Jisung se ve obligado a luchar contra él mismo.
Jisung y Hyunjin asisten al mismo campus universitario, van a la misma clase. Un día, Hyunjin no puede evitar hablar con Jisung, la persona de la que ha estado enamorado muchos años, a pesar de no con...
Hyunjin me acompañó hasta la boca del metro cuando salimos del hospital. No intercambiamos ni una sola palabra. Parecía que estaba sumergido en sus pensamientos. Nos detuvimos en frente de las escaleras para bajar al metro. Hyunjin se giró hacia mí, tratando de mirarme a los ojos, pero rápidamente desvié mi mirada hacia cualquier lado que no fuera su cara. No era capaz de mirarle. Ya nunca lo sería.
- Jisung, prométeme que no harás ninguna tontería. – Parecía preocupado. Buscaba mi mirada.
- Te prometo que no haré ninguna tontería. – Dije sonriendo mientras le miraba el cuello de la sudadera, daría lo que fuera por no mirarle a los ojos.
- Creo que tenemos diferentes conceptos para la palabra "tontería". – Hyunjin seguía preocupado.
- Yo también lo creo, pero no te preocupes, todo será mejor a partir de ahora. Me voy ya, no quiero hacerle enfadar. – Me sentía libre al hablar, como si nada de lo que estaba diciendo importara. Como si el viento que daba en mi cara tratara de decirme que pronto podría volar como la brisa. Estaba a punto de bajar las escaleras hacia el subterráneo cuando la voz de Hyunjin me detuvo.
- Jisung. – Me giré para que pudiera ver que le prestaba atención. – Dime la contraseña de tu taquilla.
- ¿Cómo? – Pregunté inclinando mi cabeza hacia un lado como gesto de confusión.
- Que me digas la contraseña de tu taquilla del campus, olvidé mis apuntes de lengua. Si me los pudieras dejar...
- Sí, claro. O8-12. Sé que es una fecha importante para mí, pero no consigo recordar por qué.
- Una última cosa. Necesito que cumplas esta promesa. – Asentí mirándolo atentamente. – Quiero verte mañana en clase. Es lo último que te pediré. – Sonreí al saber que Hyunjin por fin había comprendido lo que el destino tenía preparado para mí. Asentí, cumpliría la última petición de Hyunjin. Solo debía aguantar un día más. – Noté como Hyunjin empezaba a respirar más tranquilo. Como si se hubiera quitado un peso de encima. Entonces nos despedimos y bajé las escaleras.
Habíamos hecho esto muchas veces, pero esta vez era diferente, como si nos estuviéramos despidiendo para siempre. Y, aún que todavía no había llegado la hora, se sentía como si esa fuera la despedida.
Subí al metro. Hoy no tenía pensado cogerlo, pensaba que a estas alturas ya no debía preocuparme por coger el metro, pero no fue así. Debía cumplir mi última promesa.
Sabía lo que me esperaba cuando llegará a la mansión de ese hombre. Pero decidí pedirle que me dejara descansar por hoy, a cambio de ofrecerle mis servicios durante todo lo que quedaba de semana. A lo que cedió sin pensarlo.
No me preocupaba esta promesa, ya que, de ninguna forma posible iba a ser cumplida.
Esa sería la última noche que dormiría en esa casa. Sería la última noche que pisara el lugar. Sería la última noche que tendría que soportar a ese hombre.