*Narra Tokio*
Seguí caminando a buscar comida y unas botellas de agua. Denver me vió y me ayudó a tomar las cosas ya que eran muchas y yo no podía sola.
-Gracias.-Le agradecí por su ayuda.
Me comencé a marear nuevamente y se me cayó un tenedor, el cual Denver recogió y se acercó a mí.
-¿Te sientes bien? Toma un poco de agua y ve a descansar, te hace falta.-Dijo acariciando mi espalda.
-Le llevaré esto a Ash e iré a descansar.
-Te ayudo, tranquila.-Respondió.
Tomé un plato y mis ojos se comenzaron a cerrar lentamente de lo mal que me sentía. Sentí a Denver acercarse y tomarme para evitar que cayera al suelo.
*Narra Ash*
Luego de un rato vi a Denver entrar con Tokio en sus brazos.
-¡¿Qué le pasó?!-Dije al ver que tenía los ojos cerrados.
-Shhh, se ha desmayado, te pido que no la molestes y la dejes descansar, cuando despierte no la agobies.-Dijo dejándola en el sofá que estaba frente al mío, donde la noche anterior ella iba a dormir y no la dejé.
Es mi culpa que ella esté así.
-Te traeré la comida que Tokio te iba a dar, ya vuelvo.-me dijo.
-Gracias.
Comencé a llorar nuevamente.
Me odio, ¿por qué tuve que joder todo? Mi mentalidad de niña había mandado todo a la mierda, hizo que alejara a la única persona de la que me enamoré de verdad.
Ella estaba ahí, con los ojos cerrados y muy blanca.
Al rato llegó Denver con la comida.
-Cualquier cosa me llamas con un grito y yo vengo.-me dijo.
-Lo haré, gracias.-respondió.
Era muy tarde, había oscurecido y me di cuenta que hoy había llorado todo el día, ¿y cómo no hacerlo? Soy una tonta, no sé por qué tuve que decir esas cosas. Tokio tenía razón, yo estaba pensando como una niña.
-Perdóname.-Dije viéndola.
[...]
Había pasado un largo rato y sentí a Tokio moverse.
-Tranquila, no te levantes.-Le dije al ver que intentaba ponerse de pie.
-¿Qué me pasó?
-Te desmayaste y Denver te trajo aquí.-Respondí.
-Te dejaré dormir, es de noche, quiero ir a comer algo y también necesito descansar.
-No es necesario que te vayas, además Denver trajo comida.
-Si, si lo es, creo que necesitamos darnos nuestro espacio, vernos menos.
-Pero yo no quiero eso, ¿por qué no lo quieres entender?
-Porque no te quiero seguir haciendo daño.
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El mejor atraco de mi vida | La casa de papel
FanficHistoria no apta para personas de mente cerrada y homófobos. Si Tokio se enamorara de UNA rehén, ¿que pasaría con Rio? "Al parecer el síndrome de Estocolmo sí existía, yo era una simple rehén, pero ella me hacía sentir que era la más importante". Ac...