Merida
Salgo del hospital dolida y echa una furia por que esa mujer haya sido capaz de decirme que todo lo que le ha ocurrido a su hijo ha sido culpa mía. Yo también lo he pasado fatal, he estado a punto de morir una vez y me han intentado violar. No todo se lo ha llevado su hijo. Si él lo ha hecho es por que me quiere. Y yo le quiero... ¡Dios! No debería dejar que lo que me diga ella me afectara, no debería permitir que ella decidiera si me debo acercar a su hijo o no. Erik es el que debería decidir si quiere seguir conmigo o si después de todo lo que nos ha pasado ya no merece la pena seguir con lo nuestro.
Andando y andando, sin darme cuenta llego hasta el parking del hospital. Desearía ahora mismo poder fumarme un cigarro y sentir como el humo me calma. Pero sé que no es bueno en ninguno de los casos, porque aunque fume eso no solucionará nada de lo que está pasando. Paseo de arriba a abajo por la acera mientras me muerdo las uñas y pienso en lo que hacer. Debería entrar y explicarle a esa mujer que no me voy a ir del lado de su hijo si no es él el que me lo pide. Debería ir a la habitación y decirle que no me pienso mover por que yo quiero a su hijo, que ya me siento lo suficientemente mal por lo que ha pasado y que no necesito a nadie que me lo recuerde y me lo eche en cara.
Frustrada y con la cabeza a mil por hora no me doy cuenta de que tengo a alguien detrás, y cuando noto una mano en mi hombro doy un brinco asustada. Un alivio me recorre el cuerpo cuando los brazos de Izan me rodean y empiezo a llorar como una cría pequeña. Todo el miedo, el dolor, la frustración y la desesperación estallan en mi cuerpo en cuanto mi amigo me abraza. Empapo su chaqueta con mis lagrimas pero parece que a él le da igual porque no me suelta y yo no hago nada por apartarme. Solo necesito unos minutos de paz y sentir que mi carga no pesa tanto porque la estoy compartiendo con alguien.
-¿Qué ha pasado?- me pregunta mientras acaricia mi espalda de arriba a abajo.
-Ha sido Ian...- vuelvo a llorar sin poder continuar hablando, pero reúno todas las fuerzas que me quedan para contárselo.- Entró en mi casa anoche cuando yo no estaba y cuando he ido esta mañana él estaba aún allí esperándome.- Izan me abraza mas fuerte.- Me ha intentado violar y no ha podido gracias a Erik.
-¿Marco o Erik?- me pregunta aún sin soltarme.
-Se supone que ahora sé quien es. Ha salido todo a la luz.
-¿Y donde está ahora él?- consigo tranquilizarme y me separo de Izan.
-En una habitación con sus padres. Aún no ha despertado de la anestesia.
-¿Y tu como estás?- y me mira de arriba a abajo.
-Yo bien. Solo tengo un esguince en la muñeca.
-Que hijo de puta. Me dan ganas de ir a matarlo.
-Ahora lo tiene la policía. Entraron justo cuando le clavó un cristal dos veces a Erik.
-Siento no haber venido antes. Me acaba de llamar Cloe para decírmelo.- me dice con ojos arrepentidos.
-No pasa nada. Soy yo la que no ha podido avisar a nadie porque tenía el móvil roto.- le explico intentando hacer que no se sienta culpable.
-¿Me acompañas a la habitación?- dice mientras me coge de la mano y da un paso hacia delante, pero yo me freno en seco y él me mira sin comprender nada.
-No puedo.- le digo.
-¿Qué te pasa?
-Están sus padres.- y tengo un poco de ansiedad solo de pensar que tengo que volver a enfrentarme a esa mujer.
-¿Te dan miedo tus suegros?- me dice con una pequeña sonrisa intentando quitarle hierro al asunto.
-No es eso.- me suelto de su mano y peino mi pelo con las mías sin saber si lo estoy haciendo bien o mal.- Su madre me ha dicho que no quiere que me acerque a su hijo. Que por mi culpa su hijo ha estado a punto de morir.- otra vez esa presión en el pecho no me deja respirar.
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Que Gane el Mejor (2º bilogía Juego) COMPLETA
RomancePortada realizada por eewriter. ¡¡Gracias!! Merida pierde la memoria por culpa de un terrible accidente. Erik se vuelve loco porque ella no le recuerda. Merida vuelve a opositar. Erik vuelve a enarmorarla.