I

1.6K 143 29
                                    

- Han, Han, ¡Han! – Escuchaba una voz a mi alrededor, empecé a abrir los ojos lentamente y levanté la cabeza. – ¡Han Jisung! Atienda en clase, por favor. – Mi profesor, la segunda persona que más odiaba en este mundo.

- Sí, sí. Estaba escuchando... Mientras descansaba. – El profesor suspiró. El chico que se sentaba en el pupitre de detrás, se acercó a mi oreja, poniendo su barbilla sobre mi hombro sin tocarlo y me susurró:

- Si no te pasaras la noche comiendo pollas, no tendrías que dormir en clase. – Volvió a su sitio. Agaché la cabeza mientras hacía fuerza con los puños, apretando los dientes.

Más tarde, sonó el timbre y seguí en la misma posición. Otro chico de mi clase, al ver que no estaba recogiendo para irme como hacían los demás, se acercó a mí.

- Han, ¿Estás bien? Que no te importe lo que dice ese chico, es idiota. Seguro que se mete contigo por envidia. – Creía recordar que su nombre era Hyunjin.

- No creo que se meta conmigo por envidia. Nadie me la puede tener – Una lagrima caía por mi rostro, al estar mirando hacia abajo, ésta cayo más rápido y pareció partirse en mil, al golpear contra la mesa.

- Claro que puede tenerla. Por ejemplo, tu eres más guapo que él, más amable... - Levanté la cabeza para verle la cara. Mientras hablaba, parecía estar sumergido en mis ojos, fijamente, casi sin parpadear. - ...simpático, buen estudiante... - Me levanté frente a él. Le miré los ojos durante unos segundos. Todo se encontraba en completo silencio. Me detuve a observar su cara. Sus ojos sinceros, su nariz redondita, sus grandes labios... Hyunjin era realmente guapo. Parecía que él estaba haciendo lo mismo que yo, analizar mi cara. De repente el silencio fue quebrado por una melodía de teléfono. Era el mío, y podía saber quién llamaba sin mirarlo.

- Lo siento, me tengo que ir. – Me fui rápidamente del aula y me quedé cerca de la puerta. Escuche un suspiro de Hyunjin que provenía de dentro del aula. Saqué el teléfono de mi bolsa y respondí a la llamada.

- Hola... - No sabía lo que podría decirme y estaba asustado.

- Estaba preocupado porque tardabas en responder. – Escuchaba su horrible voz al otro lado del teléfono.

- Acabo de salir de clase. ¿Querías algo?

- No seas tan arisco conmigo. – Pero se me hacía imposible ser amable con él. – Estoy en el aparcamiento del campus, hablamos en el coche. – Colgó. Él si podía ser brusco conmigo. ¿Qué querría ahora?

Efectivamente, como dijo, estaba allí, apoyado en su gran coche negro.

- Jisung. – Me abrazó con un solo brazo rodeando mi cintura, para acercarme a él y besarme. – Entra en el coche. – Me senté delante, de copiloto, a su lado. – Querido Jisung. Me hago viejo. – "También eres asqueroso y no lo recuerdas. Ya soy consciente de que te haces viejo" pensé. – Me enteré de que tu madre está en el hospital, que está grabe y no tenéis dinero.

- Enfermó cuando era pequeño. Por eso trabajo de esto.

- Entonces, supongo que no te llegan los 2.000 dólares que te doy al mes para pagar el hospital de tu madre.

- Supones bien. Intento ahorrar todo lo que puedo, pero no puedo evitar gastarlo en mi casa, más los estudios, la comida... Ella está conectada a una máquina. No quiero que muera, pero mantenerla así, viva por una máquina, es muy triste.

- Entiendo. – Se quedó pensando por unos segundos. - ¿Te parece bien que nos casemos? – Abrí los ojos como platos sorprendido por su pregunta. – No tengo hijos, así que tú heredarías mi dinero y mi casa. Mientras yo no muera, tendrás una asignación mensual de 4.000 dólares. Te pagaré el doble, siempre que estés dispuesto a hacerme más servicios.

- ¿Lo dices en serio?

- Puedes alquilar la casa de tu madre si no quieres venderla y venirte a vivir conmigo.

- ¿A tu mansión?

- Además, te exijo fidelidad absoluta.

- ¿Qué?

- Te necesito cerca para poder vigilarte. Se que te gusta el chico que está saliendo ahora de la universidad. – Miré hacia donde miraba él. Se refería a Hyunjin.

- ¿Él sabe de lo que trabajas? ¿Sabe que eres gigoló? ¿Sabe que alguien te está pagando un sueldo mensual a cambio de... tu compañía?

- No me gusta. Y no sabe nada de eso, apenas le conozco. ¿Qué te hace pensar que me gusta?

- Bueno, si él no te gusta, pues entonces a él le gustas tú. Curiosamente habéis sido los últimos en salir, has tardado en responderme al móvil, y hay que reconocer que el chico es muy guapo, aparte de más joven que yo. Tiene posibilidades. – Resoplé sin poder responder nada. – Recuerda que te pagaré el doble de lo normal, así que cuida tus acciones. En breve nos casaremos, así que elige el país que te haga más ilusión visitar.

- Sí, claro. – Asentí. Renuncié a mi libertad. Sé que no querías esto, mamá. Pero seguiré estudiando, y cuando te recuperes, mandaré a este hombre a la mierda.

Fighting Against Yourself | HYUNSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora