Capítulo 23: Juntas contra todo.

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*Narra Tokio*

-La pregunta sería, ¿qué cosa ME quieres hacer?-Dijo Ash sacándome un pelo de la cara.

Seguíamos en el suelo y yo sabía lo que me estaba pidiendo Ash, se lo quería dar, pero tenía tantas cosas en la cabeza que sentía que no era el momento indicado.

Me sonrió, esa preciosa sonrisa, ¿por qué me hace las cosas tan difíciles?

La besé, ella comenzó a besarme de forma desesperada, pero tuve que parar y alejarla un poco.

-¿Qué pasa?-Me preguntó.

-Tengo muchas cosas en la cabeza cariño, perdóname.

-Si todavía sigues pensando en lo que ocurrió con Berlín, no te preocupes, de verdad.-Me acarició.

-No es eso...

-¿Entonces?

-Sentémonos.

Nos sentamos ambas en el suelo, Ash ahora tenía cara de preocupación, y debía estarlo.

*Narra Ash*

Estaba esperando un "no podemos estar juntas" de parte de Tokio, en verdad lo estaba esperando.

-Ashley.-Me tomó la mano.

Nunca me llama "Ashley", esto debe ser serio.

-Tokio, antes de que digas cualquier cosa... te quiero.

-Y yo a ti preciosa.-Me dio un corto beso, lo que hizo que me calmara un poco.

-¿Qué me quieres decir?-Dije con el corazón latiendo muy rápido.

-No quiero que te asustes con lo que te diré, no quiero que te alejes de mí, por favor.

-Tokio, dime.

-Prométemelo.-Dijo a punto de llorar.

-Te lo prometo, pero ya me estás asustando.

Y en ese momento supe que no terminaría conmigo. Esperaba que me dijera que había hecho más cosas, cosas peores como haber matado. Suponía que me iba a asustar, lo obvio, pero...

-Rio lo sabe, se lo tuve que decir.-Vi como sus lágrimas comenzaban a aparecer.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No quería seguir mintiéndole, perdón.

No le respondí, llevé ambas manos a mi cara y tenía unas ganas inmensas de llorar.

-Si quieres que esto termine porque te da miedo lo que Rio o cualquiera te pueda hacer, lo entiendo, pero debes saber que...

-No, no quiero que esto termine, es más, ahora tengo más ganas de estar contigo.-La interrumpí y la miré.

Vi que se sorprendió, y es que era verdad, yo no quería terminar con ella, yo quería estar a su lado y más ahora que Rio sabe la verdad, no quería que nada ni nadie nos separe.

-¿No te asusta todo esto?-Preguntó.

-Debo admitir que si, pero sé que a tu lado nada malo me pasará.

Se quedó en silencio, tomé su mano y la acaricié.

-Ash, yo no soy tan fuerte como piensas.-Dijo viéndome.

-Me da igual, entiende que solo quiero que salgamos de aquí juntas.

Y de la nada, vi como Tokio lloraba.

-Vamos a estar juntas, juntas contra todo y contra todos.-La abracé.

-No sé cómo puedes ser tan positiva, pero te lo agradezco, me haces sentir más tranquila.

Me subí sobre ella y tomé su cara.

-Y yo agradezco que hayas aparecido en mi vida, tal vez no fue de las mejores formas, pero ahora siento que no puedo estar lejos de ti.-Dije viéndola a los ojos mientras secaba sus lágrimas.

Me abrazó fuerte, eso era lo que necesitaba, un abrazo de mi novia.

Suena raro decir "mi novia", nunca había salido con una mujer, pero esto es tan distinto, siento que quiero estar a su lado todo el tiempo, quiero ser la dueña de sus sonrisas y entregarle todo mi amor.

La besé, y mientras lo hacía pensaba en lo mucho que la deseaba.

-No sabes las ganas que tengo de hacer algo en este preciso momento.-Dije entre besos.

*Narra Tokio*

Ash seguía sobre mi, besándome y moviéndose de una forma que me provocaba tantas cosas.

Con nuestra conversación había quedado un poco más tranquila, al menos sabía que ella no se iba a distanciar de mi, sabía que me quería y ella sabía que yo la quiero a ella.

Bajé el cierre de su overol y en medio de besos desesperados se lo logré quitar.

Ella hizo lo mismo conmigo y quedamos ambas en sujetador.

[...]

Pasó un largo rato, por suerte nadie nos había molestado.

Nos encontrábamos aún desnudas, nos metimos a la ducha y seguimos nuestro juego.

Sonará muy raro, pero amo su tacto, sentir cómo me toca, como me besa, es algo que no puedo explicar, pero con ella no me da vergüenza nada y nunca me había pasado algo así con alguien, ni siquiera con Rio.

Cuando terminamos, salimos y nos vestimos.

Algo me daba vueltas en la cabeza, pensaba en que de verdad no quería alejarme de ella, no quería perderla por nada ni por la culpa de alguien.

-Ash..

-¿Qué pasa?-Dijo subiendo el cierre de su overol.

-Necesito decirte algo.

-¿Otra vez? ¿Lo de Rio no era todo?-Preguntó.

-No se trata de eso, se trata de mí.

-¿Estás embarazada?-Rió, cosa que hizo romper la tensión y se lo agradecía mucho.

-Si, de ti.-Bromeé y seguimos riendo.

-Bueno, dime que pasa.-Dijo cuando terminamos de reír.

Le tomé las manos y volvimos a nuestro momento de seriedad, pero tocaron la puerta.

Necesitaba decírselo.

-Mi nombre es Silene Oliveira.-Dije rápido.

Y abrieron la puerta de golpe.

El mejor atraco de mi vida | La casa de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora