Capítulo 23

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—Te he traído una cosa... —Susurra pícaro y su sonrisa ladeada me hace entrecerrar los ojos.
—Si es un condón con sabor, paso. —Suelta una risa hueca y niega.
En su mano extiende una bolsa de Victoria's Secret y tengo que aguantarme las ganas de pegarle un tiro.
Echo un vistazo rápido al interior, viendo la prenda negra y ruedo los ojos.
—¿Cómo sabes cual es mi talla? ¿Te la has probado tú?

—Oh no, no es mi cosa... Se la probó otra chica. Aunque le quedaba un poco ajustada, ella tiene más... —Señala la zona del pecho y muerdo el interior de mi mejilla.

—¿Pero se la probó delante de ti o no?

—Se la quitó delante de mi, más bien

Repaso mis dientes con mi lengua y camino en su dirección.
Suelto una risa sarcástica y hago de mis manos un puño con la tela de su camisa. Le atraigo a mi para profundizar el mensaje
—Espero que la disfrutaras, guapo. Porque son las únicas tetas que verás hoy. —Le libero pero su sonrisa no muere con mis palabras.

—¿Quién ha dicho que ella haya sido la única chica de hoy? —Cuando sonrío, pongo mi lengua entre mis dientes.

Hago el amago de agarrar mi bolso y carraspeo.

—Bueno, esta mañana me llamó Josef. Seguro que está libre esta noche. —Me encojo de hombros y le oigo volver a reír.

A pasos agigantados, se pone delante de mi y agarra mi cintura.
—¿A quien quieres engañar, preciosa? Ese niño bueno no es la mitad que yo. —Ahora soy yo quien suelta una carcajada.

—Ese niño bueno puede acompañarme al cine. —Vuelvo a encogerme de hombros y pone los ojos en blanco.

—¿Quieres ir al cine? —Mira por encima de mi hombro, a través de la ventana y sus dedos se entrelazan con los míos. No asiento, frunzo el ceño.

—Pues vamos al cine. —Tira de mi y agarra de la mesa de entrada las llaves de mi coche.
Llegamos hasta el vehículo y se sube del lado del conductor.
—¿Por qué conduces tú? —Refunfuño.
—Porque yo sé donde vamos y tú no.

—Al cine. —Suelto con obviedad.
—Callate.

Conduce y conduce con velocidad y poca precaución, llegamos hasta una zona poco iluminada de la ciudad. Un lugar donde definitivamente no había estado antes.
—¿Y esto? —Es un local con una puerta grande y una recepción. Los cristales están rotos y sucios y el cartel que anuncia las películas está apagado y recolgando en el aire.

El ojiverde tira de mi y nos adentramos en el local.
El olor a polvo me llena la nariz y toso.
Atravesamos una puerta y el chico parece saber perfectamente a donde nos dirigimos.
Atravesamos otra puerta y el aire frío que corre en la azotea me da de lleno en la cara.

—¡Tú y yo en una azotea otra vez! ¿No es irónico? —Bromea.

Las vistas no son nada de otro mundo pues no es un edificio muy alto.
Pero la noche está cayendo y puedes ver como las luces de los locales alrededor comienzan a iluminarse.
Y como la luna se hace más notable entre la oscuridad del cielo.

—No es lo que esperabas pero técnicamente estamos en el cine. —Alza los brazos, mostrando su alrededor. Chasqueo la lengua.
—Técnicamente tienes razón. —Admito y me siento en el suelo.
Me ayudo de mis manos para hacerlo y éstas se llenan con la fina capa de tierra que cubre la piedra gris de la azotea.

—Es un lugar abandonado, en una calle casi abandonada en una ciudad llena de peligros. Y es bonito. —Confieso.
—Es una metáfora sobre nosotros. Abandonando, peligroso y... Olvidalo. —Río y cierro los párpados momentáneamente, echando la cabeza hacia atrás.

—En realidad, es algo bonito. —Acaba por ceder y hacemos silencio. 

—Esto... ¿Alguna vez has tenido sexo en una azotea? —Y adiós al momento bonito.

—Eres gilipollas. —Suelto, moviéndome por el suelo para subirme a horcajadas a él.
—Ya.

Mientras abrocho los botones de mi camisa, él conduce en silencio por la Ciudad, habiéndolo dicho ya todo.

Cuando llegamos, baja del vehículo y de la parte contraria del coche, me lanza las llaves. Las atrapo en mi pecho.

—Buenas noches, Katy K.
—Buenas noches, Barry.

Espera. Espera espera espera y espera otra vez.
No acaba de llamarme
"Katy K"¿Verdad?

¿No acaba de pronunciar ese nombre, verdad?

No puede ser. Es imposible.

¿Verdad?

¿Qué pasa con ese nombre, Caitlin? 😼😼😼😼

Ay este hombre... No se puede ser más arruina momentos 😹😹😹😹😹😹😹😹😹😹😹

CRIMINAL. Snowbarry. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora