*Narra Ash*
Tokio venía bajando las escaleras y solo podía pensar "qué preciosa es".
Se paró frente a nosotros para saludarnos y comenzó a caminar de lado a lado como ya era costumbre.
Caminaba pasando al frente de todos nosotros, pero cuando llegó a mí, me susurró algo al oído.
-Se repetirá.
Eso esperaba, sólo pensaba en ese momento y deseaba volver al instante en que nuestros labios se juntaron por segunda vez y que esta vez ninguna de los dos hizo algo para separarse, esos besos, ese abrazo que me hizo sentir algo que nunca antes había sentido...
Era una atracadora, sí, pero me daba igual, ella estaba provocando cosas muy lindas y geniales en mí y no quería que este juego parara, me encantaba.
Tenía ganas de conversar con ella, de cualquier cosa, sólo quería pasar otro rato a su lado, pero sería imposible en este momento.
*Narra Tokio*
Pasaba frente a Ash y no resistía las ganas de hablarle. Me mordí el labio cuando la vi por un momento, de pies a cabeza y ella lo notó, lo que hizo que sonriera. Eso si, nadie la vio, ya que todos tenían la vista hacia al frente.
Sentí unos pasos bajar las escaleras, era Rio... ¿qué hacía él aquí?
-Tokio, necesito que hablemos.-Dijo al acercarse a mí, en voz baja.
-No puedo, estoy ocupada.-Dije sin dejar de mirar a los rehenes.
-Como quieras, luego no digas que yo soy el que complica las cosas.
-Estoy haciendo mi trabajo.-Dije fría.
Rio se volteó y se fue. Era extraña mi forma de actuar con él, no me había hecho nada, es más, debería estar sintiendo culpa, tal como lo hice cuando Ash me besó por primera vez a la fuerza. Extrañamente lo estaba ignorando, estaba muy fría con él.
Ash era la que estaba ahora en mis pensamientos, pero Rio... lo quiero y no quiero hacerle daño.
Luego de un rato, terminó mi turno y le tocaba a Berlín. El tiempo se me había pasado demasiado rápido.
Quería inventar una excusa para sacar a Ash, pero no se me ocurría nada. Además Berlín... es Berlín.
Estaba en una oficina hablando con Nairobi sobre cosas sin importancia, cuando Rio entró.
-Tokio, ¿puedes venir conmigo?-Preguntó tranquilo.
Me levanté sin ganas y lo seguí.
-¿Qué nos está pasando?-Preguntó triste.
-¿Qué te está pasando a ti?-Dije seria.
Se quedó en silencio por unos segundos.
-Rio, ¿estás aquí o te hemos perdido?-Pregunté sacudiendo la mano frente a su cara.
-No quiero que estemos mal, sabes que no soporto que nos peleemos.
-¿Crees que a mí sí?
-Haces las cosas muy difíciles.-Respondió.
-¿Hago las cosas difíciles?, bien, perfecto, ahora lo haré más difícil.-Salí de la oficina y bajé las escaleras.
Estaba Denver con los rehenes, así que le pedí permiso para sacar a Ash y afortunadamente me dijo que sí.
-Vamos.-Dije cuando me acerqué a ella.
Obviamente lo dije seria, como si estuviese enfadada, pero debía fingir frente a los rehenes.
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El mejor atraco de mi vida | La casa de papel
FanficHistoria no apta para personas de mente cerrada y homófobos. Si Tokio se enamorara de UNA rehén, ¿que pasaría con Rio? "Al parecer el síndrome de Estocolmo sí existía, yo era una simple rehén, pero ella me hacía sentir que era la más importante". Ac...