Incidente; FxM

#Veinticuatro

MEG

-¿Qué haces con eso?-le pregunto a Chica al verla con demasiadas pastillas en su mano y un vaso de agua en la otra.

-Eh...-mira su mano y después me mira a mi-. Tengo dolor de estómago...

-Si así fuera, sólo necesitarías UNA pastilla-recalcó el ''Una'', confundida-, y segundo, esas pastillas no son para el dolor de estómago.

-Ah...pe-pensé que si lo eran-deja el vaso de agua en el lavadero y va guardando las pastillas en el frasco- .Estoy tan apenada Meg, yo exigiéndote que dejes a Foxy, lo lamento...

-Sí, sí, ¿a que quieres llegar?-una parte de mí pensaba que esa disculpa era parte de sus tretas para continuar haciendo de las suyas. 

-Es hora de aceptar la realidad, ya pase como tres semanas aquí...y...

-¿Y...?

-Y me iré. Soy muy consciente de las molestias que te causo-dice cerrando los ojos-. Tengo un hogar y vengo a molestar otros ajenos, soy una carga-se ríe cubriendo su cara con ambas manos-. Sólo te he fastidiado a ti y a Foxy con su relación.

-¿Oh, enserio?-digo sarcásticamente.

Ella asiente, ignorando mi sarcasmo. 

-He visto como te mira Meg, sólo dale tiempo y verás que le empezarás a gustar-descubre su rostro y sonríe sutilmente, la sinceridad resplandeciendo en sus ojos. 

-Todos dicen eso-susurro abrazándome.

-Debes creerles, es sólo la verdad-sonríe.

Miro hacia otro lado, veo a Chica tomar el vaso de agua de un tirón y observar las pastillas con desdén. Deja ir un suspiró mientras confiesa:

-La verdad cuando quise tomarme esas pastillas, no eran exactamente para el estómago-Sus ojos se cristalizan.

-¿Eh?, ¿quieres decir qué...?

-No he sido yo misma últimamente, he estado fuera de mis cabales-se sienta en la bañera-. Una voz dentro mío me decía que tomará esas pastillas hasta perder el conocimiento, llenar la bañera y sumergirme en el agua ahogando mis penas...Me fui por la primera opción...enserio Meg agradezco que hayas llegado, cuando me di cuenta de lo que iba a hacer, que horrible
-solloza-. Ni siquiera me reconozco ahora. Nunca he sido así de débil y egoísta. 

-Chica, sé que tu situación es muy complicada y dolorosa, te entiendo mejor qué nadie-miró hacía otro lado, recordando a mi familia-. Pero con el tiempo sabrás superarlo, en cualquier momento esa voz querrá hacerte rendir fácilmente y no habrá nadie que te detenga...

-Lo sé-se abraza a ella misma tristemente.

-Mañana podrás irte, llamaré a Foxy para que venga-avisé, sonriéndole. 

Ella asiente.
Por si sé lo preguntan, la madre de Chica cayó en estado de coma.

********][********

Salí de mi habitación con el uniforme de la escuela, está vez iba con coleta y no con chongo, era la primera vez que me peinaba así. Vi a Foxy acostado en el sillón pequeño y a Chica en el grande, era una felicidad enorme verlos separados, no juntos como la otra vez. Me hice una tostada con mermelada, llene un vaso con agua del lavabo, me dirigí a Foxy y se lo eché encima, lo qué provoco que abriera los ojos rápidamente. 

-¿¡Qué carajos te pasa, Meg?!-grita, desconcertado. 

-Se hace tarde, despierta a Chica, vístanse rápido y vayámonos-ordeno.

-Ehg, ¿desde cuando eres tan puntual para ir al colegio?
-reprocha.

-¿Puntual?, son las cinco catorce de la mañana, ¡entramos a las cinco veinticinco!, y caminando nos tardamos como 26 minutos-blanqueo los ojos-. Soy muy puntual. 

-Ya decía yo qué esto era raro-murmura acercándose a Chica-. T-te ves muy bi-bien en coleta-dice sonrojado. Comienzo a sentir mis mejillas calientes. 

-Oh, gra-gracias rojo-suelto una pequeña risa nerviosa. 

-¿Sabes?-me toma de la mano y no puedo evitar el temblor que me recorre-
Deberíamos tomarnos un tiempo juntos. Dejemos por hoy a Chica y al instituto y vayámonos a disfrutar del día, juntos. 

¿Enserio acaba de decir eso?

-Ehmmm, ammm...cla-claro, de-déjame decirle a Joy que n-no iré-sonrió avergonzada. 

Él asiente.

-Que bueno que traje un cambio de ropa-murmura.

Tomó una bolsa que estaba en el sillón y se dirigió al baño mientras yo llamaba mi mejor amiga.

-¿Meg?, te estoy espere y espere en la entrada-dice-,
¿donde estás?

-Pues-me río-, faltare hoy, presiento que será un gran día-le susurro-. Salúdame a mi querido conejo, Bon. 

-Claro, mañana tú yo tendremos una larga conversación. Debes contarme todo a detalle, no lo olvides. 

-Claro que no...

-¡Pasátela súper!-la escucho reír-, me tengo que ir, estoy con él-dice en voz baja.

-¿Él?

-Tú ya sabes quién, tonta. 

Oh, es verdad, Freddy...

-Qué te vaya muy bien-suelto con picardía.

-Lo mismo para ti, eh.

-Hasta mañana, Joy.