1 "Editado"

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Erik

Abro mucho los ojos por sus palabras. Es como si me hubieran echado un cubo de agua fría por encima de la cabeza o me hubieran dado un puñetazo doloroso en la boca de mi estomago. ¿No se acuerda de mi? ¿No se acuerda de nada? ¿Ni de su nombre?

-Merida, soy yo, Erik.- le digo deseando con todas mis fuerzas de que me reconozca. Vuelvo a cogerle la mano, pero ella la vuelve a apartar y mira con ojos asustados hacia todos lados, perdida sin saber donde se encuentra aún y por qué tiene tantos cables enchufados a su cuerpo.

-Merida.- le llama la medica. Ella gira la cabeza para dirigirla hacia ella haciéndonos entender que se acuerda de su nombre.- ¿Sabes como te llamas? ¿Cuantos años tienes?- le pregunta mientras le mira los ojos con una linterna pequeña.

-Me llamo Merida Roig Lopez y tengo 24 años. ¿Pero quien es él?- y me señala.

En ese momento la enfermera se gira hacia mi y me coloca una mano en el hombro.

-Por favor Erik, sal un momento de la habitación.- me dice.

Asiento y hago caso de lo que me dice, dándole tiempo a Merida de que se tranquilice y hable con las profesionales. Tengo un nudo en el estomago que no me deja respirar, un sabor amargo en la boca y un miedo atroz que me recorre el cuerpo entero temiéndose una hipótesis que se pasea libremente por mi cabeza. Para distraerme, salgo al pasillo y empiezo a llamar a las amigas de ella para decirles la buena noticia.

-Pedro, dile a Cloe que Merida se ha despertado.- le digo con entusiasmo, pero no con el que me gustaría. Hay algo que está pasando que no me gusta una mierda. ¿Se ha olvidado de lo nuestro? Es una pregunta que me hago constantemente, como si fuera un disco rayado en mi cabeza, una canción mala que la escuchas una vez y ya no desaparece de tu mente.

-¿¿Que dices??- oigo que dice Cloe de fondo a través del auricular.

-Vamos para allá.- me informa Pedro antes de colgarme.

Hago lo mismo con Maria y Vega.

-Maria, Merida se ha despertado.- repito las mismas palabras que antes, pero sigo sin llegar a tener esa ilusión que debería. Esto pinta muy mal y estoy acojonado.

-¿¿¡Si!??- grita al otro lado del teléfono y me lo tengo que apartar un poco para no quedarme sordo.- Ahora mismo estamos allí, que estoy con Vega.

Quince minutos después de colgar, aparecen Cloe y Pedro. La medica y la enfermera aún no han salido de la habitación y a mi no me han permitido entrar, solo ha entrado un medico mas sin ni siquiera percatarse de mi presencia.

-¿Cómo esta?- me pregunta Cloe agitadamente, es como si hubieran venido corriendo. Me paso las manos por el pelo en señal de nerviosismo, estoy que no me lo creo aún.

-No se acuerda de mi.- y decirlo en voz alta me cuesta un mundo. No reconozco ni mi propia voz al hablar, está rota. Rota como mi cuerpo.

-¿De ti o de nada?.

-No lo sé, de ella misma si. Porque ha dicho su nombre y que tiene 24 años cuando se lo han preguntado.- le explico.

-¿24 años?.- me pregunta con una ceja levantada.- Erik, Merida tiene 27.- la miro directamente a la cara sin llegar a saber por qué me dice eso, y de pronto una luz en mi cabeza se ilumina entendiéndolo. Claro que sé la edad que tiene pero entre los nervios de que se ha despertado, sumado a que no me reconoce y sumado a los días de sueño que me faltan, no había caído en la cuenta de que ha dicho mal la edad que tiene.

Los médicos y la enfermera salen de la habitación y se colocan delante de nosotros sin darme la oportunidad de que analice más lo que Cloe me ha dicho.

Que Gane el Mejor (2º bilogía Juego) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora