Not the only one » Dylmas. [AU].

XXI "Tyler, Dylan y Thomas".

Presente.

Thomas.

Estaba por llegar a la casa. Sinceramente, tenía un nervio que carcomía todo mi ser. ¿Por qué? No tengo la respuesta.
Todo el tiempo, Dylan, me sorprendía cada vez más.
¿Alguna vez sintieron conocer a la perfección esa persona, pero, empiezan a indagar más en ella, y es un desconocido para ti? Bueno, eso es lo que me pasa con él.

Llegué a la casa y no me moví: Miraba fijamente la puerta principal. No tenía valor para entrar. La puerta me parecía más entretenida que lo que estaba por ver.

Entré a la casa... y todo estaba en perfecto estado: No había rastros de polvo acumulado o alguna cosa fuera de orden. Bastante decente se veía la casa.
Recorrí toda la sala en busca de Dylan. No encontré ni siquiera una alma que rondara por allí. Me giré hacia el pasillo.

—¿Dylan?—Pregunté sin pensarlo.

Sin embargo, me llevé la sorpresa de que nadie respondió.

Recorrí el pasillo, en busca de alguien o algo que me indicara dónde estuviera.
Pasé por los baños (que sólo eran dos), la habitación, el estudio y no encontré nada.
Decidí no preocuparme y opté por darme una ducha y cambiarme.

[...]

Estaba cambiándome cuando escuché la puerta principal abrirse.
Terminé de vestirme y salí al pasillo a revisar si era Dylan quien había entrado (aunque sería muy obvio); y, efectivamente, encontré a Dylan... pero no venía solo; lo acompañaba otra persona.

—¿Qué mierda...?—Pregunté bastante confundido. No esperaba ninguna clase de visitas. Y menos esa persona quien acompañaba a Dylan.

—Hola..., Thomas.—Dijo Tyler, sonriendo de una manera triste.

—¿Qué está ocurriendo?—Evadí su triste saludo.

Por un momento, recordé nuestro acordado plan. Sentí los nervios a flor de piel; pues puede ser que, Dylan, lo haya descubierto.

Y, si no es eso, entonces: ¿Qué mierda piensa hacer Dylan? Él sólo estaba parado al lado de él, y tomó una bocanada de aire. Habló segundos después.

—Quiero hablar contigo, Thomas. No quiero que esto acabe.—Dijo jugando con sus dedos. Esa acción la conocía de memoria: Estaba nervioso.

«Esto acabó desde que te metiste con otra persona» Dije para mí mismo. Me crucé de brazos y alcé una ceja.

—Bien. Habla.—Inquirí como si no supiera nada de lo que ocurría.

—¿Podemos... sentarnos?—Dijo moviendo sus brazos, señalando la sala.

Asentí sin muchas ganas de iniciar esta conversación, y me dirigí a la sala, ignorando a los chicos.
Una vez que estábamos todos sentados, Dylan, habló.

—Thomas, él es Tyler. Tyler, él es Thomas.—Nos señaló a ambos respectivamente.

Por un momento, sentí alivio. Pues, mi lógica, decía que, si él nos presentaba, significaba que no sabía de nuestra amistad y nuestro plan.
Miré a Tyler hacia los ojos, diciendo con ellos "Sígueme la corriente". Asentí y le sonreí; él hizo lo mismo.

—Tom..., él es...—Tomó una bocanada de aire—, él es mi amante.—Cerró los ojos como si esperara un regaño muy fuerte por parte mía.

No me impresioné para nada, pues sabía que lo era desde hace mucho tiempo; sin embargo, fingí no saber nada del tema. Necesito un Oscar después de esta relación.