Harry es un torpe y algo inseguro estudiante universitario que ha estado enamorado de su mejor amigo. Louis no se da cuenta de lo que siente, hasta que es muy tarde.
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Cafetería Shawn.
Su cabeza se encuentra recargada contra el volante, con sus ojos cerrados, no hay nada de ruido a su alrededor, lo que le dan la paz que en ese momento necesita. Su garganta se encuentra seca, y además tiene resaca, está seguro de que podría morir en ese instante por eso. No era el mejor resultado de la gran noche que tuvo el día anterior. Había olvidado lo que era salir de fiesta con sus amigos y obviamente no se limitó en lo que tomaba. Lo último que recordaba era él y Bebe bailando como locos arriba de la mesa, ella debía estar igual o peor que él.
Está a punto de quedarse dormido cuando su mamá golpea la ventana del copiloto.
— ¡Niall! Necesito esas cosas para hoy. —le grita frunciendo el ceño.
—Ya voy. —gruñe aún contra el volante, no escucha más, por lo que supone su madre se ha marchado.
Le habría encantado quedarse en casa y dormir toda la mañana, pero apenas había amanecido, su madre lo despertó pidiéndole un favor tras otro, y Niall sabía que no podía negarse mientras siguiera viviendo bajo su techo. Así que con todo el dolor de su alma (y cabeza) se levantó para cumplir con esos favores. Tal vez debió tomar un vaso de agua antes de salir, de este modo no estaría sufriendo tanto.
Un café podría despertarlo, tendría que desviarse pero valdría la pena. Levanta su cabeza soltando un suspiró, enciende el auto y emprende camino. El trayecto se le hace eterno, los conductores no son muy amables en la mañana. No tarda mucho en llegar a la cafetería, cuando entra ve a varia gente esperando ser atendida, bufa formándose. Pasan unos minutos apenas y sus ojos se empiezan a cerrar mientras espera en la fila.
—Bienvenido, buenos días, ¿qué va a querer? —escucha después unos minutos.
—Buenos días. Un americano cargado, muy cargado. —mira a la chica, buscando el dinero en su pantalón. Esta le sonríe tomando su pedido.
— ¿Para llevar?
—Por favor. —entrega el dinero soltando un bostezo.
Se coloca a un lado dejando pasar a los demás clientes, cierra sus ojos unos segundos descansando sus ojos. El café se cuela por sus fosas nasales, haciendo su estómago rugir, piensa que tal vez debió comprar algo de merendar también.
Niall recuerda la noche anterior y ríe por lo bajo, luego de la presentación de Bebe se la habían pasado bailando. Había sacado a Harry a bailar, burlándose de sus forzados pasos y lo tímido que lucía, pero después de un rato se soltó bailando junto a los chicos, siguiendo los pasos que Lottie le enseñaba. Mientras tanto él se la pasaba platicando con algunos chicos y chicas que conoció, nada sucedía más allá de charlas coquetas y de invitaciones de bebidas por parte de uno que otro chico.
Recuerda la imagen de Louis como hermano celoso y protector cuando a Lottie se le acercaba algún chico, el castaño aparecía tomándola de los hombros, gruñéndoles que desaparecieran, haciendo reír a todos menos a la menor de los Tomlinson, quien solo rodaba los ojos y seguía bailando. Una chica había abordado a Zayn en la barra mientras esperaba las bebidas, coqueteándole con descaro a la vista del rizado, haciéndolo fruncir el ceño, siendo salvado por Bebe la cual se levantó, diciéndole unas palabras para alejarla y jalando al peli negro de regreso a la mesa. Harry le agradeció recibiendo un guiño de la rubia. Todos rieron, incluyendo al rizado. Volviendo a Louis... él se turnaba entre espantar a los chicos que se aproximaban a su hermana, bailar y tomar shots junto a Bebe. Fue la mejor noche de su vida sin duda.
