XXIV "Final".

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Thomas.

Me alejé de Ava. Su aroma me tenía bastante dolido.
Traté de contener mis lágrimas a toda costa.

—¿Y tú prometido?—Hice una sonrisa demasiado falsa.

Ella miró detrás de mí por unos mili-segundos. Atrás de mí, estaba Dylan. No entendía por qué volteaba hacia atrás, tal vez lo hacía por reflejo y yo solo estaba sacando conclusiones.

—Él..., no pudo venir.—Sonrió un poco triste.

Volteé y miré a Dylan. Regresé mi mirada hacia Ava, luego, a los dos.

—Dylan—Aclaré mi garganta—, ¿podemos hablar?

—Claro que sí.—Dijo él. Me tomó de la cintura y nos alejamos de mi hermana.

Una vez que estábamos un poco lejos de mi hermana, comencé ha hablar. Las lágrimas no tardaron en escurrirse por mis mejillas.

Omnisciente.

—¿Cómo te atreves?—La voz de Thomas estaba rota y subida un poco de tono. Gracias a eso, varias personas los voltearon a ver.

—¿De qué hablas?—Dylan miró hacia todas partes, bochornoso.

—Tú sabes a lo que me refiero—Dijo Thomas, señalándolo con el dedo índice—. ¡Te cogiste a mi hermana!—Dijo gritando.

Toda la gente los volteó a ver. Ava tiró su copa de vino y se cubrió la boca.
Dylan trató de agarrarle las manos a Thomas para tranquilizarlo, sin embargo, no fue exitoso.

—¡Suéltame, bastardo!—Se zafó del agarre de su novio. Buscó a su hermana con la vista y le gritó—¡Y a ti, no te quiero volver a ver!—La señaló.

Caminó destrozado hacia la salida más cercana. Este lugar era un desastre. Él era un desastre.

Caminó fuera de la propiedad y, en la acera, encontró un auto estacionado; fuera de este, se encontraba recargada Kaya.
Ella abrió sus brazos, esperando que Thomas fuera a ellos. Él sonrió y se empezó a acercar.
Dylan salió de la puerta, junto con Ava, y se acercó a él. Rodeó con sus brazos fuertemente a Thomas, tratando de evitar que el rubio se fuera de su lado. Estaba entrando en desesperación, no podía vivir sin su británico. A pesar de haberlo engañando muchísimas veces con su mismísima hermana, lo amaba. O por lo menos así lo sentía.

—¡Suéltame!—el rubio se resistió.

—Te amo, te amo, te a-

En un momento dado, sin que nadie se lo esperara, Thomas se soltó y le empezó a propinar puñetazos a Dylan. El castaño se dejaba, lo merecía.

Estaban en el piso, Thomas encima de Dylan golpeándolo sin parar. Thomas dejo de hacerlo cuando el dolor en sus nudillos fue demasiado.

—N-no me dejes.—Logró decir lastimosamente.

—No vale la pena, Thomas. Vamonos.—Kaya separó al rubio del ojimiel.

—Te odio.

Kaya se lo llevó hacia el auto. Thomas lloraba descontroladamente. Ava se acercó a Dylan y checó si estaba bien.
Thomas miraba con asco la escena, pues veía lo preocupada que estaba su hermana y la manera en la que lo agarraba.
El asco, pasó a ser dolor.

—Thomas...—Habló Kaya.

—¿Qué?—Dijo Thomas.

—¿Ya viste quién está con nosotros?

La vista del rubio se dirigió hacia la del conductor. Era Tyler, Tyler Posey.

—¿Cómo es que...?—Thomas no podía creerlo.

Not the only one » Dylmas. [AU].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora