Harry es un torpe y algo inseguro estudiante universitario que ha estado enamorado de su mejor amigo. Louis no se da cuenta de lo que siente, hasta que es muy tarde.
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Casa de los Styles Un lunes cualquiera
Harry le encanta estudiar, es algo que disfruta mucho y además es sumamente importante para él. No solo para sacar buenas calificaciones, ni para enorgullecer a sus padres, sino porque ama descubrir y aprender nuevas cosas. Aunque eso no evitaba que pudiera quejarse del exceso de tareas que lo dejaban hasta altas horas de la noche trabajando.
Pero así es la universidad.
Cuando se despierta, el sol está entrando entre sus cortinas. Las 7:30AM marca en su reloj, haciéndolo levantarse rápidamente para dirigirse a su baño. Debe tomar una ducha rápida si no quiere llegar tarde.
Empieza a cabecear, sentado en el inodoro mientras espera a que el agua de la regadera se coloque a una temperatura adecuada. La humedad y calor comienza a esparcirse por todo el cuarto, sintiendo como su cuerpo entra en calor. Levanta la cabeza de golpe y entra a la regadera soltando un gemido, sintiendo el agua caliente despertarlo inmediatamente.
Sale a los 5 minutos, tomando la toalla para enrollarla en su cintura, sentándose en la orilla de su cama, tallando sus ojos.
—Amor, Louis está aquí.
La voz de su madre se escucha fuera de su habitación. Se levanta rápidamente de la cama. Espera que su madre entre, pero no lo hace. Escucha sus pasos alejarse.
Suelta un suspiro y se viste rápidamente. Se coloca sus lentes, alborota el pelo y baja, encontrándose a Louis riendo junto a su hermana en la sala.
—Louis, hijo de puta. —dice entre risas la castaña.
— ¡Gemma Styles! ¡Vocabulario!
—Lo lamento, mamá. —sigue riendo. Voltea, viendo a su hermano en las escaleras. —Harry, buenos días.
—Gemma. —le sonríe, colocando sus manos en sus mejillas, dejando un beso en su frente
—Tus lentes. —dice cuando se aleja, mirándolo fijamente.
—Gemma, ya...
—Están sucios. —lo interrumpe. —Serán unos segundos. —Harry se aleja un poco, negando con seriedad. —Me rindo. —rueda los ojos.
Harry odia verse sin gafas.
—Los dejo, pero necesito oír el final de esa historia. —señala a Louis.
Louis asiente. Gemma sonríe, subiendo las escaleras.
—Adoro a tu hermana. —sonríe. —Por cierto, hola. —se acerca, abrazándolo. –Los chicos llevan 15 minutos esperándonos en la cafetería, —se separa. — ¿nos vamos?
