Midnight

Epílogo

Irlanda
150 años después

*Narrador omnisciente*

—¿Crees que puedes jugar conmigo, eh? Nadie puede jugar conmigo.—Dijo Kellin en un tono desafiante y divertido mientras se agachaba para juntar nieve debajo suyo. Y en ese momento recibió un impacto por una bola de nieve— ¡Auch, Darwin! —Se quejó Kellin.

Y el niño que le había tirado la bola de nieve comenzó a reír. Darwin era un niño vampiro de 4 años, él había sido acogido por un internado muy similar a Medianoche.

Darwin era un niño pelirrojo de ojos verdes, de piel extremadamente pálida, que había sido convertido en vampiro después de que asesinaran a toda su familia. Jordan y Justin tomaban sus tiempos libres consiguiendo una familia para aquellos niños a los cuales les tocaba pasar por cosas así y cuando Kellin conoció a Darwin, se enamoró con plenamente de él y entonces quiso ser su padre. Oliver en cambio se sentía fuera de lugar intentando ser padre pero al final lo logró ya que hace 25 años que vivían con Darwin Sykes.

—¡El que se distrae pierde papá! —Exclamó Darwin con una enorme sonrisa y comenzó a correr. Darwin usaba botas para nieve y una campera enorme, junto con un pantalón y un gorro bastante abrigado. Iba vestido de azúl y blanco y se veía bastante gracioso corriendo así que Kellin rió un poco antes de salir corriendo tras él.

Oliver y Kellin se mudaron a Irlanda después de 10 años de estar en Sheffield.
Por aquellos tiempos, Xan fue el primero en irse ya que el espíritu de Thomas se había desligado de Oliver, ahora era libre y de vez en cuando recibían noticias de él. Se la pasaba recorriendo el mundo junto con Thomas.

Andrew había logrado conquistar a Lee y se habían casado en una ceremonia similar a la de Oliver y Kellin, sólo que los votos de amor de Lee fueron estadísticas y probabilidades de lo que sucedería después de su boda, aunque fue todo muy positivo, al fin y al cabo eso era lo que a Andy le atraía de Lee.

Y la meta de irse a vivir al bosque apartados de todo, se había cumplido. Oliver, Kellin y Darwin vivían en una enorme cabaña perdida en el bosque de sangre en Irlanda.

El bosque de sangre se llamaba así porque la concentración de hierro en el lugar, llenaba los pastizales, los árboles y la nieve de manchas intensas de un color rojizo al igual que la sangre. Era ideal para que Darwin vea la sangre como algo natural y no como algo a lo que debía temer o rechazar.

Así que mientras Kellin y Darwin corrían mientras jugaban, sus botas de nieve se manchaban de rojo.

Ambos estaban esperando a que Oliver regrese. Oliver debía salir cada tanto para conseguir provisiones, también traía cosas de la ciudad y de paso pagaba el precio de su eternidad. Y aún así era feliz.

Así que corrieron hasta alejarse de la cabaña, corrieron más rápido y más lejos, total Darwin nunca se cansaba. Y al final llegaron a la curva de una carretera, entonces vieron el auto de Oliver estacionarse de inmediato, ya había llegado.

—¡Hey! —Dijo Oliver con una sonrisa mientras bajaba la ventanilla— ¿A dónde iban?

—¡Papá! —Exclamó Darwin emocionado ya llegando hacia el auto— ¿Podemos ir a la ciudad?

Oliver miró a Kellin y se sonrieron suave. Ambos sabían que cuando Darwin quería ir a la ciudad era para ir al centro comercial a comer cuanto helado pudiera.

—Suban.—Dijo Oliver abriendo la puerta del auto. Entonces Kellin y Darwin sonrieron y corrieron para subir al auto.

Las puertas del auto se abrieron y cerraron automáticamente. Oliver programó el viaje en la computadora del auto y después se giró para poder abrazar a su esposo y a su hijo. Entonces el auto comenzó a conducirse, era un automóvil bastante moderno y seguro. De hecho no hacía falta conducirlo aunque tenía esa opción.

Durante 150 años vieron pasar y evolucionar el mundo de forma rápida. Todo cambiaba y moría, excepto ellos quienes serían jóvenes para el resto de la eternidad.

Fin