Incidente; FxM

#Veintidós

MEG

Me desperté con Copito encima de mi estómago, tenía un calcetín puesto en uno de mis pies, y el otro quién sabe en donde se perdió, mis almohadas estaban en el suelo. Era algo usual para mí despertar así, deje a Copito dormido en la cama y salgo de mi habitación, pero me arrepiento al instante qué veo una imagen desagradable frente mío. 

Foxy y Chica abrazados...
Tal vez debo aceptar que él y yo no estamos destinados. 

UNA SEMANA DESPUÉS.

-El helado de limón es mi favorito. Lo sabes muy bien, rojo-le digo enojada al ver que me ha comprado uno de vainilla. 

-¿Enserio?-rodé los ojos. 

-¡Me conoces desde hace varios años!, ¿cómo se te pudo olvidar mi sabor de helado favorito?-pregunté, estupefacta. 

-Lo siento, fue un despiste. ¿Qué haré  con el de vainilla ahora?

Hice un gesto pensativo colocando mi dedo sobre mi barbilla. Esbocé una sonrisa ladina y dije:

-Tráeme el helado de limón-él me miró confundido-. Me comeré ambos helados, no tengo ningún problema en ello.

Rueda los ojos pero no evita soltar una risa. 

-Está bien.

De regreso a la heladería, él pide mi queridísimo helado y me quedó esperándolo mientras miró hacía el piso. Chica se ha quedado en el departamento, he planteado la idea de dejar mi crueldad de lado; ella no tiene la culpa de qué Foxy no me corresponda, además, todos cometemos errores y finalmente, de estos se aprende. Aún así mi parte egoísta dice que por fin tenemos un tiempo Foxy y yo a solas, sin qué ella este como chicle al pelo con nosotros. 

Ahora con mis dos helados en mano, Foxy y yo comenzamos a caminar mientras hablamos de diversos temas, uno de ellos. . .¿Le sigue gustando Chica? ¡Eh qué yo no pregunté eso! de hecho, él saco ese tema a conversar. 

-Se podría decir que sí, puede que ya la deje de amar pero...me sigue gustando, ¡es raro hablar esto contigo, sabiendo que yo a tí te-alzó la mano deteniendo la palabra que va a salir de su boca. Rió sin humor. 

-Ey, ey, ey, cálmate, primero: El amor no desaparece en dos semanas, ¿bien? segundo: Sé que tu me...eso qué no quiero mencionar, pero debemos olvidarlo, yo debo olvidarlo. Ahora somos amigos y sentimientos así son estúpidos-él me miró dubitativo. Le sonreí serena. 

-Sí-me sonríe mientras dirige su mano a mi mejilla y la acaricia lentamente, se da cuenta de lo que hace y se sonroja-. Lo siento, tenias una mancha del helado de vainilla.

-No he probado el de vainilla. 

-¿Ah?-se sonroja más.

Me rió de él y seguimos hablando.

***********

Ya han pasado varios días, Foxy y yo nos volvimos más cercanos, tanto que se podría decir que ya lo he perdonado, pero el aún no sabe eso. Nos encontrábamos en mi habitación, formulando nuestro trabajo de exposición para la maestra. Nos miramos fijamente mientras decidíamos que ponerle a la cartulina como decoración. Odiaba está clase de actividades. 

-¿Brillo o lentejuelas?-le digo.

-Confetí-me responde él.

Frunzo el ceño. Siempre hace eso, doy ideas y me saca otras totalmente distintas. 

-¿Qué tal si los tres?-recomiendo.

El sonríe y odio que esa simplona sonrisa acelere mi corazón. 

-Me parece perfecto...

Nos miramos fijamente y decido corresponderle a la sonrisa, escucho que la puerta se abre, pero lo ignoró, mi mente se ha quedado hipnotizada con esos ojos ámbares; y aquello me resulta maravilloso. Un ruido nos saca de nuestro trance y me doy cuenta que nuestros labios se rozaban, rápidamente me alejo sonrojada, joder, joder. ¿Qué he hecho? no puedo cometer el mismo incidente dos veces.

-Hmm...-carraspeo-. ¿Qué ha sido ese ruido?

Él se encoje de hombros, claramente nervioso-Va-vamos a ver...

Al salir vemos a Chica extremadamente seria, sentada en el sillón, Foxy dice que continuemos en chat, y yo acepto. Él se va y me dirijo a la cocina pero la voz de Chica me detiene, suena tan monótona, como si fuese un robot. 

-¿Qué pasa Chica?

-No me quites a Foxy. Sé que no lo amo, pero le quiero mucho, como un amigo. Él es el único que ha estado a mí lado después de lo horrible que fui. Si él se enamora de ti, lo perderé-su voz suena iracunda. Abro los ojos impactada, ¿enserio ha dicho eso?

-¿Perdona?-le miró incrédula-. ¿Eso ha sido una advertencia, pedido, amenaza o suplica?-rió irónica-. De no ser por mí, seguramente estarías en la calle, ya qué el estar en tu casa te daña-blanqueo los ojos-. Deja de ridiculizarte así, los verdaderos amigos sé quedan a pesar de cualquier cosa. Yo no te he quitado ni te quitaré a nadie, tú misma quitarás a las personas de tu vida; aún sin qué lo desees, como con Golden, por ejemplo. 

Sus dedos aprietan el vaso que tiene entre las manos, mira hacía otro lado sin decir nada más.

-No trates de mostrarte superior conmigo. Eso no funcionará nunca-dijo eso como último, para después abandonar el lugar e irme a mi habitación de nuevo. 

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