Con las plumas de un pavo real, un grajo se vistió: pomposo y bravo en medio de los pavos se pasea.
La manada lo advierte, lo rodea, todos le pican, burlan y lo envían...
¿Dónde, si ni los grajos lo querían?¿Cuánto hace que repetimos este cuento, sin que haya en los plagiarios escarmiento?
★★★★★Moraleja: No intentes nunca aparentar lo que no eres