Incidente; FxM

#Veintiuno

Antes de comenzar: ¿Cuál portada les gusta más de estás tres?. Sé que no son las mejores pero espero y les guste un poquitín.

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MEG

Después de que Foxy se haya ido, me dirigí a mi hogar, prendí las luces y fui por un jugo que se hallaba en mi refrigerador. El timbre de mi departamento sonó, así obligándome a dejar mi jugo y voy a verificar para ver quién es. Es Foxy. 

-¿Qué haces aquí?-pregunté. 

-Mira, sé que ella no te cae muy bien que digamos, y sé que esto no hará que avancemos en nuestra amistad Meg, pero...te pido que te pongas en su lugar.

-¿De quién hablas?-pregunto extrañada.

Él mira hacía un lado de la puerta, donde yo no puedo ver por la pared y hace una seña ''a ese alguien'', escucho pasos y visualizo una cabellera rubia con puntas verdes asomarse en la puerta, es Chica. Tiene unas ojeras inmensas, sus ojos rojizos acompañan a su pelo que ha perdido el brillo, se ve muy triste, y me da algo de lastima verla así, pues por lo que sé, su madre sufrió un accidente, yo perdí a mis padres de la peor forma, y eso me hace tener una pizca de compasión hacía ella. 

-¿Qué hace aquí ella?-pregunté, cada vez más confundida.
¿Acaso es lo qué creo qué es?

Foxy iba a hablar, pero la voz de Chica irrumpe en aquella acción. 

-Sé que las dos no nos llevamos muy bien, pero te pido que me dejes quedarme en tu casa solo por un tiempo-sus ojos se cristalizan-, me he portado mal con tú mejor amigo, no me merezco esto, pero te pido, qué por favor me des una oportunidad. 

-Ex-mejor amigo-susurre. Era increíble todo lo qué me hacía-. ¿Me estás pidiendo que te deje vivir en mi casa, por quien sabe cuanto tiempo?, ¿así como así?

-No tiene sentido, lo sé, pero por favor-me miro suplicante. 

No te hagas la sufrida, pienso mientras la miró mal. 

-Rojo, ¿así piensas arreglar todo?-le pregunto tratando de no sonar tan enojada. ¡Pero es qué esto sobrepasa los límites! 

-Claro que no,pero si tú...-se queda a media frase. No tiene una buena excusa y lo sabe.
Está atrapado entre su cinismo e idiotez. 

-¿Si yo qué?

-La quisieras ayudar...-agrega rápido. 

-Te recuerdo que por ella, me dejaste pensando que te mentía-digo sin temor a que nos este escuchando dicha rubia. Por ella todo, y ahora resulta que tengo que aceptarla. 

-Es mi culpa, debí decirle a Foxy que no quería nada con él-dice Chica poniéndose enfrente de Foxy, a él se le llenan los ojos de dolor-, pero los quería a ambos, y tenía miedo de perderlos, tarde me dí cuenta que no sentía amor por Foxy, solo un inmenso cariño...amo a Golden y...acepto mi culpa, sinceramente te pido una disculpa. 

-Oh, Chica, sé que es tú culpa-la señalo, mientras blanqueo los ojos. ¡Simplemente genial!-. Esto lo pagarás caro, zorro-ahora señalo a Foxy-. Pasa Chica.- digo entre dientes. 

Ella sonríe agradecida y Foxy me ve igual.

-Gracias-murmura Chica.

-Espero no tenerte un año aquí, eh...-trato de decirlo en son de broma, pero salió muy tosco. 

-No-me mira-, ni siquiera tres meses, tengo fé en que mi madre se recuperará.

¿La fe de qué sirve?, yo la tuve al ver mi casa llena de fuego, esperando a que mi familia saliera de ahí, y en cambio murió y yo me quede con un ojo ciego.

-Sí, sí, siéntate-espeto duramente.

Me voy a la cocina a servirme un vaso con agua, logró escuchar a Foxy decir:Tranquila, sé que Meg lo aceptará, solo la tomamos por sorpresa.

¿Aceptar?, ¡Ja!, ¡nunca!.

Sirvo el vaso de agua y llego a la cocina, creo que Chica cree que es para ella por qué estira sus manos, pero yo tomo del vaso, ella frunce su ceño y un sonrojo se apodera de sus mejillas.

¿Creíste que era para ti, cariño?, sé que estás triste, pero tus piernas y brazos están en perfectas condiciones para pararte, tomar un vaso y servirte agua.

-Bien, Meg, si no te molesta...¿po-podría quedarme contigo...hoy a dormir?-pregunta Foxy.

-Oh, claro, usen mi casa como hospedaje-digo sarcástica-. Ya qué.

Él y Chica se acomodan en un solo sillón y para colmo en el pequeño... Eso me da celos.
Tranquila Meg, no son nada. ¡Recuérdalo!

-Eh Foxy o Chica, les recuerdo que hay un sillón allá, y más grande-señalo el sillón, tratando de no sonar mal o encelada. 

-Preferimos dormir juntos-contestan ambos.

Auch...ya olvídalo de una vez. 

Me dirijo a mi cuarto apagando las luces en el camino, ni siquiera me molesto en traerles cobijas, que mueran de frío ya que las ventanas están abiertas, me aviento en mi cama y tomo a Copito entre mis manos.

-El amor es cruel, Copito, el corazón se ilusiona y el precio puede ser gigantesco-le digo con mis ojos cristalizados, el solo ronronea y yo sonrió-. Por eso si en tu otra vida eres humano...Nunca te enamores de alguien que no te corresponde.