solo me ruboricé, pues también había sido una de mis fantasías.
Asentí y él sonrió. Se acercó a mi y nos empezamos a besar.
El beso se intensificó y pasó a mayores.
Nos separamos y él habló.

—Y-yo...—Tocó su cabello. Tomó una bocanada de aire—Lo lamento.

—¿Por qué?—Apareció una punzada en mi pecho.

—N-No estoy listo.—Lágrimas salían de sus ojos pardos.

Yo le mentí a Thomas. Yo estaba listo para perder mi virginidad, pero él no estaba listo para engañarlo de tal forma.

—P-Puedes contarme...—Con esperanzas de saber su versión, pregunté.

Y-Yo...—Trató de hablar entre sus sollozos que no parecían cesar—tengo novio...

Eso fue lo único que necesité para saber lo que tenía que saber.
Tenía que ser demasiada coincidencia que él estuviera esperando a alguien. Tenía que ser 'obra del destino' el que él fuera el indicado. Tenía que ser mágico el hecho de que siguiera estando soltero.

Me retracté y quise salir de su camioneta negra, cuando Dylan, tomó mi muñeca.

—P-Por favor... no te vayas.—Dijo, llorando.

—¿Por qué?—Pregunté de una manera casi inaudible. Él sorbió su nariz.

—¿Eh?—Preguntó.

Not the only one » Dylmas. [AU].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora